Con más de 40 años como investigador y docente en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el doctor Huberto Juárez Núñez fue galardonado el pasado mes de noviembre en Berlín con el premio internacional Blue Planet Award 2016, otorgado por la fundación alemana Ethik & Ökonomie.
El reconocimiento al doctor Juárez Núñez, titular del Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social de la Facultad de Economía de la BUAP, es por los aportes que ha realizado a través de sus investigaciones a favor de la clase obrera y de sectores industriales como el automotriz, la maquila del vestido y el aeroespacial.
El resultado de sus publicaciones ha tenido un impacto social, sobre todo en los trabajadores no solo de México sino también de Estados Unidos, Canadá, Brasil y Alemania, países donde se concentra buena parte de la producción automovilística internacional.
“Desde hace tres décadas he trabajado con redes de investigadores de otros países y con sindicatos, y esto ha servido de base para negociaciones con las gerencias de la industria automotriz y de maquila, sobre todo en la resolución de conflictos laborales”, comenta para la Agencia Informativa Conacyt.
El vínculo con estudiantes obreros
La ciencia económica permite entender de forma integral qué es lo que está pasando con los conflictos sociales de un determinado momento, consideró el doctor Juárez Núñez, al recordar que fue el contacto con sus estudiantes y las dudas que externaban ante su situación laboral en la planta Volkswagen (VW), lo que provocó que investigara a profundidad la industria automotriz y la relación con sus sindicatos.
“En 1984, junto con un grupo de estudiantes obreros de la VW, realizamos un estudio para que la comisión revisora de ese sindicato negociara la reducción de horas de la jornada de trabajo, algo que parecía imposible pero que sí logramos —de 46 a 44 horas—, sin modificar la intensidad del trabajo. Yo dirigí al equipo, redacté los textos y pude ayudarlos, desde entonces mi relación con el sindicato de la VW continúa”.
Actualmente, el doctor Huberto Juárez colabora con empresas como Ford, Nissan, General Motors y otras industrias de autopartes. Ofrece además a los sindicatos cursos de capacitación para las comisiones revisoras y de productividad, un trabajo que también ha facilitado estrechar vínculos con obreros del norte del país, pero también del extranjero como Brasil, Alemania, Canadá y Estados Unidos.
“He profundizado mis estudios en la elaboración de cálculos de costos laborales y cálculos de costo de producción. En 1985, publiqué un texto que originó una invitación por parte de brasileños para dar cursos a sus comisiones y delegados sindicales, desde entonces colaboro con ellos. En noviembre de 1987, viajé por primera vez a Alemania, invitado por la Universidad de Kassel para hacer trabajos de investigación sobre la industria automotriz mexicana y alemana, específicamente sobre la VW”.
Allá… donde viven los más pobres
Otra de las líneas de investigación del doctor Huberto Juárez es la maquila del vestido, específicamente en la zona centro del país. Su investigación dio como resultado la publicación de varios libros, entre los que destaca Allá… donde viven los pobres (2005), publicación apoyada con financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El libro trata de una industria relativamente nueva en México, la maquiladora del vestido, pero que expone la problemática del ensamble en México y la falta de generación tecnológica. Refiere además que a partir de que se inicia la apertura comercial con otros países, las regulaciones mexicanas proteccionistas se eliminan, las inversiones comienzan a absorber esta industria como un campo propio para utilizar telas norteamericanas y ensamblarlas en México.
“A eso se debe que la actual industria maquiladora no genere encadenamientos productivos ni aprendizaje industrial, algo que parece increíble porque el vestido y los pantalones de mezclilla —lo que más se produce— son productos verdaderamente simples en cuanto a composición; sin embargo, no hay diseños ni marcas propias. Por si fuera poco, los tratados comerciales fracturaron la relación entre la industria textil mexicana y la industria ensambladora del vestido, porque las prendas que se hacían para Estados Unidos no se podían exportar sin aranceles a menos que fueran hechas con telas, hilos, botones y etiquetas norteamericanos”, detalla el doctor economista de la BUAP.
Allá… donde viven los más pobres resultó ser una investigación que atrajo la atención de muchos de sus colegas, de ahí que tuviera que reimprimirse tres veces, además de ser traducido al inglés.
El libro incluye el levantamiento de mil 13 entrevistas durante el año 2003, básicamente con trabajadores de la maquila del vestido en el municipio de Tehuacán, al oriente de Puebla, así como de otros municipios de los alrededores, incluyendo los de la Sierra Negra.
Pionero en estudios de la industria aeroespacial
De acuerdo con los estudios realizados por el doctor Huberto Juárez, la industria aeroespacial en México se da en mayor medida a principios del siglo XXI; sin embargo, es de carácter maquilador y su presencia en nuestro país obedece a la necesidad de reducción de costos en el ensamble de partes en las plantas norteamericanas. En Estados Unidos, asegura el doctor Juárez Núñez, los trabajadores de la industria aeroespacial pueden llegar a ganar de 40 a 45 dólares por hora; en México, los salarios de esta industria están por debajo de los dos dólares por hora. La industria aeroespacial está ubicada en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Querétaro.
“Siempre he pensado que la ciencia desde mi área debe ser objetiva, crítica y evitar apologías de políticas empresariales que benefician principalmente a los inversionistas y no a la clase trabajadora, olvidándose del sector social. Desde mis primeras investigaciones en la década de los 80, siempre discutí que la industria automotriz no ha generado aprendizaje industrial ni encadenamientos productivos, remitiéndonos a la condición de ensambladores de automóviles, a diferencia de otros países que han generado sus marcas”.
El doctor Huberto Juárez finaliza asegurando que a 43 años de trabajo ininterrumpido, la investigación en estas áreas debe continuar pues resulta crucial para ir modificando los escenarios adversos.
Fuente: CONACYT.
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