BITÁCORA

Es el sensor de un microchip, pero está fabricado con un material diez veces más resistente que el Kevlar

Si eres de mente inquieta, habrás escuchado teorías de la conspiración relacionadas con microchips, entre otras locas historias. Sin embargo, en esta ocasión tenemos que presentarte un nuevo tipo de material, que resulta ser extremadamente resistente y con propiedades que le permiten integrarse en sensores ultrasensibles de procesadores, esos que integran los componentes básicos de cualquier PC.

Abran paso, es el turno del carburo de silicio

Científicos de la Universidad Técnica de Delft han publicado un estudio en la revista Advanced Materials con el que demuestran las interesantes propiedades de un material conocido como carburo de silicio amorfo.

No te preocupes. No están insultando a su más reciente descubrimiento. En el ámbito científico, un material amorfo es aquel en el que sus partículas no están ordenadas en una estructura definida. Un ejemplo de material amorfo sería el vidrio.

Pero volviendo al estudio en cuestión, se ha descubierto que este material es muy resistente y que, además, tiene un enorme potencial a la hora de aislar las vibraciones en un procesador. Es por ello que han definido al carburo de silicio amorfo como un material muy prometedor para la fabricación de sensores ultrasensibles.

Como prueba de su increíble resistencia, el equipo de científicos asegura que la tensión de rotura del material es de 10 gigapascales, es decir, que tendrías que estirarlo más allá de la longitud de diez coches de tamaño medio para que se quebrase.

El elemento que aporta la verdadera resistencia en este material son los nanohilos, aunque la verdadera revolución del descubrimiento llega en la escalabilidad del material. Estamos hablando que se pueden crear obleas de procesadores gracias a la posibilidad de fabricar grandes hojas de carburo de silicio amorfo. Richard Norte, investigador principal, ha asegurado en el medio EurekAlert que:

Con el surgimiento del carburo de silicio amorfo, nos encontramos en el umbral de una investigación de microchips repleta de posibilidades tecnológicas.

A partir de este estudio, podemos hablar de que la siguiente generación tecnológica podría dar un salto exponencial. Ya sea que hablemos de herramientas de exploración espacial, de la creación de celdas solares o de técnicas de secuenciación del ADN, el carburo de silicio amorfo resulta prometedor. Más duro que el diamante o el grafeno, pero con la posibilidad de ser fabricado a gran escala.

Fuente: Agencia ID.

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