De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el comportamiento epidemiológico de las enfermedades en México desde principios del siglo XX ha sufrido cambios considerables dada su relación con las transiciones demográficas, ambientales, económicas, sociales y culturales.
Así los cambios que también ocurrieron en el campo de la atención a la salud han influido en el perfil epidemiológico y todo aquello relacionado con la incidencia y prevalencia de enfermedades o muerte en la población mexicana, que pasaron de ser enfermedades infecciosas principalmente a enfermedades crónico degenerativas.
Por esta razón y adentrados en el siglo XXI, surgen nuevas oportunidades para enfrentar el nuevo panorama epidemiológico de México, predominantemente dominado por estas enfermedades crónico degenerativas —como obesidad, diabetes o cáncer, por mencionar algunas—, a través de la creación de institutos y laboratorios que contribuyan a mejorar las técnicas de diagnóstico, atención y tratamiento.
En este sentido, el Laboratorio Nacional en Salud: Diagnóstico Molecular y Efecto Ambiental en Enfermedades Crónico Degenerativas nació en 2015 gracias al Programa de Laboratorios Nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La formación de este centro se hizo con la intención de amalgamar la experiencia que hay en la Facultad de Estudios superiores (FES), unidad Iztacala, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que el laboratorio fue construido en una facultad periférica y no central como se hace comúnmente.
El nombre del laboratorio nacional surgió del trabajo que hacen en la facultad, pues cuentan con el área de salud, ambiente y educación. Los investigadores del laboratorio se enfocan en la temática de salud y enfermedades crónicas porque al tratarse de patologías que desgastan física y emocionalmente al paciente por sus prolongados y costosos tratamientos, hacer un diagnóstico temprano y oportuno podría evitar el sufrimiento de los pacientes, así como el desgaste familiar y económico que implica.
Además, proporcionan servicios de análisis de última generación en el área biomédica a través de un grupo de trabajo multidisciplinario que contribuya al conocimiento científico de procesos inflamatorios asociados al origen de las enfermedades crónico degenerativas.
Investigación a la vanguardia
El doctor Felipe Vaca Paniagua, investigador y coordinador del área de secuenciación masiva del Laboratorio Nacional en Salud, comentó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que en el área de la salud el equipo de trabajo está enfocado principalmente en las enfermedades crónico degenerativas como Parkinson, Alzheimer o síndrome metabólico, pero tienen un especial énfasis en el cáncer.
Dada la multidisciplina que tiene la FES Iztacala con la Unidad de Investigación en Biomedicina (Ubimed), las líneas de investigación del laboratorio van encaminadas a ese fin, así como en conocer los efectos del impacto ambiental en la salud.
“La Ubimed es el área de investigación de la facultad donde salen muchos de los profesores que somos miembros del laboratorio nacional y como tal le damos servicio al sector industrial, agropecuario y principalmente al sector privado”, explicó Felipe Vaca.
Cuentan con más de 23 colaboradores nacionales e internacionales, donde instituciones como la Universidad Estatal de Ohio, la Universidad El Bosque en Colombia y universidades estatales en México, como en Durango, Oaxaca, Estado de México y otros, se suman a la investigación de vanguardia con este laboratorio.
También las participaciones se expanden hacia áreas que no son académicas, es decir, a las instituciones de salud como el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), el cual es uno de los principales socios del laboratorio nacional, así como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el que existe un convenio firmado para poner en marcha un programa de detección de cáncer de mama hereditario.
“Se llama Programa de Detección de Cáncer Hereditario IMSS-UNAM y está programado para que este mismo año salga, se está llevando a cabo toda la logística del programa para que en este primer semestre se analicen 300 mujeres que sean candidatas a ser portadoras de una alteración genética”.
Infraestructura del laboratorio
Para llevar a cabo la organización adecuada para las investigaciones, el laboratorio cuenta con cuatro áreas principales que se encargan de manera independiente de elaborar protocolos de investigación relevantes, cuyo fin es realizarlos a nivel comunitario.
Los recursos vienen directamente de Conacyt a través del Programa de Laboratorios Nacionales, otra parte de la universidad y del Incan, así como de lo generado por el mismo laboratorio a través de los servicios que presta.
Las cuatro zonas de análisis son el área de secuenciación masiva de genes, la cual está coordinada por el doctor Felipe Vaca Paniagua y que cuenta con material de última generación como un secuenciador, un robot pipeteador, así como un bioanalizador que permite aumentar cuatro veces la capacidad de procesamiento, secuenciar hasta trescientos pacientes al mes y llevar un adecuado control de calidad de lo que elaboran.
El área de espectrometría de masas, coordinada por el doctor César Mateo Flores Ortiz, cuenta con dos cromatógrafos y un espectrómetro de alta calidad donde pueden detectar compuestos orgánicos e inorgánicos, como contaminantes de metales pesados, además de que se analizan contaminantes de alimentos para ganado, principalmente micotoxinas.
También están las áreas de microscopía electrónica de transmisión y barrido, coordinada por la doctora María Rosa Ávila Costa, y citometría de flujo y separación celular, coordinada por el doctor Luis Ignacio Terrazas Valdés.
