El Museo Descubre cuenta con dos nuevas salas, mismas que se crearon con recursos de Fondos Mixtos (Fomix) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Juan Leonardo Martínez Sandoval, director del Departamento de Atención Educativa del Museo Descubre, describió en qué consisten estas nuevas atracciones del inmueble.
Una de las salas está dedicada a la robótica e inteligencia artificial, mientras que la otra se enfoca en las energías renovables, ambas están divididas en secciones, contienen tótems informativos y talleres interactivos.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Martínez Sandoval habló sobre estas exposiciones: “En la de robótica hay mucha información acerca de lo que es la robótica, por ejemplo, tenemos los tótems, donde en las pantallas puedes encontrar lo que antecedió a la robótica en sí, que tiene que ver con la literatura y el teatro, donde más o menos a principios del siglo XX se ideó en Checoslovaquia la idea del robot, pero en una obra de teatro. También, por ejemplo, en Metrópolis, de Fritz Lang, y más recientemente Isaac Asimov, que puso las tres leyes de la robótica que, paradójicamente, también han servido para cómo deben de programarse los robots”.
Asimismo, en la sala puede encontrarse información acerca de las diversas aplicaciones de la robótica: industrial, medicinal, militar, humanoide y en el hogar. Durante el recorrido se proyectan videos que muestran a los visitantes ejemplos sobre sus usos más prácticos.
“Después vamos a los talleres, tenemos robots que pueden interactuar con las personas, los más sofisticados que tenemos son los NAO, son unos robots que tienen más de 20 puntos de movilidad, si los combinas, se pueden lograr movimientos muy complejos, tenemos tres de ellos. Tenemos otros dos robots que tienen que ver con la emoción, entonces tienen una carita y reaccionan. Y tenemos unos robots didácticos para el área industrial, que ayudan, con un control remoto, a calcular trayectorias”, indicó.
Las personas que visiten el museo pueden interactuar con ellos, por ejemplo, se diseñó una dinámica en la que el robot humanoide simula los movimientos de una disciplina deportiva, la gente tiene la oportunidad de decir cuál disciplina está representando, y si la respuesta es correcta, entonces el robot reacciona con un gesto aprobatorio.
“Existe un taller de programación, ese es un poco más complejo, pero ahí pueden programarse los movimientos de los robots. Además, hay otros robots que son los Cubelets, que son unos robots que son como cubos, que los ensamblan y cada cubo tiene una función especial: unos son sensores, otros movimientos, otros tienen luz, esto para relacionar la parte de la mecánica y la electrónica, por medio de la programación”, informó.
Martínez Sandoval mencionó que el objetivo de esta exposición es que se conozca la robótica y las distintas maneras en que se aplica en la vida diaria, asimismo, que las personas tengan la experiencia de estar directamente con un robot y que no lo vean como algo muy lejano.
Energías renovables
En la sala de energías renovables las personas que asisten al Museo Descubre tienen la oportunidad de conocer qué es la energía, desde un punto de vista físico y químico, así como las distintas fuentes renovables que existen: agua, biomasa, solar y viento, entre otras. Se ofrece información detallada acerca de cómo se genera este tipo de energías alternativas.
“También hay una parte que es la de huella ecológica, para que bajo un cuestionario, el visitante vea cómo sus hábitos están influyendo en la producción de contaminantes y que, por lo tanto, tome conciencia de que debemos cambiar nuestros hábitos y utilizar nuevas fuentes de energía. La sala aborda 12 temas, con 11 tótems interactivos que incluyen una pantalla táctil y una pantalla HD para que estén interactuando con los contenidos”, detalló.
Finalmente, el director del Departamento de Atención Educativa del Museo Descubre dijo que la sala cuenta con un taller, en este, por medio de un carrito, se comparan distintos tipos de energía: se le añade agua y mediante un mecanismo para generar presión se produce energía hídrica; se le coloca una lámpara para probar la energía lumínica; y se experimenta también con la mecánica a través de un dínamo.
Fuente: CONACYT.
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