La salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) tendría múltiples implicaciones internacionales. En el caso de México se ha hablado de los aspectos económicos, financieros y comerciales, pero probablemente también impactaría otros rubros como el académico y el científico, asevera la doctora Rebecka Villanueva Ulfgard, del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (Instituto Mora).
Las relaciones de nuestro país con dicha región en estas áreas han sido constantes en las últimas décadas, pero se incrementaron en 2015 con el Año Dual México-Reino Unido que propició la colaboración en educación, ciencia e innovación.
Durante ese año se firmaron 11 convenios académicos, entre ellos el Tratado para el Reconocimiento Mutuo de Estudios, Títulos, Diplomas y Grados Académicos, que beneficia a más de 170 mil personas y que permite a los mexicanos ejercer sus profesiones en el Reino Unido, sin tener que validar sus estudios; así como la Cátedra Itinerante México-Reino Unido, conformada por 12 universidades británicas y 12 mexicanas que fomenta la investigación, la movilidad académica y estudiantil en ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas, ciencias sociales y humanidades.
El reporte de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) detalla que, además, en 2015 el Reino Unido fue el país que recibió más becarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el mundo, con mil 321 estudiantes, quedando por primera vez por encima de Estados Unidos, en tanto que aumentó en 400 por ciento el número de becas Chevening que se ofrecen a estudiantes mexicanos, contabilizando 101; mientras que los apoyos que el gobierno mexicano otorgó a británicos se incrementó en más de 600 por ciento de 2012 a 2015.
En el ámbito científico, entre 2013 y 2015 se consolidó una red de investigación entre el Conacyt y el British Council, a través de la cual se signaron 27 convenios para ofrecer a más de mil investigadores la oportunidad de desarrollar proyectos nuevos e innovadores con universidades del Reino Unido en áreas de nanotecnología, biotecnología y ciencias de la salud.
Panorama incierto
Frente a este contexto, la doctora Rebecka Villanueva Ulfgard, académica del Instituto Mora, señala que es incierto el futuro para estas áreas de cooperación.
“Sabemos el importante papel que tiene el Reino Unido en educación superior, en cuanto a innovaciones y en el ámbito cultural, y a partir de eso podemos ir hablando hipotéticamente de las posibles consecuencias de la formalización de un Brexit”, destaca.
La internacionalista, que trabaja como líneas de investigación las políticas e instituciones de la Unión Europea, dice a la Agencia Informativa Conacyt que Reino Unido tiene 3.3 por ciento de los investigadores del mundo y es responsable de siete por ciento de la producción científica global.
Es por ello que esta situación genera incertidumbre que se puede ver reflejada en la cooperación científica internacional porque los investigadores “pensarían dos veces antes de participar en un proyecto que sea liderado por un socio británico y, por consiguiente, optarían por involucrarse en alguno que sea dirigido por pares alemanes, franceses o españoles”.
El British Council es la organización del Reino Unido para las relaciones culturales, académicas y de investigación con 12 países del continente americano. Actualmente es un importante socio en los consorcios internacionales en proyectos de investigación, tanto por su capital humano como por los fondos que invierte para esos fines, de ahí que la materialización del Brexit puede generar preocupaciones entre los socios internacionales y las propias instituciones académicas y de investigación británicas, a pesar de que los acuerdos hayan quedado signados en documentos o contratos.
“Un tercio del personal de investigación de Reino Unido procede de países del entorno comunitario, ante lo cual las autoridades científicas británicas han señalado que el financiamiento y la atracción de talento se vería realmente dañado. Una salida del mercado único provocaría que los investigadores en proyectos doctorales vieran restringido su acceso a becas y tal vez tendrían que emigrar a países donde fueran mejor recibidos. En tanto que la restricción al acceso de fondos de investigación europeos en los consorcios internacionales provocaría un aislamiento de la dinámica en la ciencia europea”, indica.
La doctora Villanueva Ulfgard señala que el área de cooperación académica también tendría consecuencias, porque Reino Unido alberga a alrededor de 300 mil estudiantes de posgrado provenientes del extranjero. En el caso de México, el British Council da cuenta de que hay más de dos mil estudiantes mexicanos inscritos en algún programa de educación superior en esa región, de los cuales alrededor de mil 500 se encuentran cursando algún posgrado y el resto a nivel licenciatura e ingenierías.
Además, se estima que hay entre 23 y 25 mil jóvenes británicos estudiando en diversos países del mundo. En el caso de la cooperación con nuestro país, en el marco del Año Dual se ofrecieron becas a jóvenes británicos para realizar un curso de verano de idioma español y cultura mexicana en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y becas para ciudadanos británicos para la creación y composición musical.
Cooperación entre naciones
A partir del Año Dual México-Reino Unido, la colaboración entre nuestro país y las naciones que integran el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) se reforzó en diversos rubros y en áreas de interés mutuas.
A través del Fondo Newton (programa diseñado por el gobierno británico para apoyar potencias emergentes en colaboración con el Reino Unido), se destinaron a México 20 millones de libras esterlinas para promover la ciencia e innovación, con el compromiso de instituciones de nuestro país de participar con la misma cantidad de recursos.
El objetivo de esta cooperación es construir lazos de colaboración entre instituciones británicas y mexicanas dedicadas a la investigación científica y de innovación para enfrentar retos comunes en temas de desarrollo económico y bienestar social.
Consta de diversos programas, tales como de movilidad de investigadores, desarrollo de habilidades a través de intercambios y entrenamiento, colaboración en investigaciones conjuntas en temas de desarrollo, programas de innovación para la comercialización de la ciencia, así como investigación y desarrollo colaborativo en ciencias aplicadas.
En el caso de nuestro país se desarrollaron 12 programas administrados por instituciones como el Conacyt, la Academia Mexicana de Ciencias, las secretarías de Economía (SE), de Educación Pública (SEP), de Energía (Sener) y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), así como el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem); mientras que de la parte europea participan British Council, UK National Academies, Research Council e Innovate UK.
En el ámbito educativo, la colaboración se ha visto reflejada con la apertura del Centro de Estudios Mexicanos por parte de la UNAM en el King’s College London, con el cual se promueven proyectos de cooperación académica con universidades británicas en torno a investigaciones conjuntas e intercambio cultural.
Además, se han realizado acuerdos para establecer la Cátedra Asociada en Literatura Británica y un Programa de Estudios Conjuntos sobre México en la Universidad de Oxford.
Fuente: CONACYT.
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