En BIOSPAIN 2021, organizada por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), han hablado sobre cómo será la alimentación del futuro. En este congreso, varias empresas han explicado cómo ven el futuro de la industria y han comentado qué están haciendo desde su lugar en la industria para crear la alimentación del futuro.
Uno de los grandes problemas cuando hablamos del cambio climático es la producción de los alimentos. A su vez, uno de los más polémicos siempre es el consumo de la carne. Pero también cultivar y transportar alimentos desde otros lugares contamina. Es por ello que hay que encontrar soluciones para que podamos comer sin tener que estar pendientes de cuánto estamos contaminando y sin sentir culpa.
Cocuus tienen claro que lo suyo es producir alimentos: “Desarrollamos las máquinas que producen los alimentos del futuro”, señaló Javier Zaratiegui, el CTO de la compañía. Y es que utilizan las proteínas de base vegetal o celular.
Se dedican a hacer alimentos análogos, es decir, que parezcan carne aunque su base no sea esa. Se encargan no solo de hacer algo que sepa, por ejemplo, como el beicon sino que, además, “tiene que parecerlo”. Y para ello utilizan la impresión láser 2D y 3D, la bioimpresión y la robótica.
Puede parecer que todavía queda mucho para comer carne hecha mediante impresión, sin tener que matar animales; pero la realidad es muy distinta ya que el pasado mes de junio, Cocuus anunció sus primeros chuletones bioimpresos en 3D a partir de células de carne, según indica la propia empresa.
En el caso de Nucaps Nanotechnology, lo que están haciendo es mejorar la tecnología de encapsulación ya sea de principios activos, como vitaminas o ingredientes funcionales, o de bacterias que son buenas para nosotros (como las que forman la microbiota). Asimismo, por la parte externa, estas cápsulas tienen proteínas, por ejemplo caseína o soja. Esto sirve para que en el futuro se puedan hacer “productos personalizados”, según señaló Mariano Otto, CEO de esta compañía.
Por su parte, Tebrio, la compañía creada por Adriana Casillas y Sabas de Diego, nació porque sus fundadores detectaron “una necesidad dentro de la cadena alimentaria”, señaló Casillas a Hipertextual.
“Debido al incremento de la población mundial, el incremento de los estados de los estados de bienestar de los países emergentes junto con su aumento de necesidades de consumo de alimentos y el impacto negativo del cambio climático en la disminución de los recursos naturales, nos lleva a un colapso que ya en el año 2035 nos deja unos datos de necesidades extras de proteínas superiores a las 200 millones de toneladas/año”
Este fue el momento clave en el que ambos comenzaron a estudiar “la posibilidad de utilizar los insectos, en este caso el Tenebrio Molitor, para su uso en alimentación animal”, añade Casillas. “La cría de insectos nos proporciona varios valores importantes relacionados con la sostenibilidad”, comenta Casillas
“Los insectos han llegado para complementar las dietas actuales, tanto en el sector de la alimentación animal como en el de la humana, pero en ningún caso para desplazar ningún otro producto alimentario”.
No sabemos cómo será la alimentación del futuro, pero algo que si tenemos claro es que nuestros hábitos de consumo van a cambiar.
Fuente: Agencia ID.
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