Cuando cursaba sexto de primaria lo invitaron a participar en un concurso de diseño de juguetes. De inmediato, la idea lo entusiasmó. Optó por construir un automóvil eléctrico. “Esta anécdota sería la decisiva en mi infancia para tener un interés hacia la ciencia y la tecnología… y quién diría que iba a terminar también con un enfoque automotriz”, relató con entusiasmo el doctor Hamurabi Gamboa Rosales, especialista en desarrollo de sistemas de entretenimiento automotriz, en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
“En ese momento decidí construir un carro eléctrico; para ello deshice una videocasetera, saqué el motor y me di cuenta que al invertir las baterías obtenía la dirección del giro del motor. Compré unos botones en una ferretería, una pila y los adapté a mi carrito eléctrico junto con el motor de la videocasetera, que podía controlar hacia adelante o hacia atrás. Aunque tenía 11 años de edad, este lo considero como el inicio de mi carrera como ingeniero”.
Originario de Jerez, Zacatecas, Hamurabi Gamboa es uno de los fundadores y líder del Centro de Investigación e Innovación Automotriz de México (CIIAM), de la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAIE-UAZ), grupo que ha logrado que dicha universidad sea la primera del continente americano en formar parte del EB GUIDE University Program de la empresa alemana Elektrobit GmbH.
“Desde mis primeros años escolares recuerdo que siempre me gustaron las ciencias básicas, disfrutaba mucho de naturales y matemáticas. A pesar de que soy bueno para memorizar, quería evitarlo, prefería entender y practicar. En la preparatoria estuve en el bachillerato de físico matemático para ingresar a la carrera de ingeniería electrónica, que desde niño quise estudiar”.
Electrónica, comunicaciones y procesamiento de voz
Hamurabi Gamboa obtuvo una beca institucional para estudiar en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) la carrera de ingeniería en electrónica y comunicaciones. Convivir con extranjeros durante esta etapa académica, causó en Gamboa Rosales el interés de estudiar una maestría en México que le permitiera desarrollar una estancia académica en el extranjero.
“Obtuve otra beca Conacyt para estudiar la maestría en la Universidad de Guanajuato (Ugto) en procesamiento digital de señales. Realicé mi tesis durante una estancia académica en la Universidad Tecnológica de Dresden, en Alemania, en sistemas de comunicación. Estando en Alemania y trabajando en esta área, me especialicé en el procesamiento de voz. Cuando finalicé mi tesis apliqué para estudiar el doctorado, también sobre procesamiento de voz, en la misma universidad”.
El reconocimiento de voz y la reproducción de la misma de forma artificial fue un tema que desde un principio apasionó a Hamurabi Gamboa. Expuso que le pareció algo fascinante, principalmente por tratarse de algo inteligible y relacionado con el procesamiento del lenguaje natural.
“En ese tiempo —año 2004— no había aplicaciones para ese tipo de tecnología; fueron implementadas hasta que aparecieron los automóviles de lujo, que necesitaban editar el driver distraction y la solución fue a través de la voz. Entonces inició el auge de las aplicaciones de las tecnologías de voz en el área automotriz”.
El doctor Hamurabi empezó a trabajar en proyectos de investigación en Siemens, en el desarrollo de aplicaciones y procesamiento de voz para teléfonos celulares. Posteriormente, trabajó en Nuance Communications International, en Bélgica, y finalmente laboró en Panasonic Automotive Systems Company of America, en Estados Unidos.
“Una de las costumbres que tienen en Alemania, que me gustaría impulsar aquí en la UAZ, es que cuando hacen algo, lo comercializan. Ellos tienen mucho vínculo con la industria, lo que me permitió trabajar en los proyectos que realicé en Siemens, Continental y TechniSat. Cuando egresé, trabajando para Nuance, me permitió brindar los servicios de procesamiento de voz como ingeniero de investigación en el sector automotriz para empresas como Mercedez Benz (Daimler), Audi, BMW, Porsche AG”.
¿Cómo funcionan las tecnologías de voz?
El doctor Hamurabi Gamboa indicó que un principio para entender el funcionamiento de las tecnologías de voz es conocer que se trata de una codificación; estar consciente de que en muchas ocasiones lo que el emisor piensa es diferente de lo que habla, porque al codificar —razonar lo que se piensa— se pierde información; mientras que el receptor al escuchar y entender se desempeña como decodificador.
“Las tecnologías de voz funcionan con el análisis de la señal de voz o de la onda sonora en el dominio de la frecuencia, no dependen del tiempo, en donde la frecuencia fundamental de voz, la intensidad o la energía con que una persona habla y la duración de sus fonemas caracterizan una determinada voz, conocido como timbre. Posteriormente, se realiza una caracterización en el dominio de la frecuencia del lenguaje —como los fonemas, sílabas, palabras y oraciones— y una vez caracterizado esto, se almacenan en una base de datos —por ejemplo, al decir ‘casa’—, se muestrea la señal sonora, se procesa en frecuencia y a través de un modelo estadístico de reconocimiento de patrones determinamos si realmente se dijo ‘casa’ y así sucesivamente se hace una secuencia de oraciones que permiten reconocer la voz”.
Por otra parte, explicó que la reproducción o síntesis de voz funciona en sentido inverso; en un sistema, llamado síntesis “concatenativa”, en donde el usuario graba una voz en diferentes contextos y el sistema concatena —corta pedazos de voz— para formar sonidos que representan algún mensaje.
Formación en idiomas, recomendación fundamental para los tecnólogos
El doctor Hamurabi Gamboa indicó que hablar cuatro idiomas —español, inglés, alemán y holandés— es algo que le ha abierto las puertas a la industria internacional, específicamente en su caso del área automotriz, porque la mayoría de las aplicaciones de voz en automóviles se hacen en 18 idiomas, para cubrir el mercado mundial.
“La cuestión idiomática es fundamental. Yo recomiendo también aprender japonés como algo sumamente importante, porque Estados Unidos, Europa y Japón son las vertientes en el sector automotriz. Un ejemplo es que cuando fui a EE. UU., noté que el europeo, aunque hablara francés, alemán, español e inglés, basta con este último idioma para comunicarse. A diferencia del japonés, que quien lo sabe, se hace muy atractivo en el ámbito profesional y comercial”, concretó.
Fuente: CONACYT.
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