Mediante la resonancia magnética, en el Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se trabaja con roedores para estudiar imágenes estructurales y funcionales en la preclínica, la antesala para la ciencia médica.
La investigación consiste en obtener imágenes estructurales y funcionales en dos vertientes, clínica la que usan los médicos para diagnóstico en humanos y la preclínica, esta se basa en estudios sobre especies pequeñas, roedores, enfocada en estudios experimentales para que se traslade a humanos y puedan ser aplicables en un futuro.
El doctor Juan José Ortiz Retana explicó que mediante la resonancia magnética pueden observar el crecimiento de tumores en ratones y en sólo tres semanas observar los protocolos del comportamiento del tumor.
“Podemos ver qué tan vascularizado está la región para cierto tipo de tumores, se hacen estudios longitudinales para ver cómo evoluciona el tumor, en su periferia, o detectar cómo se mantuvo o decreció el tumor”, explicó el doctor Ortiz Retana.
El apoyo que brindan a los investigadores es que puedan analizar si el tumor cambia químicamente o responde a algún tratamiento.
“Nosotros les brindamos las imágenes que sirvan para el protocolo de investigación y una vez aterrizado se puede interpolar en estudios en humanos”. Además de tumores pudieran detectar algunas otras patologías, mencionó.
Ciencia al servicio de la salud
“Esta técnica de resonancia magnética está fusionada con otra técnica que es la tomografía por emisión de positrones, ambas técnicas unidas dan gran avance a la preclínica y ya hay equipos para la clínica”.
Al trabajar con el sistema nervioso central y el cerebro se podría estudiar el proceso de Parkinson, pero se tendría que contar con el equipo. “Si contamos con el hardware nosotros ajustamos secuencias y tratamos de darle al investigador lo que necesita”.
El investigador explicó que también antes de la pandemia se estaban haciendo protocolos de investigación con muestras por incremento de grasa en ratas cargadas y veían crecimiento en abdomen en función de la alimentación si es buena o dañina para las crías.
“La ventaja de la resonancia es que se pueden estudiar distintos sistemas como la vascularidad del corazón o algunos otros tejidos blandos, pero se tendría que adaptar el hardware para poder hacerlo, por ahora en el Instituto de neurobiología se centran en el sistema nervioso central y el cerebro básicamente”, comentó el doctor de la UNAM, Juriquilla.
En la UNAM, en el Instituto de Neurobiología se cuentan con tres equipos de imagen, dos de ellos clínicos en resonancia y otro preclínico en el que se estudian especies pequeñas.
“En este equipo preclínico estudiamos especies pequeñas, la muestra más grande tiene un diámetro de 12 centímetros, usamos ratas, ratones, ajolotes una especie endémica en peligro de extinción, y se han hecho algunas coas con peces”.
El tema de la pandemia no los ha detenido.
“No hemos parado, ya que hay protocolos de tiempo, desde el estudio de una rata de ocho días a 36 días, ya que son adultas, hay que hacer el trabajo periódico, no se pueden detener”, dijo Ortiz Retana, quien coordina un equipo de cuatro investigadores y que dan el servicio al centro de investigación y a otros científicos del país.
Fuente: Agencia ID.
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