Rehabilitación y conservación de fauna silvestre en Baja California Sur

Durante aproximadamente tres años, el Centro de Investigación para la Conservación de Vida Silvestre (CIVS) de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) ha proporcionado atención médica veterinaria a alrededor de 60 especies de animales de la fauna silvestre, rehabilitando y reintegrando especímenes a su hábitat natural, a centros especializados para su resguardo e incluso ha acogido a algunos permanentemente.

El médico veterinario Erick Báez Joe, responsable operativo del CIVS, rememoró que el primer animal que atendieron fue un halcón de Harris que tenía una condición de salud particular, estaba ciego y eso lo hacía más agresivo de lo normal.

Esta condición de salud dificultó su alimentación; desconocían los alimentos que el animal estaba acostumbrado ingerir, sus preferencias, gustos y desagrados.

Para solucionar el problema, utilizaron técnicas de condicionamiento operante —un aprendizaje asociado al desarrollo de nuevas conductas— en el halcón de Harris, clics para relacionar estímulos del sonido de un clic con el de comida.

De esta manera, tras una serie de repeticiones, el animal aprendió que al oír el sonido de clic recibiría comida, logrando así alimentarlo convenientemente.

“Para mí, es el primer animal silvestre —aparte de mis perros— que conquistó mi corazón, porque fue el primero que me tocó atender. Hemos tenido la oportunidad de trabajar con fauna terrestre y marina, nos ha tocado trabajar en rescates de tigres de tres meses hasta adultos, con jaguares, lobos marinos, delfines, entre otros”, mencionó Báez Joe.

El CIVS es el único en su tipo en Baja California Sur y sus operaciones están estrechamente vinculadas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) principalmente. Asimismo, presta servicios a animales silvestres trasladados por asociaciones civiles o particulares.

Rescate y protección

La gran mayoría de los animales atendidos en el CIVS es incautada por personal de la Profepa a personas que poseen animales exóticos y no cumplen con los requerimientos de bienestar animal, entre otros.

“Nosotros asistimos al procedimiento de la Profepa, uno de ellos fue un tigre incautado en Los Cabos, que era utilizado para que los turistas se tomaran fotos con él, la persona que lo tenía no reunió los requisitos para hacerse cargo de él y el animal se incautó y estuvo con nosotros durante alrededor de cuatro meses”, detalló Báez Joe.

“De todos los animales con que hemos trabajado en el CIVS, las veces que he sentido que mi vida corre más riesgo ha sido con un avestruz. Son animales que cuando están enojados son difíciles de manejar; un animal de esa envergadura es peligroso y el que atendimos particularmente era agresivo. En estos años he tenido muchas mordidas y rasguños, pero no una situación en que peligre mi vida”.

Las instalaciones del CIVS no están diseñadas para albergar a los animales de manera indefinida; son jaulas de mantenimiento temporal. El animal silvestre es trasladado a las instalaciones del CIVS, una vez ahí se le aplica una evaluación para determinar su estado de salud, atención médica veterinaria, rehabilitación y resguardo; finalmente, una evaluación para determinar si está apto para reintegrarse a su hábitat natural, a un centro de resguardo de animales indefinido o, en último caso, es acogido a través de una donación de la autoridad a cargo.

“En el momento que los animales llegan, se hace una primera evaluación, si son animales que nosotros sospechamos pueden originar una situación infectocontagiosa, los manejamos fuera de la unidad, en otra área que tenemos diseñada para animales de esas características, en la que entran en cuarentena”, explicó Báez Joe.

“En caso de que el animal requiera una atención urgente, se hace el procedimiento para estabilizar al animal; al tiempo de observación y cuarentena, se evalúa si es viable o no regresarlo a vida libre o tiene que estar más tiempo con nosotros, hasta que se rehabilite de manera completa. Posteriormente, ya que el animal está sano, nosotros hacemos un reporte a Profepa mencionando que el animal está recuperado y sugerimos su destino, las autoridades deciden finalmente”, continuó.

Vinculación institucional

El doctor Rafael Ramírez Orduña, responsable académico del CIVS y profesor e investigador de la UABCS, señaló que la función principal del centro a su cargo es apoyar a las instituciones gubernamentales en la captación de las especies de animales decomisadas por irregularidades legales o si tienen una condición física comprometida; sin embargo, los procesos involucrados en la atención, rehabilitación, resguardo y reintegración de los animales tienen alto interés académico al servir de práctica para los estudiantes del grado de médico veterinario zootecnista.

La instalación de un sistema de monitoreo para la detección e identificación temprana de potenciales brotes epidemiológicos de enfermedades zoonóticas —transmisibles entre animales y humanos, que pueden ser provocadas por virus, bacterias, parásitos y hongos— es uno de los proyectos a futuro en el CIVS.

“De manera general, de todas las enfermedades infecciosas que afectan al humano, alrededor de 75 por ciento es proveniente de animales, y de esos, 70 por ciento proviene de animales de vida silvestre. De un total de 300 enfermedades emergentes, estamos hablando que alrededor de la mitad, proviene de vida silvestre”, afirmó Ramírez Orduña.

El CIVS admite estudiantes que realizan servicio social, prácticas profesionales o voluntarios, así como ayudantes académicos, que tienen interés por la fauna silvestre y desean tener una formación orientada a la atención médico veterinaria de estos animales; asimismo, se llevan a cabo prácticas académicas con estudiantes regulares.

“En la literatura se habla de investigaciones sobre animales de conducta migratoria, sobre todo especies de aves que son portadoras de virus como la influenza o el virus del Oeste del Nilo. Localmente hay animales portadores de rabia, como zorrillos que son considerados un reservorio local del virus de rabia, y algunos murciélagos que pueden ser fuente de infección, hasta qué punto, no lo sabemos y quisiéramos saberlo. Nuestro objetivo sería saber cuáles son los riesgos potenciales que tenemos en la fauna local”, continuó Ramírez Orduña.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales otorgó recientemente a la Universidad Autónoma de Baja California Sur el registro con clave SEMARNAT-PCRVS-CIVS-01-BCS, que otorga facultades para recibir ejemplares de fauna silvestre de los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre, con vigencia indeterminada.

Fuente: CONACYT.