Como una herramienta de divulgación que estimule el interés por el estudio de posgrados en ciencias en óptica, el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE) celebra cada año la Escuela de Verano en Óptica y Optoelectrónica (EVOO).
En el curso, con duración de dos semanas, a lo largo de 13 ediciones han participado estudiantes de licenciatura de las áreas de física y matemáticas, así como ingenierías, procedentes de distintas partes de México pero también de otros países como España, Estados Unidos, El Salvador, Argentina y Colombia.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Karina Garay Palmett, investigadora del Departamento de Óptica del CICESE y coordinadora de la EVOO, comunicó que alrededor de 10 por ciento de los estudiantes de la escuela de verano regresan al centro de investigación para estudiar un posgrado.
La EVOO brinda a los participantes la oportunidad de conocer fenómenos físicos esenciales en un curso de óptica básica, pero también desarrollar un proyecto durante una semana, con la asesoría de un investigador.
Los proyectos
Edgardo Valderrama González, estudiante de la carrera de física de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y participante en la EVOO en la edición de este año, explicó que su proyecto consistió en el diseño y caracterización de guías de onda.
“Se usan para la óptica integrada, para reemplazar los circuitos de cables, y la electricidad que fluye por ellos, por estas guías de onda que confinan la luz, permite transmitir información de esa manera, más rápido y sin tanta pérdida de energía”, detalló.
Opinó que su experiencia en la escuela de verano fue enriquecedora, sobre todo porque se encuentra en la etapa de definir qué maestría estudiará y pudo ver el espectro de oportunidades que ofrece el Departamento de Óptica del CICESE.
Por su parte, Ángela Marín, estudiante de ingeniería física de la Universidad Nacional de Colombia, platicó que participó en un proyecto de procesamiento de imágenes y reconocimiento de patrones, con aplicación en el área médica.
Apuntó que estuvo asesorada por el doctor Josué Álvarez Borrego, quien trabaja en el reconocimiento de manchas en la piel para, mediante el procesamiento de la imagen, detectar si la persona tiene melanoma.
“Me llamó mucho la atención que el investigador lo aplica a la medicina y a un tema tan controversial como el cáncer”, comentó y agregó que “en general la experiencia es un enriquecimiento cultural, he conocido mucho sobre la cultura de México, yo nunca había participado en una escuela de verano y la experiencia es muy enriquecedora, los profesores son excelentes, todos son una eminencia y esto me ayudará demasiado en mi formación académica”.
En el caso de Yazmín Adriana Cravioto Téllez, estudiante de ingeniería en fotónica de la Universidad Tecnológica de Tulancingo, colaboró en un proyecto de colorimetría de nanopartículas de oro y plata.
Refirió que cuando se observan las nanopartículas —a través del microscopio— se distingue un color que puede ser morado, pero una vez procesado y analizado en un espectrómetro, se obtienen otros colores que ayudan a la caracterización de materiales.
“Obtuvimos muestras en el espectrómetro y datos de longitudes de onda y transmitancia que fueron graficados y eso lo analizamos, programamos y posteriormente se realizaron cálculos para obtener su absorción”, puntualizó.
Expresó que su experiencia en la escuela de verano de este año incrementó su motivación para continuar estudiando bajo la línea de la investigación científica y considerar al CICESE para el estudio de un posgrado.
Convocatoria internacional
Karina Garay, investigadora nivel I en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), informó que la convocatoria para participar en la EVOO se lanza cada año a nivel internacional a través del sitio oficial del CICESE y también mediante la Optical Society of America (OSA), que tiene representaciones en todo el mundo.
Indicó que la mayoría de los estudiantes que participan en la EVOO son mexicanos pero se aceptan aspirantes de todas partes del mundo, bajo una selección que prioriza contar con una representación cada vez mayor de universidades.
“Lo que esperamos en principio es que los estudiantes se queden con una noción de lo que hacen, se sientan satisfechos con los resultados de haber estado en contacto directo con el equipo de laboratorio de óptica, que se queden con esa semilla de motivación hacia el trabajo científico”, concluyó.
Fuente: CONACYT.
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