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Banco de germoplasma, conservación de especies acuáticas de México

La mayoría de las especies acuáticas de relevancia comercial en México ha alcanzado, desde la perspectiva del manejo pesquero sustentable, su captura máxima, lo que hace urgente el desarrollo de herramientas biotecnológicas para su cultivo y preservación.

El banco de germoplasma del Subsistema Nacional de Recursos Genéticos Acuáticos (Subnargena), perteneciente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y coordinado por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), conjunta el más sofisticado equipamiento con el trabajo de especialistas dedicados a la preservación de material biológico que permite la reproducción de especies acuáticas, ya sea con fines de conservación o proyectos de acuicultura.

Tal es el caso del abulón, cuya pesquería, de acuerdo con el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), muestra un constante descenso desde 1992.

La doctora Fabiola Lafarga de la Cruz, investigadora del Departamento de Acuicultura del CICESE, trabaja en la producción de especies híbridas de abulón.

“La idea es dar una alternativa a las empresas para incrementar esta producción con una semilla híbrida que crezca más rápido y que tenga rangos de tolerancia térmica y una supervivencia mejorada”, apuntó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.

El proyecto es financiado con el fondo de Investigación Básica SEP-Conacyt y la componente de Recursos Genéticos Acuícolas Conapesca-Sagarpa. Especialistas del CICESE desarrollarán los protocolos para el cultivo de cinco especies de abulón y la obtención de reproductores para la producción de semillas de especies puras e híbridas.

Con este objetivo, la doctora Fabiola Lafarga trabaja con el banco de germoplasma para preservar material genético y tejidos, además de gametos de cinco especies: abulones negro, chino, rojo, azul y amarillo.

“Para nosotros, es muy valioso cuando un reproductor desova, no todos los gametos los utilizamos, sobre todo los masculinos, porque desova cantidades muy grandes. Hacemos las fecundaciones con bajo número de espermios y si tenemos un buen reproductor o tenemos reproductores que generen buena progenie, es ideal guardar este espermio y preservarlo para hacer futuras fecundaciones”.

Desarrollo de protocolos

Conocimientos sobre reproducción, genética, fisicoquímica, bioquímica y fisiología de especies acuáticas convergen en la operación del banco de germoplasma que, además de resguardar en nitrógeno líquido el material biológico con fines de preservación, ofrece un servicio a las granjas que requieren la conservación de los espermas o embriones de las especies que cultivan.

La doctora Carmen Guadalupe Paniagua Chávez, coordinadora del Subnargena, expuso que por germoplasma se comprende que son todas aquellas células que tienen la capacidad de dar origen a un individuo como huevos y esperma.

“Para hacer la conservación de recursos genéticos, necesitamos germoplasma y por eso tenemos bancos en diferentes partes del país que estamos con la tarea de hacer la recolección”.

No obstante, en la mayoría de los casos el complejo procedimiento para la conservación de germoplasma de peces, crustáceos y moluscos no está definido y los especialistas que colaboran en el Subnargena deben desarrollarlo.

“Entonces nosotros tenemos que definir procedimientos muy particulares para cada especie: características reproductivas, temporadas de liberación de gametos para la recolección de muestras”, mencionó la doctora Carmen Paniagua.

Ya sea que las especies deban recolectarse en el ambiente natural o en un estanque de cultivo, el banco de germoplasma resguardará aquellas muestras que ya fueron analizadas genéticamente, que están libres de patógenos y en el estado óptimo para que produzcan nuevos organismos.

La coordinadora del Subnargena observó que una vez que la muestra se conserva en nitrógeno líquido, se considera la culminación del protocolo, pues solamente se volverá a disponer de ella cuando se requiera para la producción de nuevos organismos.

Previo a este paso, deben seleccionar una solución que proteja del frío el esperma, huevo, larva o tejidos y determinar las tasas de congelamiento idóneas para que la muestra sobreviva congelada.

Método alterno

Los huevos de las especies acuáticas cuentan con una protección que solo los espermas tienen capacidad de atravesar para fecundar, pero si lo que se pretende es congelar los huevos para conservarlos, las soluciones que los protegen del frío deben ser capaces de atravesar la protección.

“Como el huevo tiene ese aislante, no entra nada. Entonces ha sido muy difícil encontrar un protocolo, hay muchos investigadores que están intentando hacer lo más posible; en moluscos, se han podido congelar huevos, en ostión, específicamente, se han podido congelar huevos, esperma y larvas, pero hay que ver otros métodos para las especies de las que no se han podido congelar huevos”, consideró la doctora Carmen Paniagua.

Frente a estas complicaciones, los especialistas del banco de germoplasma experimentan con técnicas de aislamiento y congelamiento de células germinales de peces.

«Las células germinales pueden ser extraídas de las gónadas, se aíslan y las podemos resguardar en nitrógeno líquido. Como estas células pueden originar huevos o espermatozoides, estaríamos en la posibilidad de poder conservar los huevos desde este nuevo método”.

Colaboración estratégica

Hasta ahora, el banco de germoplasma conserva material perteneciente a ostiones, trucha de San Pedro Mártir, lenguado, totoaba, camarón, mejillón, bacalao negro, entre otras, que suman alrededor de 20 especies presentes en aguas mexicanas.

Con la colaboración de sedes en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) y en la Unidad de Transferencia Tecnológica Tepic del CICESE (CICESE-UT3), el banco extiende su capacidad para conservar especies que habitan en las diferentes regiones del país.

Actualmente en Tabasco, colaboradores del Subnargena trabajan con tres especies de róbalos para las que se desarrollan protocolos específicos, mientras que en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) se hace lo respectivo con pez blanco.

La coordinadora del Subnargena enfatizó que el objetivo no es que los materiales permanezcan guardados, sino que se resguarden para su uso cuando así se requiera, además de almacenar materiales de empresas productoras acuícolas.

“Lo que estamos haciendo es que si, por ejemplo, un productor tiene una línea genética y quiere resguardar el germoplasma de esos animales para que no se vaya a perder o respaldarlo para cuando haya un evento de alto riesgo como la pérdida de los organismos por enfermedad, nosotros podemos dar un servicio de resguardo”, finalizó.

Fuente: CONACYT.

 

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