Investigador de Querétaro, nuevo miembro de la AMC

Por su trayectoria como docente e investigador en el desarrollo de sistemas automatizados para el sector agroindustrial y su convicción de que la tecnología es inservible si no resuelve problemas de la sociedad, el doctor Genaro Martín Soto Zarazúa, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), fue reconocido como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Soto Zarazúa es líder del cuerpo académico consolidado de Sistemas embebidos y aplicaciones enfocadas en el desarrollo de la automatización industrial y miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Sus líneas de investigación se orientan a sistemas y equipos biotecnológicos para la producción hortícola, rana toro (Lithobates catesbeianus) y tilapia (Oreochromis niloticus) en invernadero; energías renovables y sustentabilidad.

Como parte de su trayectoria profesional se cuantifican 29 solicitudes de patentes, dos modelos industriales, tres modelos de utilidad, 18 derechos de autor y 19 desarrollos tecnológicos transferidos a empresas con mercado nacional e internacional, además de su trabajo colaborativo con instituciones como el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (Cideteq), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), la Universidad de Edimburgo y la Humboldt Universitat Zu Berlin, de Alemania.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Genaro Martín Soto Zarazúa subrayó el papel de la Academia Mexicana de Ciencias para establecer redes de colaboración científica, que permiten el desarrollo de proyectos y transferencias de tecnología que dé beneficio para la sociedad.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué representa para usted este reconocimiento de la AMC?

Genaro Martín Soto Zarazúa (GMSZ): Es una satisfacción estar en la Academia Mexicana de Ciencias. Permite conocer redes de colegas que trabajan en nuestra área y otras, como las ciencias sociales y humanidades que son muy importantes. Se pueden establecer sinergias con todos ellos para que la tecnología que desarrollamos pueda ser transferida y sea de impacto nacional o incluso internacional. Ya que lo comenté una vez, toda la tecnología que no llega a resolver los problemas de la sociedad, no sirve.

Me tocó ser formado en el equipo de trabajo de automatización de biosistemas, encabezado en ese entonces por el doctor Gilberto Herrera Ruiz, allá por el 2007. La filosofía siempre fue desarrollar nuestra propia tecnología, principalmente para el campo, porque a pesar de los recursos naturales con que contamos en México, la importación de alimentos es muy alta; de ahí la importancia que, mediante el desarrollo de tecnología, podamos ofrecer alternativas para que la gente vea un área de oportunidad y regrese al campo.

AIC: ¿Qué proyectos ha desarrollado en este equipo de automatización de biosistemas?

GMSZ: Hemos aplicado esquemas de transferencia de tecnología de sistemas de automatización para invernaderos de horticultura, acuicultura y pecuaria, a empresas nacionales y del extranjero. En algunos, las empresas llegan con alguna demanda tecnológica; lo que hacemos es diseñar un proyecto conjunto y aplicamos a fondos, como el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) de Conacyt, donde hemos tenido mucha participación, el Fondo de Innovación Tecnológica (FIT), además de Fondos Mixtos que son para proyectos más de la universidad.

Se establecen estrategias para resolver estas problemáticas y, con estos apoyos, llevar a cabo procesos de desarrollo de tecnología que trabajamos hasta el nivel 7 de maduración (TRL, por sus siglas en inglés), así como la generación de prototipos funcionales en entornos reales con escalamiento a plantas piloto.

AIC: ¿Cuáles de estos proyectos podríamos señalar como de los más exitosos?

GMSZ: Entre los proyectos que pudiéramos señalar como exitosos está el que desarrollamos con la empresa Aquanimals S. de R.L. de C.V. de Querétaro, para la producción de rana toro. Esta empresa es una de las que más actividad económica tiene en cuanto a producción a nivel nacional y tiene una importante participación en el mercado de exportación, principalmente a Estados Unidos, que tiene una demanda importante de esta especie y la rana forreri (Lithobates forreri). Se trabajó desde la aclimatación de estos organismos del medio silvestre a un sistema controlado de producción.

Trabajamos con huertos urbanos y algunos alimentos con Aloe vera —principalmente galletas y bebidas—, entre otros productos. Realmente es un trabajo colectivo, en el que los actores principales son las universidades, gobierno y empresas. Esa unión ha sido detonante para promover el desarrollo tecnológico nacional, para dejar de depender del extranjero, porque además del alto costo, se tienen problemas de soporte técnico, mantenimiento y refacciones, lo que en ocasiones provoca que estos equipos se abandonen.

La Academia Mexicana de Ciencias es una asociación civil que agrupa a miembros de destacadas trayectorias académicas y que laboran en diversas instituciones del país y del extranjero. Tiene como objetivos promover el diálogo entre la comunidad científica nacional e internacional; orientar al Estado Mexicano y a la sociedad civil en los ámbitos de la ciencia y la tecnología; la producción de conocimiento y su orientación hacia la solución de los problemas que atañen al país; fomentar el desarrollo de la investigación científica en diferentes sectores de la población; buscar el reconocimiento nacional e internacional de los científicos mexicanos, así como contribuir a la construcción de una sociedad moderna, equitativa y justa.

Fuente: CONCACYT.