“La inversión para conseguir el equipo de la mejor calidad está en más de 20 millones de pesos aproximadamente y cada área tiene un sistema de gestión de calidad donde damos seguimiento a todas las muestras que llegan en los procesos, nos certificamos a finales del año 2017 y ya recibimos el reconocimiento oficial que cumplimos con la Norma ISO 9001-2015”, comentó Luis Ignacio Terrazas.
Desde 2015 a la fecha, el laboratorio ha procesado más de dos mil muestras en las diferentes áreas de trabajo. También hay formación de recursos humanos a nivel de licenciatura, maestría y doctorado, de los cuales dos alumnos de licenciatura y dos de maestría se han graduado con trabajo hecho en el laboratorio nacional; cuentan con un cuerpo de investigación formado por 24 especialistas.
De esta manera, los investigadores mencionaron que cubren las áreas más importantes como son el sector académico, científico, privado, industrial y sector salud, así como también está el impacto que provocan en la sociedad con colaboraciones altruistas a través de fundaciones.
“Tenemos asociación con la Fundación Alma la cual cierra el círculo virtuoso que hemos logrado porque hace la última parte del proceso, nosotros hacemos la primera, que es la detección del problema genético, la institución de salud le da el tratamiento a la paciente o la intervención que puede ser la cirugía, pero nadie hace la reconstrucción, no está incluida en el sector salud”.
Investigación que trasciende fronteras
El doctor Luis Ignacio Terrazas comentó que el principal aporte del laboratorio nacional en el tema de investigación desde su creación fue la publicación del estudio Lack of STAT6 attenuates inflammation and drives protection against early steps of colitis-associated colon cancer en la revista científica Cancer Immunology Research, investigación que valió ser la portada de la publicación de mayo de 2017 y posicionarse como los primeros científicos mexicanos en tener una investigación en dicha revista.
El trabajo se hizo con animales genéticamente modificados y encontraron que una molécula dentro del propio sistema inmunológico denominado STAT6 tiene un papel en contra de la respuesta protectora contra el cáncer, de tal manera que si esa molécula es bloqueada, se evita el desarrollo de cáncer de colon a nivel experimental.
“Vamos en ese proceso de que pueda ser reproducible en humanos, lo que estamos haciendo ahora es bloquear la molécula en estadios intermedios o avanzados de cáncer de colon para ver hasta qué momento se puede prevenir de manera satisfactoria”, explicó Luis Ignacio Terrazas.
Entre otros proyectos, tienen trabajos que estudian la evolución genética de las plantas mexicanas como la planta cactácea Mammillaria, de la cual hacen una secuenciación del cloroplasto para hacer una reconstrucción filogenética de su evolución en las regiones geográficas donde puede ser encontrada, lo que permitirá entender mejor cómo protegerlas.
El futuro del laboratorio
A través de todos estos avances que se han presentado desde la creación del laboratorio, los especialistas esperan tener más recursos que les permitan adquirir mejores equipos y poder mantener en marcha el centro.
“Queremos ser un laboratorio de referencia a nivel nacional, estamos por desarrollar nuevas técnicas diagnósticas de detección de contaminantes, nuevas técnicas en el área de citometría de flujo para hacerla más puntual en el diagnóstico y lo que queremos hacer es un gran esfuerzo para llevar estos análisis para que tenga mayor impacto en la población en los diferentes sectores que tenemos”, comentaron los investigadores.
Buscan ser reconocidos especialmente en el área pecuaria por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para tener la solidez que permita determinar una serie de contaminantes y no solamente micotoxinas.
Además quieren impactar en el sector salud a través de la detección de mutaciones asociadas al cáncer, no nada más al cáncer de mama, y por medio de la certificación que recibieron recientemente de la Norma ISO 9001-2015 tienen un aliciente para seguir trabajando y fortalecerse como laboratorio nacional.
“Esta certificación garantiza esencialmente que todos los análisis de laboratorio tienen una trazabilidad que está marcada en procesos y que cuenta cada uno de ellos —los procesos— con registros específicos, entonces eso favorece que el laboratorio trabaje de una manera adecuada, ordenada, programada y que haya un involucramiento también de las autoridades universitarias”, señaló Felipe Vaca.
Los investigadores mencionaron que el laboratorio aún es joven pero ya cuenta con trabajos que permitirán posicionarlos como una referencia de impacto para hacer avances significativos en el país y que salga de los límites nacionales como ya se ha demostrado.
Algunas de las mayores satisfacciones que encuentran los especialistas es poder trabajar en equipo y poder devolver un poco a la sociedad y agradecen el apoyo de Conacyt, la UNAM, el Incan y a la misma facultad para que esto pueda ser llevado a cabo.
“Una de las cosas más importantes de esto es ver cómo llegan los jóvenes y cómo se van transformando sus conocimientos a través del laboratorio y que en un tiempo relativamente corto puedan empezar a aplicar lo que saben para su situación laboral”, finalizaron.
Fuente: CONACYT.
IMPORTANTE:
Sí: El usuario podrá preguntar, felicitar, realizar críticas constructivas y/o contribuir con opiniones relevantes en el campo de la ingeniería e infraestructura.
No: Molestar, intimidar o acosar de ninguna manera.Tampoco utilizará el espacio para la promoción de productos o servicios comerciales, así como de cualquier actividad que pueda ser calificada como SPAM.
Para saber más consulta los Términos de Uso de INGENET.