Emprendedores jaliscienses desarrollaron una fresadora automática de bajo costo a fin de dar un impulso a la industria local y nacional, así como al rubro de formación de recursos humanos. Esta máquina se ha convertido, como lo buscaban sus creadores, en un invento disruptivo que ha logrado impactar en la modernización de pequeños talleres de torno, quienes no podían dar el salto a la automatización de sus procesos debido al elevado costo de las fresadoras de alta precisión, con costos superiores al millón de pesos.
Aprovechando los años de experiencia que trabajar en grandes empresas tecnológicas como Intel, Hewlett Packard (HP) e International Business Machines (IBM) les dejó, los ingenieros Jesús González López y Ramón Contreras Hinojosa fundaron la empresa Daptta.
“Como ya teníamos los conocimientos técnicos, se nos ocurrió tomar una fresadora convencional de bajo costo y convertirla en una máquina de control numérico por computadora (CNC)”, compartió el ingeniero Jesús González López.
La fresadora es el modelo OR-40 y su precio es 75 por ciento más económico que aquellas máquinas de alta precisión disponibles en el mercado. Se compone de computadoras de alta velocidad, capaces de interpretar y reproducir prototipos digitales en tercera dimensión.
Actualmente, la empresa se ubica en el Parque Tecnológico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), universidad con la que también colaboran en proyectos de investigación. De igual modo, estudiantes de las licenciaturas en mercadotecnia, derecho, comercio internacional y de las ingenierías mecánica y electrónica participan en diversos aspectos técnicos y administrativos de Daptta.
Pymes y educandos, los principales clientes
Los empresarios entendieron, luego de hablar con un distribuidor de fresadoras, que existe en el país un amplio mercado no atendido, separado por las diferencias significativas de precios entre fresadoras manuales y automatizadas.
Tras un análisis, definieron que los principales clientes de su producto serían los pequeños talleres que necesitan adquirir su primera máquina de control numérico para ser más competitivos, rápidos y uniformes en su trabajo.
“Nuestra máquina, comparada contra las máquinas manuales que tienen los clientes, hace hasta 10 veces más rápido el trabajo. Eso es lo que están buscando los talleres”, señaló González López.
Un segundo sector interesado sería el de los grandes talleres, que ya cuentan con fresadoras CNC para su producción principal pero que requieren de un equipo más económico para delegar a este sus segundas operaciones.
“El tercer cliente es en el rubro de educación. Las escuelas están comprando dos tipos de máquinas: unas muy chiquitas que realmente no transmiten el conocimiento que requieren y las otras son las máquinas enormes y caras, que ni alumnos ni maestros tienen permitido usar porque se echa a perder. Pero nuestra máquina para eso es, para aprender. Son sencillas y fáciles de arreglar si necesitan alguna reparación y de un costo más económico”, mencionó el ingeniero Ramón Contreras Hinojosa.
Una máquina más rápida, precisa y económica
Para economizar en el proceso, el primer prototipo de la fresadora fue montada en una máquina manual de origen chino. A esta le agregaron otros elementos manufacturados por ellos, el principal fueron sensores de alta definición que detectan las imperfecciones en los cortes para corregirlos a través de algoritmos de software.
La fresadora CNC OR-40 tiene un motor de dos caballos de fuerza, pesa 300 kilogramos y puede procesar hasta 100 kilogramos en el área de trabajo, misma que es de 45 x 20 x 12 centímetros. Cuenta con una precisión de una milésima de pulgada, velocidades de avance de cinco metros por minuto, es compatible con software convencional y está disponible en versión bifásica y trifásica.
Desde 2015 se dedicaron al desarrollo y perfeccionamiento de esta maquinaria, la cual ya lleva un año en el mercado. La inversión inicial fue de aproximadamente un millón de pesos de fondos propios.
“El reto fue que contara con los estándares de calidad que habíamos aprendido trabajando en las empresas internacionales, pero con una producción de bajo costo. Nos dedicamos no solo a hacer un producto, sino a conscientemente dedicarle tiempo para que pudiera ser algo a nivel internacional y vender en cualquier parte del mundo y ser competitivo”, comentó Jesús González.
La máquina permite trabajar con distintos materiales, como aluminio, acero, cobre, madera y plástico, entre otros. Industrias como la automotriz, la eléctrica y hasta la joyera utilizan estos equipos para la manufactura de diversas piezas, como moldes, prototipos y engranes.
Los inicios de Daptta
A decir de los entrevistados, la empresa surgió de manera fortuita. Los colegas se encontraron en la sala de juntas de Intel, la empresa donde ambos laboraban, para firmar sus respectivos retiros.
“Nos retiramos los dos el mismo día y decidimos ir haciéndolo juntos. Eso fue hace tres años y desde entonces decidimos reunirnos para formar ideas. Concluimos que nos íbamos a aburrir si no hacíamos nada y que teníamos que retribuir a la sociedad mexicana algo de lo mucho que nos otorgó”, compartió el ingeniero Jesús González.
En tanto, el ingeniero Ramón Contreras Hinojosa afirmó que la esencia de Daptta es crear tecnología disruptiva que resulte en soluciones para la industria y la sociedad, a la vez que utilizan sus conocimientos y se divierten ideando estas contribuciones.
Próximos proyectos
La fresadora fue un proyecto que derivó de un proyecto previo, que implicaba la construcción y adaptación de una rampa en camionetas para personas con discapacidad motriz que usan sillas de ruedas.
“Estábamos a la mitad de ese proyecto cuando a la hora de hacer prototipos, necesitábamos de una fresadora CNC. Y como los equipos de este tipo cuestan más de un millón de pesos y ya teníamos los conocimientos técnicos, se nos ocurrió hacerla nosotros mismos, a un bajo costo”, compartió Jesús González.
Ahora que la fresadora ya no es un impedimento, los emprendedores señalaron que retomarán el proyecto de la rampa. Asimismo, este año trabajarán en una solución con base en alta tecnología para remediar la plaga del muérdago y en la creación de maquinaria especializada de bajo costo para la industria quesera, que cubra los estándares de calidad e inocuidad de las normativas nacionales.
“Tenemos una lista de 20 proyectos en espera y también trabajamos con el ITESO en algunos proyectos de investigación”, continuó el emprendedor, a la vez que no descartó solicitar fondos federales para próximos proyectos.
Para mayor información, visite www.daptta.com
Fuente: CONACYT.
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