A finales de marzo, la doctora de Richmond (EE. UU.) Claire Rezba se enteró de la trágica muerte de su compañera Diedre Wilkes. A sus 42 años, esta técnica de mamografías había muerto de coronavirus (COVID-19) en su casa, junto a su hijo de cuatro años cerca de su cuerpo. La médica quedó muy afectada, y recuerda: “Su caso resonó en mi interior. Tenía casi mi edad”. La muerte de Wilkes también aumentó la ansiedad de Rezba y su miedo de contagiar el coronavirus a su familia.
Su reacción dio lugar a un proyecto conmemorativo. En cuanto tenía un momento libre, Rezba buscaba noticias de trabajadores sanitarios que habían fallecido. A mediados de abril, su lista ya incluía a más de 150, y comenzó a publicar obituarios en forma de tuits en su cuenta personal de Twitter. La lista, US HCWs Lost to COVID19, “se convirtió en una misión”, explica, la cual sigue creciendo a diario.
La cuenta de Twitter de Rezba representa solo uno de los muchos esfuerzos emergentes para recordar a las víctimas de COVID-19 a través de interner. COVID.memorial, por ejemplo, es un álbum virtual de recortes que invita a la gente a conocer la vida de los fallecidos. Un archivo de Google Doc de los estadounidenses encarcelados que han muerto a causa de esta enfermedad muestra lo enorme que resulta ese número de víctimas y su anonimato. Este otro grupo conmemora a los trabajadores sanitarios filipinos en Estados Unidos.
Salvo ese Google Doc, que está patrocinado por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, la mayoría de estos proyectos son caseros, hechos por los aficionados de internet para honrar a personas a quienes no conocen.
En un año en el que más de un millón de personas ha muerto a causa del coronavirus, tiene sentido que la gente busque formas de afrontar la pérdida. Los enfermos de coronavirus a menudo mueren solos, los rituales habituales de observar la muerte y procesar el duelo se han perdido por los protocolos de seguridad. Mientras la pandemia y el creciente número de víctimas dominaban las noticias, las personas que intentaban evitar el virus han permanecido aisladas en sus casas, sintiéndose impotentes.
La muerte, tan prevalente y distante a la vez, nos resulta difícil de comprender. Nuestros cerebros van en nuestra contra, según los investigadores: no es lo mismo saber que cuatro personas murieron en un accidente de coche, por ejemplo, que descubrir que un accidente aéreo se cobró la vida de unos 100 pasajeros y tripulantes. Y es que, con los “números grandes”, nuestra capacidad de comprender y sentir empatía empieza a desactivarse.
Antes de 2020, la fórmula online para lidiar con la muerte de alguien consistía en conmemorar la cuenta de Facebook del fallecido, tal vez crear un libro de condolencias online junto con la funeraria, quizás una página de GoFundMe para recaudar dinero para los costes. Ahora, las nuevas conmemoraciones online son diferentes e invitan a los desconocidos a echar un vistazo a las vidas de los que han muerto y participar en el duelo por su fallecimiento.
La investigadora de diseño de la Universidad de Northumbria (Reino Unido) que se dedica a la tecnología de la muerte Stacey Pitsillides cree que los mundos virtuales son algunos de los espacios más innovadores para reunir a personas que no se conocen para conmemorar a los fallecidos por la COVID-19. La experta afirma: “Hemos visto un aumento en los duelos creativos”. Un ejemplo: en el popular videojuego Animal Crossing, de 2020, los jugadores que han perdido a sus seres queridos pueden crear algo conmemorativo en el juego o personajes en su recuerdo.
Incluso los funerales han cambiado. Reunirse en una sala cerrada, abrazar a los que han perdido a un ser querido, ver un cadáver: todo eso resulta potencialmente mortal en la pandemia y ha provocado un auge en los funerales por Zoom. “La pandemia en realidad solo está acelerando el uso de una tecnología para funerales que ya existía”, asegura el director del Centro para la Muerte y la Sociedad de la Universidad de Bath (Reino Unido) y autor de Technologies of the Human Corpse, John Troyer.
Las muertes por coronavirus no son las únicas que se conmemoran de esta manera. Las muertes por SIDA se han conmemorado este año en una cuenta de Instagram, por ejemplo. El voluntario en este proyecto Ron Sese explicó a NBC que este enfoque ayudaba mucho a la generación Z, que nació con internet, a entender la historia: “Si los libros de historia no escriben sobre nosotros, ¿cómo contaremos nuestras vidas? ¿Cómo podemos compartir nuestras historias? ¿Cómo la próxima generación podrá aprender sobre la generación que les precedió?”
El cineasta Mohammad Gorjestani también siente el peso de la historia. Su estudio Even / Odd creó 1800HappyBirthday con el diseñador Luke Beard, donde invita a la gente a recordar a los fallecidos en los incidentes de brutalidad policial dejando mensajes de voz en su cumpleaños.
El artista recuerda: “Nos limitó el hecho de que estos asesinatos policiales y homicidios directos fueran objeto de sensacionalismo en los medios y cuando dejaron de serlo, había que seguir adelante. Es un flaco favor para las personas que realmente vivían sus vidas, eran individuos que solo intentaban vivir, y no ser mártires o símbolos de plataformas políticas o de los políticos”.
En 1800HappyBirthday, los usuarios pueden encontrar el cumpleaños de una persona que ha muerto a manos de la policía y dejar un mensaje de voz público. Estos mensajes se filtran para mantener lejos a los racistas y a otros fanáticos, pero por lo demás están abiertos a cualquier recuerdo o pensamiento.
Gorjestani considera que ese medio de mensaje de voz, disponible para casi todos, ofrece una naturalidad que suele echarse en falta en un homenaje escrito. “Se nota la nostalgia. Resulta emotivo, como si alguien intentara contactar con esa persona. Es una herramienta confesional. Cualquier ser humano puede usarla”, añade.
El confinamiento de este año ha demostrado que la distancia física no tiene por qué impedir la empatía. “Existe el deseo de trasladar la muerte a una solución tecnológica para ayudar a las personas a experimentar de manera significativa y comprender algo que resulta bastante distante en este momento. Millones de personas están muriendo, pero, los teléfonos móviles son un vehículo para que esas personas sean más reales, para usar estos espacios con el fin de crear homenajes, grabar y tomar fotografías”, explica Pitsillides.
En el momento de esta publicación, aproximadamente 275.000 estadounidenses han muerto a causa del coronavirus y casi 1,5 millones de personas en el mundo han fallecido por esta enfermedad. Las conmemoraciones online ayudan, quizás de forma irónica, a los que han sobrevivido a percibir la humanidad que se esconde tras estos números tan extraordinarios.
Para Rezba, las publicaciones en su cuenta de Twitter son de personas con las que se vuelve cercana y que observan desde lejos. Y concluye emocionada: “No conozco a ninguna de estas personas, pero, siento sus pérdidas de forma muy personal”.
Fuente: Agencia ID.
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