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Edén del conocimiento, un lugar para la ciencia juvenil

El esfuerzo de 45 niños, niñas y jóvenes científicos que han destacado en competencias dentro y fuera del país se refleja en Edén del conocimiento, libro que desde hace seis años integra los mejores proyectos del país.

La publicación logra la unión de investigadores y académicos de la Red Nacional de Actividades Juveniles en Ciencia y Tecnología, Movimiento Internacional para el Recreo Científico y Técnico, la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Universidad de Occidente en Sinaloa, entre otras.

La coordinadora del libro es la doctora Virginia López Nevárez, adscrita a la antes llamada Universidad de Occidente, ahora Universidad Autónoma de Occidente (Uadeo), en Ahome, Sinaloa.

En entrevista, explicó que este año la publicación muestra ocho artículos sobre las Pandillas Científicas de ExpoCiencias, investigaciones realizadas por estudiantes del nivel medio superior, así como artículos científicos de jóvenes que cursan el nivel superior.

Indicó que todos los proyectos implican un arduo trabajo de investigación y la convicción de aportar a la generación de conocimiento.

“Las experiencias derivadas son de gran valor, al ser energía y creatividad, con proyectos que van desde la elaboración de bebidas nutritivas, la conservación de la reserva de la biósfera y el uso de la realidad aumentada, entre otros, combinado con el hecho de ser niños o jóvenes que, además, deben ser felices en la escuela y aportar al cuidado del medio ambiente”.

Añadió que la reciente publicación cuenta con artículos sobre investigaciones aplicadas en el nivel medio superior, aborda el estudio de temáticas relacionadas con el impulso y desarrollo de la agricultura, salud, educación y civismo, principalmente. Algunos proyectos se enfocan en la generación de alimentos, la elaboración de plaguicidas, el uso de fertilizantes 100 por ciento naturales, el análisis de la historia del feminismo en México, la importancia de la atención a niños zurdos en la escuela y la reutilización del agua.

“Este tipo de proyectos pone en evidencia el interés por proponer soluciones con argumentos significativos basados en la generación de nuevos conocimientos”, comentó López Nevárez.

Los proyectos

El capítulo 3 de Edén del conocimientoagrupa las aportaciones de 21 artículos científicos de estudiantes del nivel superior. El interés principal de los jóvenes universitarios y sus maestros destaca en la elaboración de detergentes orgánicos, reproducción y desarrollo embrionario del acocil nativo (Cambarellus sp.) en condiciones de laboratorio, aplicaciones web, alimentos nutritivos, cuidado de la salud, enseñanza de las matemáticas, alertas para sismos, entre otros.

“En el país tenemos a jóvenes cada vez más decididos a arriesgarse a hacer cosas nuevas, a experimentar, a ser optimistas, a ser responsables con su país, a amar la vida y sobre todo a aceptar los retos y desafíos de las situaciones adversas para aprender de ellas y a sacar el espíritu científico que llevan dentro y, principalmente, a hacer ciencia a la mexicana”, dijo la coordinadora.

Nivel preparatoria

En la categoría nivel medio superior destacó el trabajo de las estudiantes de la Preparatoria Salvador Allende de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Sandra Iveth Gutiérrez Esquerra y Glenda Araceli Limón Salazar, quienes preocupadas por el medio ambiente, propusieron la documentación de un fertilizante 100 por ciento natural.

“Muchos productores se preocupan por obtener recursos, pero no por el medio ambiente. Nuestro proyecto permite, incluso, la generación del doble de ganancias con respecto a un agroquímico, solo que a dos años. Son más los beneficios que aportan a la tierra: materia orgánica, macronutrientes, nutrientes, fósforo”, describió Gutiérrez Esquerra.

Recordó que en su región, uno de los agricultores decidió aplicar el producto y logró cultivos sanos y saludables.

Su proyecto «El uso de fertilizante 100 por ciento natural y el logro de cultivos ecológicamente sustentable» evidencia la eficiencia de la aplicación del producto en cultivos de plantas de rosales. Describe además la importancia de promover su uso, por no tener consecuencias negativas en cuerpos de agua y en la salud humana, por no mostrar efecto ambiental adverso en suelos, por ejemplo, con cultivos de cebolla, donde lo aplicaron.

Gutiérrez Esquerra explicó que el fertilizante es un producto derivado de una investigación de científicos en Colombia, que no se encontraba documentada en México.

Las estudiantes decidieron documentar la investigación en su comunidad, la sindicatura de San Pedro, en el municipio de Navolato, cuya población es de tres mil 848 habitantes. Aplicarían el producto y comprobarían a los productores de la región la importancia del uso de fertilizantes naturales.

“Lo documentamos aquí. Realizamos una investigación de campo, viendo qué herramientas teníamos a nuestro alcance. Los reactivos principales son el estiércol de vaca, la ceniza de caña, suero de leche y otros minerales”.

Los principales argumentos de las jóvenes para la aplicación del producto en campos agrícolas de Sinaloa eran las pérdidas de propiedades de suelo como consecuencia de los agroquímicos y los padecimientos que podrían registrar personas en contacto con esos productos.

“Buscábamos alternativas más saludables para el medio ambiente. Al vivir en una zona rural ganadera, tenemos la facilidad para adquirir suero de leche, la ceniza de caña, el estiércol de vaca; solo necesitábamos recolectar eso y la fabricación era una elaboración anaeróbica, que con un tambo de 200 litros metíamos todo. A partir de 30 días ya teníamos un fertilizante”.

El equipo probó primero en plantas de rosales. Realizaron comparaciones de una muestra en la que utilizaron solamente agua y otra con el fertilizante natural.

“Después vimos que hubo un mayor crecimiento en la flor que recibió el fertilizante”.

Más tarde aplicarían un proceso de mayor profundidad a un cultivo de cebolla, donde encontraron mayores resultados.

“Con ayuda del laboratorio para investigación de suelo, observamos el intercambio iónico, la humedad, salinidad del suelo; notamos muchos avances en comparación con el cultivo de cebolla, al que se introdujo solo agua con respecto al fertilizante 100 por ciento natural”.

Las alumnas participaron en dos Ferias Regionales de ExpoCiencias en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, posteriormente acudieron a la etapa nacional y obtuvieron acreditación a la competencia internacional, realizada en Taiwán.

“Platicamos con los agricultores. Hicimos una encuesta de campo. Les preguntamos si conocían algún tipo de fertilizante 100 por ciento natural. También si conocían los efectos negativos de un agroquímico. Contrastamos, lo aplicamos a productores conocidos en Navolato y en San Pedro, a nivel zona. Encontramos que la mayoría no conocía el fertilizante y desconocía los efectos negativos que los agroquímicos traían a la tierra”, explicó.

Pandillas Científicas

Pandillas Científicas es una de las categorías de la Red Nacional de Actividades Juveniles en Ciencia y Tecnología en ExpoCiencias Nacional. Participan niños de nivel básico con proyectos científicos.

Ese capítulo integra proyectos como Aprendizaje aumentado: uso de realidad aumentada en el entorno educativo; Biodigestor, alternativa energética; Conservación de la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla (Rebiosh); Dispositivo de frenado electrodinámico; Felicidad en la escuela: una nueva asignatura; Formulación de una bebida nutritiva con proteínas alternativas; Sé chido, piensa verde; y Sistema microsatelital para la medición de contaminantes atmosféricos.

Fuente: CONACYT.

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