Ciencia, tecnología e innovación (CTI) es una tríada indispensable para el bienestar y progreso de la sociedad. Es a través de estos tres campos del desarrollo que es posible aumentar la competitividad y productividad de los países al promover la diversidad y riqueza del conocimiento, generar soluciones a problemáticas complejas y procurar la calidad de vida de las comunidades.
En México, la generación del conocimiento científico, la producción de tecnologías y el fomento a la innovación se gestan desde una gran variedad de instituciones y organismos, tanto públicos como privados, que brindan oportunidades de desarrollo académico a investigadores nacionales y extranjeros. De tal forma, la inversión en ciencia, tecnología e innovación tiene un impacto directo en el desarrollo de las capacidades formativas y profesionales del sector productivo de nuestro país.
Quintana Roo, con una población mayor al millón y medio de habitantes, según el censo de 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en donde 88 por ciento de la población se ubica en centros urbanos y 12 por ciento habita zonas rurales, tiene una trayectoria reciente en el ámbito de la ciencia, tecnología e innovación, en comparación con el ámbito nacional.
El primer centro de investigación en Quintana Roo se fundó el 21 de julio de 1979 bajo un esquema de asociación civil de participación mayoritaria del gobierno federal y al cual se le denominó Centro de Investigaciones de Quintana Roo (Ciqroo). El programa institucional del centro estaría cimentado en el aprovechamiento racional de los recursos naturales como base para el desarrollo económico, el desarrollo de tecnologías apropiadas y la implementación de estudios sociales, todo esto en sintonía con la reciente inversión federal que impulsaba la vocación turística de Quintana Roo.
Durante 16 años, el Ciqroo generó aportes significativos para el conocimiento y aprovechamiento de los recursos naturales de Quintana Roo, así como sobre dinámicas sociales propias del estado. Destacan los resultados del esfuerzo académico para las recopilaciones sobre la biodiversidad biológica en la reserva de la biosfera de Sian Ka’an, la biodiversidad marina y costera de México y el estudio de la frontera México-Belice. Para 1995, se decretó la disolución del Ciqroo, transfiriendo sus bienes y programas a El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), con el propósito de establecer una unidad de investigación en Quintana Roo.
La creación del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología (Coqcyt) en diciembre de 1999 fortaleció la institucionalización de la promoción de la capacidad científica en el estado. Para 2005, se constituyó el Centro para Estudios del Agua (CEA) como subsede del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY). En 2006, la publicación de la Ley de Ciencia y Tecnología del Estado de Quintana Roo (LCYTEQ) marcó una pauta para el desarrollo de reglamentos, instrumentos de planeación y documentos rectores que potenciaron un marco de fortalecimiento para las iniciativas de ciencia, tecnología e innovación locales.
Uno de estos documentos rectores es la Agenda Estatal de Innovación para Quintana Roo, liderada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en donde se instrumentan estrategias públicas que comparten una visión del desarrollo a través de gobierno, academia, industria y sociedad. Para Quintana Roo, la Agenda Estatal ha establecido tres áreas de especialización: turismo sustentable, aprovechamiento sustentable de los recursos naturales e industria de tecnologías de la información y comunicación (TIC).
En la actualidad, Quintana Roo cuenta con más de 20 instituciones de educación superior (IES) que se desempeñan como generadoras de conocimientos y tecnologías, así como cinco centros de investigación orientados primordialmente al aprovechamiento forestal, de recursos pesqueros, la industria alimentaria, los recursos naturales y servicios ecosistémicos y a la gestión, uso y conservación del acuífero de Quintana Roo.
Motores del desarrollo científico y tecnológico
Entre los actores de mayor crecimiento y diversificación en el quehacer científico de Quintana Roo, se encuentran las empresas y organismos registrados en el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (Reniecyt), plataforma digital que concentra a sujetos receptores de apoyo de fondos del Conacyt. Además, en Quintana Roo hay 129 académicos registrados en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), lo que equivale a una tasa de 8.6 investigadores por cada 100 mil habitantes. Por su parte, se cuenta con 13 programas inscritos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC).
Uno de los instrumentos de apoyo a la ciencia de mayor incidencia en el estado ha sido la constitución de Fondos Mixtos (Fomix), aplicado por primera vez en 2001. Los Fondos Mixtos son un instrumento que apoya el desarrollo científico y tecnológico estatal y municipal, a través de un fideicomiso constituido con aportaciones del gobierno del estado o municipio y el gobierno federal, a través del Conacyt. Para 2017, se designó un fondo mixto de 51.5 millones de pesos que se suman al presupuesto estatal asignado para ciencia, tecnología e innovación, que fue de 30.3 millones de pesos, para este mismo periodo.
Apropiación social del conocimiento
Incentivar y concientizar a la comunidad, particularmente la población estudiantil, a través de la divulgación de conocimientos científico y tecnológico, para fomentar el interés por la cultura y la curiosidad científica, es lograr una “apropiación social del conocimiento científico”, así lo define el director del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología, Víctor Manuel Alcérreca Sánchez.
Usando la curiosidad y la divulgación de la ciencia como motor y a través de la aplicación de Fondos Mixtos, Quintana Roo es la única entidad de México que cuenta con una Red Estatal de Planetarios, espacios que buscan acercar a la comunidad al conocimiento, a través de experiencias lúdicas para fomentar el interés por la ciencia, la tecnología y promover la innovación.
Esta iniciativa ha sido impulsada, además, por investigadores, divulgadores, expertos, voluntarios, instituciones de educación superior, centros de investigación, organismos de la sociedad civil, ayuntamientos y organismos como la Asociación Mexicana de Planetarios.
La Red Estatal de Planetarios es una de las propuestas más integrales de promoción de la CTI para Quintana Roo. “Solo si despertamos la curiosidad y, por ende, el interés en los niños y jóvenes en la ciencia, la tecnología y la innovación, la sociedad del conocimiento será un hecho”, afirmó Alcérreca Sánchez.
Planetarios
• Planetario Yook’ol Kaab
Ubicación: Chetumal
Está equipado con una sala de proyección, un observatorio astronómico, un área museográfica y un auditorio. Los ejes temáticos representados en este recinto son la cosmovisión maya, la biodiversidad y la astronomía.
• Planetario Ka’Yok
Ubicación: Cancún
Cuenta con un domo digital de 12 metros de diámetro para proyecciones de alta definición, un auditorio y un observatorio con dos telescopios (uno para observación solar y otro de 16 pulgadas para observaciones nocturnas). La museografía del recinto exhibe una línea del tiempo sobre la creación del Universo, el Paseo de la Eclíptica acerca de la cosmovisión maya y un mosaico de biodiversidad.
• Planetario de Cozumel Cha’an Ka’an
Ubicación: Cozumel
Ambientado con una gran ceiba o Ya’axche en su vestíbulo, salas museográficas y sala del agua, cuenta con tecnología de última generación en planetarios digitales. Equipado con una sala de proyección digital que permite exhibir proyecciones en tercera dimensión, primera en su tipo de América Latina.
• Planetario de Playa del Carmen Sayab
Ubicación: Playa del Carmen
Su diseño y equipamiento se desarrollaron sobre los ejes temáticos de biodiversidad, riqueza del patrimonio del acuífero de la península de Yucatán y el patrimonio arqueológico de la región. Está equipado además con un observatorio astronómico dando seguimiento a los eventos astronómicos en todo el litoral del Caribe Mexicano.
Fuente: CONACYT.
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