Yasmín Ríos siempre ha demostrado talento en matemáticas. Le gustaban muchas cosas, pero lo que más le apasionaba eran los números. Se doctoró en la Universidad de París VI en ciencias de la computación, y la vida la llevó a apasionarse por el transporte público y sus sistemas. Sí, para ella los números y los camiones van de la mano.
Entre ecuaciones y camiones, la actual investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) dedica sus investigaciones a tratar de optimizar el sistema de transporte público, con algoritmos que permitan mejorar los flujos y los horarios.
“Cuando era chica quería ser deportista de alto rendimiento. Me gustaban mucho los deportes. Y aunque nunca fui mala en la escuela, me daba cuenta de que podía pasar las materias sin mucho esfuerzo”.
Al momento de crecer, Yasmín tuvo un gran apego a la lectura. Sus padres la limitaban en la adquisición de algunos bienes materiales, como juguetes, zapatos o ropa, así como a veces no poder ir de vacaciones; sin embargo, hubo algo en lo que no le pusieron límites.
“Recuerdo que íbamos a la librería, y ahí me decían: ‘Puedes comprar todo lo que quieras de libros’. En eso nunca hubo un freno. Leía de todo, hasta cómics, que me encantan. Mis favoritos son Astérix y Obélix. También me gusta mucho El Señor de los Anillos”.
Por descarte, las matemáticas
Para Yasmín, todo inició en la preparatoria, cuando estaba indecisa sobre la carrera que debería estudiar. La indecisión y sus múltiples intereses la hacían dudar sobre su elección de carrera.
“Estaba en la preparatoria y tenía que decidir qué hacer. No estaba segura, pero un maestro de orientación vocacional me dijo que si no sabía qué hacer, pensara: Si tengo tareas, ¿cuál es la que más rápido hago? Y pues eran las matemáticas. Me enteré que había una carrera de actuaría y supe que utilizaban muchas matemáticas”.
Una vez en la carrera de actuaría, Yasmín se dio cuenta de que le gustaban todas las materias de matemáticas, menos las de finanzas y seguros. Precisamente por su gusto por la estadística y la probabilidad, optó por las matemáticas. Dicha licenciatura la cursó en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
“Una vez concluyendo la carrera, fui a estudiar una maestría a la Universidad de París VI Marie Curie, en ciencias de la computación. Ahí, cuando concluí, supe que debía de ser buena para eso, entonces opté por entrar al doctorado”.
El transporte público y su estudio, una forma de retribución
“Siempre he tenido el ‘gusanito’ de retribuirle a México y a la sociedad. Ellos pagaban mi beca, pues fui becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Vi en el transporte un problema muy bonito, hablando con los transportistas, muy amables y compartiendo datos”.
Sus investigaciones han sido publicadas en la Revista Voraz, una revista científica que se dedica a publicar artículos científicos sobre operaciones y optimización. En ellas ha expuesto una comparativa entre el transporte público mexicano y algunos sistemas de otras partes del mundo.
“La mayor parte de las carencias en el transporte público se dan por el alto porcentaje de contingencias diarias de las unidades, casi 10 por ciento; por no tener horarios públicos, en los que la gente sepa el itinerario; además de las pocas paradas establecidas y los escasos carriles únicos. Todo eso es muy diferente en otros lugares”.
Fuente: CONACYT.
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