Wendy Cruz Fabián, estudiante de maestría en diseño industrial en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), diseñó un producto ergonómico para cuidadores primarios de personas con discapacidad motriz, proyecto por el cual fue invitada a participar en el Global Grad Show, a celebrarse del 13 al 18 de noviembre de este año.
El Global Grad Show es una exposición de proyectos innovadores de las principales escuelas de diseño del mundo, que se celebra cada año como parte de la semana del diseño en Dubái.
El proyecto de Wendy Cruz Fabián se enfoca en auxiliar a los cuidadores primarios de las personas con discapacidad en el momento del traslado. El cuidador primario es aquella persona que se encarga de llevar, trasladar y proveer todo lo necesario a la persona con discapacidad.
De acuerdo con Wendy Cruz, basada en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al tercer trimestre de 2016 había en México 286 mil personas ocupadas en el cuidado de personas dependientes, de las cuales en su mayoría fueron mujeres. “Es una actividad desarrollada predominantemente por mujeres, ya que 97 de cada 100 personas que la ejercen pertenecen a este género. De acuerdo con la Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social 2012, 1.1 millones de hogares requirió de un cuidador de manera temporal por enfermedad o accidente de alguno de sus miembros”, dijo.
Por lo general, expresó, un cuidador primario no tiene el conocimiento para desplazar de un lado a otro a la persona con discapacidad motriz, en comparación con un cuidador experto. Cuando este último carga a la persona con discapacidad, su eje longitudinal se mantiene en una posición anatómica correcta, con el centro de gravedad por debajo de la persona con discapacidad; mientras que, por inexperiencia y desconocimiento, el cuidador primario en ocasiones mantiene su centro de gravedad por arriba del de la persona con discapacidad, por lo que la carga se vuelve aún más pesada. El eje longitudinal y centro de gravedad son dos elementos a considerar al momento de trasladar al paciente, por ejemplo, de la cama a la silla de ruedas. Si los movimientos se realizan de forma inadecuada, hay consecuencias en la salud física del cuidador.
“El cuidador primario no es consciente del riesgo, solo tiene la necesidad de cargar y trasladar a la persona. En un análisis realizado en la cámara de Gesell del posgrado de Diseño Industrial de la UNAM, comparé a un cuidador primario con una cuidadora experta, esta última tarda alrededor de cuatro segundos en trasladar a la persona con discapacidad de la cama a la silla de ruedas, mientras que el cuidador primario hace lo mismo en 12 segundos. No se trata de la fuerza del cuidador ni estatura o género, es más bien el conocimiento que se tiene acerca de los aspectos como el centro de masa y eje longitudinal para poder hacer el traslado”, dijo la especialista.
Lumbalgia (dolor de espalda en la zona lumbar), escoliosis (desviación en la columna vertebral), desarrollo de hernias discales e incluso incapacidad física son consecuencias a las que podría enfrentarse el cuidador. “Es importante hacer investigación para las personas cuidadoras, porque podrían convertirse en los futuros discapacitados si no se les presta atención en lo que respecta a esta parte”, expresó Wendy Cruz.
Con estos antecedentes, Wendy Cruz desarrolló un producto tecnomecánico, de acuerdo con una clasificación propuesta por ella misma, al que llama Proback; cuenta con amarres en cada una de las piernas que ayudan al cuidador a mantener una postura anatómicamente correcta durante la carga. El desarrollo tiene también una pequeña almohadilla de memory foam, que se adapta a la zona lumbar, una faja elástica que comprime y da refuerzo a los órganos, además protege la columna vertebral.
El Proback cuenta con resortes en la zona de la espalda que permiten un cierto rango de flexión e indican cuando se trata de una postura incorrecta. “Eso ayuda a que el cuidador sin experiencia en el manejo de cargas y el cuidado mantenga una postura adecuada. El equipo te dice: ‘Hasta aquí se puede’. Tiene un placa metálica que ayuda a tener rigidez y una posición erguida”, explicó Wendy Cruz.
Financiamiento
Por el momento, Wendy Cruz Fabián realiza pruebas de funcionalidad y busca financiamiento para lanzar al mercado este desarrollo. El costo aproximado del Proback es de tres mil pesos, “pero se pretende buscar un precio más accesible”, comentó .
De acuerdo con la especialista, existen instrumentos tecnológicos dirigidos a cuidadores primarios de personas con discapacidad motriz, como es el exoesqueleto; sin embargo, su costo es elevado e incluso inaccesible para una población de escasos recursos. “Más de 70 por ciento de las personas con discapacidad no son económicamente activas y no están en las mejores condiciones para adquirir ese tipo de tecnología”, comentó.
Wendy Cruz Fabián señaló que el interés por realizar este producto nace a partir del caso de Carmen Rojas, una señora mayor al cuidado personal de su nieto, un joven de 16 años con parálisis cerebral.
“Cuando vi el caso me di cuenta que todo se centraba en la persona con discapacidad, pero no en la abuela, y para mí fue muy dramático ver que cada vez se acortaba el tiempo funcional de la señora, por este riesgo de cargar (con una mala postura) al nieto. A partir de ahí pensé: ‘Este es el problema de investigación donde se debe hacer algo”, concluyó.
Aun cuando se trata de un desarrollo pensado en los cuidadores primarios de personas con discapacidad motriz, la estudiante de posgrado de la UNAM reconoce su utilidad en personas que realizan trabajos de carga.
Fuente: CONACYT.
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