Desde enero de 2016, más de 35 mil jóvenes de la Ciudad de México —de entre 12 y 29 años de edad— han recibido ayuda especializada en el Hospital de las Emociones para enfrentar el dolor causado por un duelo, por una ruptura amorosa o la ansiedad provocada por la propia familia, que les demanda éxitos profesionales y económicos en una urbe extraordinariamente aspiracional y compleja.
Con un novedoso enfoque basado en la atención a pacientes jóvenes por médicos jóvenes, este proyecto a cargo del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (Injuve) se impuso el reto de cambiar la forma de hacer política pública de juventudes.
¿Eres feliz?
El instituto encontró en la Consulta de Tendencias Juveniles de la Ciudad de México un grave problema de salud emocional en los jóvenes. Y es que un dato que alarmó a las autoridades locales fue que 55 por ciento de los jóvenes encuestados en la consulta se consideraron personas infelices.
Además, 66 por ciento declaró haberse sentido deprimido en alguna ocasión, estos resultados dieron pie a desarrollar el primer Diagnóstico de Salud Emocional Joven de la Ciudad de México.
Esta encuesta consistió en evaluar el estado emocional de los jóvenes y la incidencia de alteraciones psicológicas; la muestra fue de 100 personas, de entre 14 a 29 años de edad, por cada una de las 16 delegaciones.
La cicatriz del News Divine
María Fernanda Olvera Cabrera, directora del Injuve, explicó que a raíz de esta información y otros sucesos como el ocurrido en el News Divine —en donde hace 10 años fallecieron 12 jóvenes— hubo serias recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal para crear una verdadera política dirigida a este sector.
“Estos indicadores nos hicieron entender la importancia de conocer la situación emocional de las personas, y cómo esa situación emocional es la pieza clave para entender cómo los individuos se comportan en sociedad”, dijo en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
De ahí se originó el proyecto de política pública, desde la conceptualización hasta la implementación, que hizo una realidad el Hospital de las Emociones.
“Esto no surgió de la nada y tiene todo un proceso detrás que está pensando en las personas que necesitan un espacio único y de nueva creación, en donde se les pudiera dar una terapia gratuita especializada”, agregó.
De joven a joven
El hospital se concibió como un lugar cómodo y agradable que generara empatía con los pacientes. También diseñaron un modelo clínico innovador en colaboración con los Servicios de Salud Mental de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.
El modelo que crearon en conjunto es único, no tiene precedentes en el país, ya que la idea partió de ser un servicio de atención de jóvenes para jóvenes, lo que logra generar un vínculo de empatía más fuerte, comentó Olvera Cabrera.
“Para tratar con jóvenes necesitas un joven que esté relacionado y haya crecido en el contexto actual de la situación en México. Se enfrentan día a día a la misma ciudad y es más probable que se entiendan mejor”, explicó.
Enaltecer la figura del psicólogo como una pieza clave en la política de juventud también constituye un objetivo del Hospital de las Emociones, más allá de la sociología y la antropología social, las nuevas políticas se deben de centrar en el individuo, dijo la responsable del Injuve.
Las causas que llevaron a los jóvenes a las condiciones de salud emocional en la que hoy se encuentran son variadas, pero en la mayoría de los casos está relacionado el entorno familiar.
Un estudio sobre la depresión en adolescentes en México, del Instituto Nacional de Psiquiatría, reveló que la prevalencia de esta enfermedad es mayor en poblaciones con situaciones psicosociales desfavorables; sin embargo, las investigaciones epidemiológicas demuestran la presencia del problema en la población general.
En la transición hacia la edad adulta afecta mucho a los jóvenes la idea de tener que cumplir las aspiraciones o metas impuestas desde el entorno familiar, en especial de los padres. Por lo que muchas veces se llegan a sentir muy presionados.
“En el mundo de hoy en día todo está apuntando en dirección hacia las emociones, desde la mercadotecnia hasta la sociología. Por lo que está claro que el mundo se está moviendo hacia las emociones”, agregó.
Reconoció que los gobiernos y los tomadores de decisiones han llegado tarde al tema de la salud emocional, pues se pudieron haber evitado muchos problemas desde la raíz, que han causado mucho daño a la sociedad.
Sin embargo, que la salud emocional sea un concepto nuevo hace que no esté visibilizado como un tema central en la creación de políticas públicas, por lo que ha tocado al Injuve poner el tema sobre la agenda, dijo.
Desde corazones rotos hasta pensamientos suicidas
A pesar de ciertos prejuicios que se tienen alrededor de la salud emocional y lo que conlleva asistir con un psicólogo, los pacientes después de pasar por el Hospital de las Emociones logran desarrollar muchas habilidades.
En México, es requisito que estén acompañados de, al menos, el padre, madre o tutor adulto para recibir atención en problemas de la salud, incluidos los emocionales.
“Hemos reforzado muchas habilidades sociales de los jóvenes que no tenían autoestima. A partir de ello han logrado el motivo y las razones para continuar cada día”, explicó Diana Puente, coordinadora de Salud Emocional del Injuve.
A los jóvenes que han sufrido algún trauma se les enseña a lidiar con lo sucedido basados en la formación de un autoconcepto para mejorar la forma en que se enfrentan a su contexto, añadió en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Asimismo, crearon un modelo en el cual estandarizaron ciertas características para saber cuándo los jóvenes pueden presentar ciertos rasgos indicativos de problemas como abuso sexual, pensamientos suicidas, entre otros.
“Atendemos miles de corazones rotos, y hablar de un corazón roto hoy es prevenir una muerte. Es decir, estamos tratando temas intangibles para prevenir conductas de riesgo tangibles”.
La directora, María Fernanda Olvera Cabrera mencionó que se han dado cuenta de que es una política acertada, pues ha ganado validación social y, en general, los jóvenes saben que existe porque conocen a alguien que ha ido.
En particular, subrayó que una ley de juventudes a nivel federal es necesaria para que los jóvenes sean reconocidos como un grupo.
“Nos enfrentamos a un país donde hay muchos contrastes y la Ciudad de México se ha vuelto aspiracional para muchos jóvenes de otros estados de la república”, concluyó.
El Hospital de las Emociones está consolidado en el Deportivo Eduardo Molina de la delegación Venustiano Carranza. Sin embargo, dada la demanda inicial se vieron obligados a extender espacios de atención satelitales en las delegaciones Tlalpan, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y se acaba de inaugurar un segundo hospital en Milpa Alta.
En planes se encuentra la construcción de dos nuevos hospitales en el centro de la ciudad y en la delegación Iztapalapa.
Fuente: CONACYT.
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