BITÁCORA

Distingue el Instituto Nacional de Cáncer de EU como innovadora a científica mexicana

Talia Wegman Ostrosky es egresada de la UNAM como médico genetista y actualmente realiza un posdoctorado en epidemiologia genética y cáncer en el National Cancer Institute (NCI) en Bethesda, Maryland (EU). En abril de 2017 fue seleccionada para participar en el Congreso de la Asociación Americana de Investigación en Cáncer, uno de los más importantes en la materia a nivel mundial, donde tan solo a un mes de dar a luz, presentó en plataforma oral los avances de su investigación. En octubre de 2017 fue reconocida como uno de los cinco mejores trabajos de los institutos de salud de EU (NIH) presentados en el capítulo de latinos (SACNA) sobre los fundamentos genéticos de la rara malignidad de los tejidos blandos, el rabdomiosarcoma.


En 2018 le será otorgado el NCI Director’s Innovation Award, premio que apoya a jóvenes investigadores excepcionalmente creativos que proponen proyectos innovadores y de alto impacto.

Declarada orgullosamente mexicana, la doctora Wegman Ostrosky explica en entrevista que llegó al NCI como investigadora del Instituto Nacional de Cancerologia (INCan), promovida por el doctor Luis A. Herrera Montalvo a fin de fortalecer un programa colaboración entre ambas instituciones. “Al término de mi ‘posdoc’ regresaré a mi institución a aplicar lo aprendido que incluye el análisis de los estudios de exoma, de enfermedades raras y la creación de cohortes para éstas y prevención de cáncer, además de continuar con colaboraciones”.

Si bien se sabe que aproximadamente 90 por ciento de los casos de cáncer se producen por una interacción entre causas ambientales y genéticas, el diez restante se genera como enfermedad familiar por una mutación en su ADN, la cual se hereda de generación en generación. Esa es el área de investigación de quien realizara su doctorado en la Universidad de Guadalajara, es decir, los genes en las familias que pueden están involucrados en esas enfermedades.

A decir de ella misma, el mayor aporte como investigadora tiene que ver con dos puntos importantes: “el primero, la tecnología que usamos, hacemos estudios de exoma completo, lo cual quiere decir que en lugar de estudiar uno o algunos genes los estudiamos todos. Esto hace que el estudio y la comprensión del cáncer sea mucho más integral.

“El segundo, estudiamos tumores raros, esto es de suma importancia, ya que por el hecho de ser poco frecuentes son poco estudiados y los avances sobre tratamiento y pronóstico son pocos”.

La doctora Wegman Ostrosky ejemplifica su trabajo al referirse a los rabdomiosarcomas, tumores que afectan a niños y adultos jóvenes, que pueden crecen en diferentes partes del cuerpo, como cara (cabeza y cuello), extremidades, tórax y hasta útero o testículo. El 30 por ciento de los niños mueren a los cinco años, y los que viven tienen muchas complicaciones incluido riesgo de tener un segundo cáncer.

“Nuestros resultados parciales han encontrado que entre 10 y 15 por ciento de estos casos son causados por mutaciones en genes que confieren alto riesgo familiar, esto significa que una vez identificado la causa del tumor (que a veces este punto puede ser suficiente, el entender por qué da mucha tranquilidad) se debe buscar si otros familiares como los padres o hermanos también tienen la mutación y por lo tanto su riesgo de cáncer está aumentado. Una vez que se identifica se pueden hacer medidas de prevención de cáncer. Pero además nuestros resultados parciales también demuestran que algunos de estos genes mutados tienen opciones de tratamiento, por lo que en un futuro se podrían desarrollar tratamientos personalizados para estos pacientes”.

Sobre los motivos que la llevaron a dirigir tus objetivos científicos al estudio de cáncer, la destacada mexicana expone que tiene una respuesta personal: “Mi padre murió de un tumor cerebral, y ante la impotencia de saber que iba a morir me prometí a mí misma que algo tenía que hacer contra esta enfermedad y para poder ayudar tanto a los pacientes como sus familias. Mi respuesta científica es que los síndromes de cáncer familiar son un gran modelo para poder entender el proceso por el cual se genera en cáncer y que cuando se entiende la biología de estos síndromes raros se puede extrapolar a la población general”.

La doctora Wegman Ostrosky participa también de una colaboración bilateral entre INCan-NCI, donde estudia el exoma de mujeres jóvenes mexicanas con cáncer de mama.

Fuente: Agencia ID.

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