Markoptic, innovación tecnológica con sentido social

En 2013 fue creada en Culiacán la Fundación Markoptic A.C., una asociación que tiene como propósito el desarrollo y donación de dispositivos médicos terapéuticos para personas con discapacidad motriz.

El creador y presidente de esa organización sin fines de lucro es el licenciado Manuel Humberto Gallardo Inzunza. En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el responsable de Markoptic dijo que la idea de crear una asociación de este tipo surgió hace varios años, luego de perder la vista como consecuencia del glaucoma.

“Nace de la necesidad personal mía de buscar una microválvula, un dispositivo tecnológico para el control del glaucoma, padecimiento por el que perdí la vista. En la búsqueda de esa tecnología nos encontramos con que, cuando necesitas ese tipo de tecnología, es muy difícil encontrar quién lo fabrique y manufacture; si es una innovación, te enfrentas al reto de quién, cuándo y cómo la construya”, recordó.

Apoyado por familiares, Gallardo Inzunza emprendió la búsqueda del dispositivo en empresas de diversos países para el diseño en 3D. Posteriormente, Markoptic se apoyó también de empresas foráneas para aprender el uso de la tecnología que permitiría construir el software para el desarrollo de un dispositivo micrométrico, es decir, de gran precisión.

“Así nos dimos cuenta de la gran oportunidad que hay en Sinaloa y el país de desarrollar tecnología cuando hay una metodología y tecnología. Así es como nos apoyamos de gente de afuera de Sinaloa. Dijimos: ‘Podemos generar esas oportunidades aquí’”, comentó.

Algunos equipos tecnológicos, indicó, fueron adquiridos en Guadalajara, aunque la mayoría son de Alemania y de Estados Unidos. En este último país, Markoptic recibió instrucción para aprender a utilizar la maquinaria.

“Así nació Markoptic, como una fundación que viene a resolver una necesidad, desde el desarrollo, el diseño, la manufactura de un dispositivo que se te ocurra. Conozco bien las necesidades que presentan las personas con alguna discapacidad. El reto es disminuir o aliviar esas brechas que presentan esas personas por la pérdida de alguna extremidad, por ejemplo. Se trata de fomentar una cultura de inclusión a favor de personas con discapacidades y con alcance global”, comentó.

El comienzo

La primera herramienta de Markoptic fue una impresora 3D, la primera generación comercial, importada de Inglaterra.

“Fue la primera máquina profesional que tuvimos, ahí nos dimos cuenta de la gran oportunidad que tenemos con el 3D, tanto en el diseño como el modelado en 3D. En tecnología de alta precisión tenemos que traer equipo de afuera. Realmente podemos hacer lo mismo que en otros países, tenemos muchas oportunidades”, dijo.

Jóvenes participan

Markoptic cuenta con el vínculo de instituciones como el Instituto Tecnológico de Culiacán (ITC) —que forma parte del Tecnológico Nacional de México—, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y la Universidad de Occidente (Udeo). Estudiantes y egresados participan en el diseño, construcción y desarrollo de tecnología para personas con necesidad de movilidad y desplazamiento.

“Buscamos la innovación social de Sinaloa para el mundo. Nuestra fundación tiene como propósito el desarrollo de tecnología para personas con necesidades de movilidad y desplazamiento. Estamos enfocados en apoyar el desplazamiento y movilidad de las personas a través de dispositivos tecnológicos, desarrollados, diseñados y manufacturados por nosotros mismos”, comentó.

Las primeras innovaciones

A partir de la microválvula para el control del glaucoma, explicó Gallardo Inzunza, la fundación aprovechó la tecnología adquirida y se dedica, entre otros proyectos, al desarrollo de prótesis robóticas para donarlas a niños con amputaciones, debido a que se trata de dispositivos costosos.

“Decidimos que se tratara de prótesis para niños porque los padres no comprarán una prótesis cada vez que vaya creciendo. Tal vez no pueda comprarle ninguna, y menos tres o cuatro. Son dispositivos muy costosos que requieren cierto cuidado en el manejo diario”, dijo.

Las características de las prótesis

El director del Centro de Desarrollo Tecnológico de Fundación Markoptic, Jesús Ernesto Valdez Almaral, dio a conocer que las prótesis son robustas, sencillas y fáciles de reparar.

Se trata, explicó, de dispositivos médico terapéuticos desarrollados para regresar algunos movimientos naturales de la mano a personas con discapacidad motriz. El diseño, dijo, es innovador y tecnológico. La prótesis robótica cuenta con motores y un circuito electrónico que hacen diferentes tipos de movimientos, como girar la muñeca y mover los dedos de manera independiente.

