Emelyn Medina Saucedo sueña con un mundo en el que todos hagan robótica y la apliquen en su rutina. Esta joven tiene la convicción de que desde esta área pueden surgir futuros profesionales capaces de resolver problemáticas con robots, y no duda en compartir su pasión por la búsqueda de conocimientos para aportar en esta rama de estudios.
Nacida en la Ciudad de México, esta joven ingeniera plantea en Guadalajara la necesidad de contar con más espacios para la enseñanza de estudios en robótica. A través de ponencias, como 10 cosas que aprendí de un robot, Emelyn divulga su pasión con el fin de incentivar a los demás y abrir una brecha para impulsar estos conocimientos.
Esta ingeniera relata que desde la adolescencia tuvo un acercamiento con temas de robótica e ingeniería y fue en ese entonces cuando planteó estudiar ingeniería en mecatrónica en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN); sin embargo, su experiencia con la construcción de robots inició desde los 16 años.
Durante ese periodo fue invitada por uno de sus profesores, Humberto Montes, quien la contempló para el equipo de robótica a nivel preparatoria, con el que participaron en competencias internacionales. Para Emelyn, este fue su primer paso dentro del mundo de la robótica.
“Siempre fue importante tomar cada recurso que obteníamos. Los primeros robots que empecé a hacer eran reciclados completamente, desarmaba juguetes o aparatos electrónicos, y de pronto te vas dando cuenta que quieres hacer robótica mucho más especializada que te lleva a un punto donde la investigación y el desarrollo son importantes”.
Emelyn ha participado en concursos internacionales de robótica, algunos de ellos con robots sumo. La ingeniera relata que gracias a la necesidad de contar con una mejor calidad para la creación de dispositivos se tuvo que adentrar en otras áreas que son ajenas a la ingeniería, como la administración y el comercio.
“Todo mundo debería de hacer robots, eso es lo que creo, porque te enseña a hacer muchas cosas, no solamente aprendes conocimientos técnicos, sino que también aprendes técnicas para la vida”.
Debido a ello considera que la robótica le ha dado herramientas para crecer como ingeniera, y es precisamente esa manera de vivir la robótica la que la lleva a compartir sus experiencias en ponencias o a través de proyectos como Iron Land, un área de Talent Land en que se aborda la creación de robots y drones, así como talleres con distintas finalidades.
Constantemente en aprendizaje, Emelyn cuenta que siempre está en contacto con personas interesadas en robótica para compartir sus conocimientos: “Siempre hay una noticia nueva por aprender, siempre sé que alguien en el día me va a dar aprendizaje importante y hay que pensar que el día tiene que valer para algo”.
En un futuro contempla dedicar una parte de su tiempo para la docencia en el IPN ya que asegura que de esta manera puede impulsar a más personas en el área de la robótica y la educación, además de que considera que de esta manera contribuye a la institución que la apoyó durante su formación.
“Amo mi institución, que me dio una educación pública libre y que me apoyó todo el tiempo. Los directivos del Politécnico siempre confiaron plenamente en mí”.
Originaria de Ciudad de México, esta joven fue atraída a Guadalajara para participar con Talent Land desde hace casi un año, y bromea al decir que si el Politécnico Nacional estuviera en la Perla Tapatía, sería la ciudad perfecta para ella.
Robots en las aulas
La pasión de Emelyn por la robótica aumenta cuando puede aplicar sus conocimientos junto a la pedagogía. La ingeniera relata que su acercamiento a las aulas se dio en Ciudad de México, donde impartía clases en un colegio que impulsaba el aprendizaje de sus estudiantes mediante técnicas como la robótica.
Ahí ayudaba a los alumnos a aterrizar las ideas de sus materias en proyectos que implicaban robótica y creatividad. Posteriormente, descubrió que también le agradaba impartir clases, por lo que ya ha pensado en combinar ambas aficiones.
“Me di cuenta que uno de mis talentos es compartir el conocimiento, me encanta, me fascina. Creo que el siguiente paso en mi vida es hacer un posgrado en tecnologías de la educación”.
Emelyn menciona que en Jalisco se observa una tendencia en el área de la robótica ya que se está buscando implementar esta área de estudio desde la educación básica. La ingeniera resalta que apostar a la enseñanza de robótica desde las aulas traerá como consecuencia que en un futuro el estado se pueda posicionar a la vanguardia en este campo.
“Están apostando desde los cimientos, creo que en algunos años Jalisco será un referente porque habrá niños y jóvenes que impulsarán el desarrollo tecnológico para el área de robótica”.
Fuente: CONACYT.
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