Ciencia para mejorar el escenario productivo de Jalisco

Con sus cuatro sedes en todo el país, el Centro de Investigación y Asistencia en Diseño y Tecnología del Estado de Jalisco (Ciatej) busca consolidarse como una institución de vanguardia para fortalecer los conocimientos científicos en beneficio de la tierra del tequila y el resto de México.

Fundado el 24 de agosto de 1973, el Ciatej surgió como una institución que buscaba dar certeza a la emergente industria en Jalisco, que en ese entonces se centraba en los sectores del vestido, del calzado y de la joyería, explica el doctor Ricardo Cosío Ramírez, director de Desarrollo Institucional de ese centro de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

“Surgimos como iniciativa de los empresarios y productores de la región, quienes tenían la necesidad de una institución que les brindara soporte técnico y tecnológico”.

Sin embargo, con el paso del tiempo este centro de investigación Conacyt buscó ampliar sus enfoques de investigación, lo que derivó en cinco líneas para trabajar: Biotecnología  industrial, Biotecnología vegetal, Biotecnología médica y farmacéutica, Tecnología alimentaria y Tecnología ambiental.

El funcionario explica que actualmente desde Ciatej trabajan en desarrollar líneas de investigación en sus cinco áreas de trabajo; sin embargo, no es necesario que un proyecto se realice con científicos de una sola sede sino que, según el estudio a realizar, se contacta a los especialistas de la institución para formar equipos que puedan llevar a cabo la labor.

“Tenemos cuatro sedes: Guadalajara y Zapopan en Jalisco, Noreste en Nuevo León y Sureste en Yucatán, pero si bien cada sede tiene unidades de investigación, todo nuestro trabajo se centra en las cinco líneas de investigación, sin importar en cuál sede se realicen los estudios”.

Especializados en cinco ramas

La modernización de la Zona Metropolitana de Guadalajara y la región Occidente de México también impulsó el desarrollo de nuevas áreas de investigación en Ciatej. Motivados por la necesidad del sector productivo de la capital jalisciense, este centro de investigación amplió sus especializaciones, consolidando su tecnología y esfuerzos científicos para brindar servicios en estas ramas productivas.

“En la región Occidente, no solo en Jalisco, había muchas empresas que requerían apoyo, no solo de capacitación o asesoría, sino que requerían de proyectos de mayor envergadura, mayor trascendencia y mayor grado de dificultad, que se convirtieron en los primeros proyectos de investigación y desarrollo tecnológico que se empezaron a abordar”.

El doctor Cosío Ramírez recalca que el Ciatej trabaja con tres objetivos primordiales: el primero de ellos, y el principal, se centra en desarrollar proyectos de investigación que deriven en progreso tecnológico, científico y de innovación.

 Mientras que el segundo de sus objetivos es formar recursos humanos con conocimientos científicos de calidad, por lo que también cuentan con una oferta de posgrados, pero al mismo tiempo se trabaja en fortalecer la vinculación con otras instituciones de pregrado para que sus alumnos realicen servicio social o prácticas profesionales.

Por otra parte, el tercer objetivo es ofrecer servicios a las empresas, donde a través de asesorías o estudios técnicos, se orienta al sector productivo con la tecnología que tiene la institución. Cosío Ramírez asegura que este es uno de los puntos fuertes de Ciatej, llegando a atender hasta mil empresas durante un año.

Orgullo generado en la institución

Cosío Ramírez señala que desde el Ciatej se trabaja en el desarrollo de tecnología que haga más fácil las actividades científicas en la institución, pero también para que sean de utilidad en los servicios que este centro de investigación Conacyt ofrece a las empresas de Jalisco y de la región, y asegura que cada línea de investigación cuenta con ejemplos a destacar.

“En el área de Tecnología ambiental tenemos diseños de plantas de tratamiento de aguas que tienen un costo de operación casi en ceros. Son tecnologías que requieren poca inversión; hemos trabajado en ello desde hace años”.

En el caso de Biotecnología industrial, agrega, se tienen proyectos de relevancia como aquellos orientados hacia los bioenergéticos, donde se trabaja en usar los residuos industriales para que sean la materia principal en la generación de fuentes de energía como biodiesel, y se le considere como una alternativa limpia y sustentable para las empresas.

Dentro del área de Biotecnología médica y farmacéutica, uno de los proyectos destacados es el desarrollo de un kit de diagnóstico temprano de cáncer de mama; mientras que desde el departamento de Tecnología alimentaria se creó un simulador de tracto digestivo para investigar los efectos de productos farmacéuticos o alimenticios.

“Con este proyecto hemos hecho trabajos muy interesantes, como evaluar productos funcionales en los que desconocíamos los efectos que tendrían en la salud. Además, el hecho de que es un simulador nos ayuda a evitar realizar pruebas clínicas en personas”.

Respecto al área de Biotecnología ambiental, Cosío Ramírez destaca que los investigadores de este departamento han sido los responsables de elaborar estudios técnicos para que ciertos productos ostenten categorías como la Denominación de Origen o el registro de variedad de especies vegetales.

Fuente: CONACYT.