¿Cómo recuperar el agua?

Durante el 3er Congreso Internacional de Negocios y Tecnología para el Turismo, Robert Langlois, director general de la empresa canadiense-mexicana Canromex, presentó los proyectos que desarrollan para el aprovechamiento eficiente del agua.

“Falta un esfuerzo para realizar la acción: recuperar, tratar y reusar un recurso que es tan fácil de recuperar como agua de lluvia. Se puede instalar en los techos canaletas, traer el agua a una cisterna, eso no cuesta casi nada. Hay filtros que permiten reutilizar esa agua en el cuarto de lavandería, en los inodoros, en la regadera, con una mejor calidad”, señaló el ingeniero en procesos industriales.

Canromex se dedica a la transferencia de tecnología de vanguardia para el tratamiento de aguas residuales, desalinización de agua de mar y distintas problemáticas relacionadas con el reciclaje y reutilización de agua.

“Nuestra misión es buscar la tecnología de punta y transferir ese conocimiento para que ingenieros mexicanos puedan trabajar e implementar nuevos proyectos”, apuntó Langlois.

Entre los sistemas de innovación en el tratamiento de aguas se encuentra Intewa, tecnología alemana de alta eficiencia adaptable para casas, hoteles y empresas que mediante filtros purifica el agua de lluvia a un precio económico, sin necesidad de mantenimiento después de la instalación. Aqualoop es una tecnología que toma el agua de lluvia, lagos contaminados y aguas grises y la potabiliza para beber a través de una membrana de ultrafiltración.

De acuerdo con Langlois, la ósmosis inversa que se usa en México para purificar el agua extrae de manera indistinta los minerales y sales necesarios para el ser humano, mientras que la ultrafiltración permite controlar la cantidad de minerales que dejamos en el agua. Las membranas de ultrafiltración están hechas para uso doméstico, comercial e industrial, ya que aunque son pequeñas soportan entre mil 800 y dos mil litros por día.

“Eso es una forma que es económica, segura y rentable en términos de costo del agua para dejar de lado la compra de garrafones y poder usar el agua de la llave y solucionar el problema de la dureza que el calcio en el agua deja en las regaderas y las llaves”, apuntó.

El empresario indicó que resulta más económico tratar el agua que comprarla, pero no está dentro de los hábitos porque parece arriesgado invertir una cierta cantidad inicial en la planta de agua. “Sin embargo, al final del año el gasto es mucho mayor, es cuestión de concienciarse y ver las opciones de manera más efectiva, es una voluntad política de los ciudadanos y los empresarios para que dejen de pensar el tratamiento de agua únicamente como un costo”, comentó Langlois.

Fuente: CONACYT.