Ciencia para todos desde el IPN

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) es una de las instituciones académicas en México que más investigación genera; cuenta con 21 centros de investigación, 19 programas de posgrado, mil 890 investigadores vigentes en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y al menos nueve redes de investigación.

En ese contexto, un elemento de gran relevancia para todas aquellas instituciones que hacen ciencia en México y que constantemente generan nuevo conocimiento, así como innovaciones tecnológicas, es la divulgación de la ciencia en todos sus niveles y el IPN es también una de las instituciones que tienen muy claro ese objetivo. Muestra de ello es su Centro de Difusión de Ciencia y Tecnología (Cedicyt).

Se trata de un espacio que a través de tres grandes ejes de acción difunde el quehacer científico del IPN con una oferta dirigida al sector académico, al público estudiantil y a la población en general. Sus ejes de acción son la revista Conversus, el Museo Tezozómoc y el Planetario Luis Enrique Erro, todos ellos con una importante trayectoria para acercar, desde diferentes enfoques, la ciencia a la población.

“El centro es un espacio dedicado a la divulgación científica del conocimiento generado por el IPN, asimismo, el conocimiento generado por la comunidad científica nacional e internacional, conocimiento que debe llegar a la sociedad”, dijo José Juan Rodríguez Origel, director del Cedicyt.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Rodríguez Origel explicó que aun cuando los tres entes que integran el centro son de naturaleza diferente, en la ciencia convergen y enfocan sus esfuerzos en el público y la sociedad en general, su trabajo opera de manera coordinada para ampliar su alcance e incluso evitar que funcionen uno como competencia del otro.

“Estos espacios son independientes y cada uno tiene un objetivo muy particular. El Museo Tezozómoc enfoca sus esfuerzos en la divulgación de las ciencias relacionadas con energía, matemáticas, física y otros elementos de la ciencia, a través de exhibiciones interactivas pensadas para que la gente se lleve el conocimiento relacionado con esas áreas de manera general”.

Entretanto, el Planetario Luis Enrique Erro, la siguiente gran herramienta con que cuenta el centro para divulgar el quehacer científico, se concibió como un espacio para dar a conocer el conocimiento generado en torno a la astronomía y el espacio. “Esta área evolucionó con el paso del tiempo y hoy se aprovecha, gracias a las nuevas tecnologías de cómputo, para realizar diversas proyecciones científicas relacionadas con la astronomía y otras áreas afines”.

Respecto a la revista Conversus, Rodríguez Origel dijo que, a través de sus 20 mil ejemplares, aborda de manera detallada un tema en particular en cada una de sus ediciones.

“Se proporciona información accesible y de fácil comprensión a los lectores; se trata de contenido científico pero llevado a un lenguaje que el usuario pueda entender fácilmente debido a que está orientada a jóvenes entre los 16 y 17 años de edad pero que ha logrado insertarse en el gusto de otros públicos, gracias a los esquemas de comunicación utilizados y a la calidad de su contenido informativo”.

Planetario Luis Enrique Erro, el ojo hacia el universo del Cedicyt

Con más de 50 años de actividades, el Planetario Luis Enrique Erro, con su domo logró cautivar al público infantil y juvenil gracias a que permite la observación nítida del cielo y sus múltiples constelaciones. Su tecnología de inmersión digital se vuelve una gran herramienta gracias a la base de datos de estrellas, galaxias, cielos y modelos astronómicos básicos.

Asimismo, cuenta con un software y hardware de última generación y de los más modernos a nivel nacional e internacional, que le permite realizar visualizaciones en tiempo real, por ejemplo, observaciones astronómicas con base en telescopios ópticos externos o proyecciones temáticas.

“Queremos que este espacio genere experiencias que deriven en el despertar de vocaciones científicas de los niños o los jóvenes”, dijo Rodríguez Origel.

Revista Conversus, el arte de acercar la ciencia a los lectores

Más de una década de contenidos suma la revista que a través de sus 20 mil ejemplares publica bimestralmente ediciones monotemáticas, es decir, números que desmenuzan un solo tema desde diferentes aristas. Para lograrlo, la edición de carácter impreso cuenta con nueve secciones.

Esas secciones están pensadas para cubrir un mismo tema desde diferentes perspectivas que van desde la relevancia del tema abordado en la vida cotidiana de las personas, hasta la presentación de las tecnologías desarrolladas que ya funcionan con base en los principios o descubrimientos del tema en cuestión.

Para potenciar el alcance de la publicación que desde su edición 100 (2013) forma parte del Índice de Revistas Mexicanas de Divulgación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), incursionará en el mundo digital y trabajará más de la mano con los investigadores que día a día generan nuevo conocimiento en el IPN.

“Hemos empezado a invitar a los propios investigadores del IPN para que generen textos de divulgación en temas muy puntuales de la revista. Asimismo, videos cortos relacionados con el contenido de la revista que son difundidos a través de nuestro canal por Internet llamado ConversusTV”.

Museo Tezozómoc, un recinto en busca de mayor impulso

De acuerdo con el director del Cedicyt, aun cuando el museo ya cuenta con un nivel de posicionamiento importante, es quizás de los tres ejes de acción al que le falta explotar aún más su gran potencial. Dos mil 500 metros cuadrados abarca la superficie que este espacio destina a sus exposiciones, las cuales complementa con exhibiciones temporales, espacios destinados a actividades académicas, talleres recreativos y otras acciones de carácter científico y lúdico.

“Queremos posicionar este recinto como el referente al norponiente de la ciudad para que la gente se acerque a la ciencia. Se trata de lograr que la sociedad se apodere de nuestro recinto y lo ubique como una alternativa de museo interactivo a la altura de cualquier otro espacio de ciencia en el país”.

Fuente: CONACYT.