“Ese es el reto: el desarrollo de tecnologías que puedan ser alcanzadas por cualquier niño o trabajador del campo, por ejemplo. Que se tratara de prótesis hechas para la ‘carrilla’, para los niños inquietos”, explicó.

La fundación ideó la manera de entregar las prótesis a los beneficiarios. Buscó la forma de que la sociedad participe y sean donadas.

Actualmente la fundación no ha entregado prótesis a niños, pues busca trabajar con adultos, de manera que ayuden en la perfección de los equipos, para posteriormente diseñar dispositivos para niños, pues requieren accesorios mucho más pequeños, y entre más pequeños se requieran, indicó Valdez Almaral, más costosos y complejos de instalar resultan los instrumentos.

Las prótesis de Sergio

Inicialmente, la fundación buscaba demostrar que obtendría los movimientos de una mano genérica. Fue así como se acercaron a quien sería el primer beneficiario: Sergio Arturo Santos Cabrera de 29 años de edad. Él es originario del municipio de Mazatlán, Sinaloa, pero reside en Culiacán. Fue amputado de ambos brazos, debido a una descarga eléctrica que sufrió accidentalmente a los 11 años de edad.

“Cuando lo conocimos, lo invitamos a participar con nosotros para desarrollar prótesis para él y que nos ayudara a usarlas, probarlas y, con su retroalimentación, mejorarlas. Así es como surgió el binomio de Sergio Santos y Markoptic para desarrollar sus prótesis y, a través del uso, perfeccionarlas. Esas fueron las primeras dos prótesis entregadas este año”, comentó Manuel Gallardo Inzunza.

En la búsqueda de desarrollar las funciones que más le sirven a las personas, la fundación ha trabajado en el desarrollo de nuevas prótesis que permitan realizar las funciones más importantes para la vida diaria: tomar un teléfono celular, un vaso o abrir una puerta.

“No podremos desarrollar, creo en corto plazo, todo lo que puede hacer una mano, pero sí enfocarnos en lo más elemental”, dijo.

En seis meses de desarrollo de las siguientes prótesis, los desarrolladores de Markoptic esperan un entrenamiento que permita la utilización de herramientas como un martillo o un desarmador.

“Quería tomar a mi hijo de la mano”

Sergio Santos es el primer beneficiario de Fundación Markoptic A.C., señaló que, debido a las prótesis, ha logrado realizar funciones que antes eran imposibles.

“Por cuestiones económicas tuve que adaptarme a prótesis básicas, para labores básicas laboral y personalmente. Hace meses, el licenciado Gallardo me planteó un proyecto de unas manos robóticas con funciones idénticas a una mano de carne y hueso. Me llenó de entusiasmo, emoción y esperanza saber que podría regresar a tener lo que ya sabía hacer. Yo quería hacer muchas cosas: tomar la mano de mi hijo en la calle. Él me tomaba de la mano a mí y me soltaba cuando él quería. Vi la esperanza de poder hacerlo en poco tiempo y vi la esperanza de un mejor futuro para mi familia y para mí”, comentó.

La demanda de prótesis

Markoptic cuenta con una página de Internet, misma que es apoyada por Google, con 10 mil dólares mensuales para su publicidad, lo que permite la difusión de la fundación a nivel internacional. De esa manera, los usuarios se inscriben y especifican el tipo de prótesis que requieren; así se crea una base de datos y una especie de lista en espera de solicitantes.

Cada prótesis tiene un costo superior a los 100 mil pesos; sin embargo, se entregan de manera gratuita. La página de Internet de Fundación Markoptic muestra las solicitudes realizadas en diversas partes del mundo: Venezuela, Colombia, Cuba, Chile, Perú, España y Estados Unidos. Actualmente existen poco más de 740 personas en lista de espera.

En los próximos meses la fundación abrirá un nuevo sistema de apoyo, anunció su presidente. Abrirán la posibilidad de “apadrinamiento” a personas que requieran una prótesis.

“Si una persona quiere apoyar a alguno de nuestros aspirantes a prótesis, puede hacerlo, y se crearán y adaptarán las prótesis de la persona que se encuentra en la lista de espera. Pronto abriremos esa nueva forma de apoyo”, comentó Gallardo Inzunza.

Además de la creación y adaptación de las prótesis, la fundación ofrece asistencia para el uso correcto del dispositivo. Se apoya de un grupo de especialistas del área de psicología, traumatología y terapistas.

Actualmente, la fundación cuenta con maquinaria y equipo de alta precisión CNC (control numérico asistido por computadora) y software para diseño en 3D y simulación.

Fuente: CONACYT.