El Grupo de Investigación en Candelilla de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) es un equipo interinstitucional de científicos creado para estudiar las características de recursos forestales no maderables, como la planta candelilla (Euphorbia antisyphiliticaZucc).
Recientemente este equipo de trabajo obtuvo la licencia patente al innovar en el proceso de producción para la extracción de cera natural de esta especie vegetal.
La candelilla es una planta endémica de la región conocida como desierto chihuahuense, que abarca los estados del norte de México y el sureste de Texas. De ella se extrae una cera que tiene múltiples aplicaciones en diversos sectores industriales.
“La cera de candelilla tiene múltiples aplicaciones, dentro de ellas la aplicación en alimentos y en labiales, eso genera que exista la posibilidad que una gran cantidad de contaminantes se puedan consumir (…) Tiene más aplicaciones, desde usarse para la grasa de zapatos, moldes de precisión, base del combustible sólido de cohetes de la NASA, entre otras múltiples aplicaciones”, comentó el doctor Romeo Rojas Molina, profesor investigador titular A de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y coordinador del Centro de Investigación y Desarrollo en Industrias Alimentarias (CIDIA).
Un método tradicional y tóxico
Sin embargo, el método tradicional, que de acuerdo con reportes encontrados por los investigadores es empleado desde 1914, es sumamente dañino para la salud de los productores y afecta el medio ambiente, ya que corta y sumerge la planta de candelilla en una solución de agua con ácido sulfúrico que corroe la paila (caldero de hierro semejante a una olla gigante) donde se mete la planta; además, se genera una gran cantidad de tóxicos y vapores de ácido sulfúrico que son dañinos para la salud de los candelilleros.
A raíz de esta situación y el deseo de los investigadores de participar en un proyecto del Fondo Sectorial Conacyt-Conafor (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y Comisión Nacional Forestal) orientado al aprovechamiento de especies forestales no maderables, entre ellas, Euphorbia antisyphilitica o candelilla, surgió el Grupo de investigación en Candelilla de la Uadec y comenzaron a trabajar sobre el tema.
“En 2007, se abre el Grupo de Investigación en Candelilla, cuyos objetivos eran precisamente atender aspectos de calidad, de proceso, en la separación, en la refinación, en la aplicación, en el desarrollo de nuevos productos; todo con base en la candelilla, para tratar de contribuir con los productores de cera que, para el estado de Coahuila, es una actividad muy importante”, explicó el doctor Cristóbal Noé Aguilar González, coordinador del grupo, profesor investigador del Departamento de Investigación en Alimentos en la Facultad de Ciencias Químicas de la Uadec y SNI nivel III.
Mínimo impacto ambiental
El primer paso para generar un nuevo proceso de extracción de cera de candelilla fue consultar investigaciones previas en torno a esta planta, realizado, principalmente, por instituciones de la región como la misma Universidad Autónoma de Coahuila, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA).
En 2008, después de la revisión bibliográfica, los científicos iniciaron el desarrollo del nuevo proceso y el diseño del equipo escalable para la extracción de cera. Luego de dos años de trabajo, el equipo desarrolló un método alternativo para la extracción de cera de candelilla.
Este nuevo proceso contenía diferencias sustanciales en relación con el proceso tradicional: la sustitución del uso de ácido sulfúrico en el proceso de extracción de cera de candelilla, que es altamente tóxico, y se realiza con ácidos orgánicos que pueden ser obtenidos de frutas, esto reduce el impacto ambiental al ser de origen orgánico y no genera daño al consumidor por lo que puede ser empleado en la industria alimenticia.
Los vapores que se inhalan no son tóxicos, es vapor de agua, a diferencia del proceso tradicional que eran vapores de ácido sulfúrico, esto reduce notablemente el impacto en la salud de los trabajadores.
“En el diseño del equipo antes se utilizaba (aún se utiliza en algunos lados) una paila con caldero de hierro, como una olla gigante donde se mete la planta pero se corroe el equipo si utilizamos ácido sulfúrico y el equipo dura solo dos años cuando mucho. Si utilizamos ácidos orgánicos, como es en este caso, el equipo normalmente dura hasta 50 años”, precisó el especialista Rojas Molina.
Método patentado
Con este nuevo proceso, la cera de candelilla es considerada totalmente orgánica, por el origen de la planta y el método sustentable con el que se obtiene, con la capacidad de incorporarse a productos alimenticios, cosméticos, entre otros.
Al obtener este desarrollo, el siguiente paso de los investigadores fue comenzar los trámites para obtener la patente en torno a este nuevo proceso en 2010.
“En 2016 sale el resultado, pasó todas estas revisiones y nos otorgaron un título de patente este año, donde podemos decir que es de nosotros como inventores y queda a nombre de la Uadec; se puede comercializar y podemos explotar el registro de patente por 20 años (a partir de la solicitud), hasta 2030”, añadió el científico Rojas Molina.
Sobre la importancia para el sector rural, el coordinador Aguilar González destacó que este proyecto tiene posibilidades de fomentar la economía de diversas comunidades y en varias lograron atraer la atención de los jóvenes para ver como una oportunidad el procesamiento de esta especie vegetal para obtener la cera de candelilla.
“En el transcurso de este lapso hemos apreciado de forma grata (…) que se han generado más de cinco (empresas) que tienen este producto como su materia prima, lo cual es muy importante porque es un producto que se exporta a Europa, Asia, Norteamérica”, añadió.
Actualmente, los integrantes del grupo generan productos a partir de la cera de candelilla como nanoemulsiones, cubiertas o sistemas diversos de protección para prolongar la vida útil en anaquel de frutas y verduras. El nuevo proceso y equipo ha sido probado en comunidades ubicadas en la zona de Cuatrociénegas, Ramos Arizpe, en Coahuila, además de localidades de los estados de Zacatecas, Chihuahua y Nuevo León.
A futuro, los especialistas coinciden en que el siguiente paso será continuar la implementación del nuevo proceso en el sector rural, el desarrollo de nuevos materiales a base de estas ceras y generación de compuestos para el sector agronómico a base de este producto para el sector biotecnológico y farmacéutico.
Fuente: CONACYT.
IMPORTANTE:
Sí: El usuario podrá preguntar, felicitar, realizar críticas constructivas y/o contribuir con opiniones relevantes en el campo de la ingeniería e infraestructura.
No: Molestar, intimidar o acosar de ninguna manera.Tampoco utilizará el espacio para la promoción de productos o servicios comerciales, así como de cualquier actividad que pueda ser calificada como SPAM.
Para saber más consulta los Términos de Uso de INGENET.