El cerebro controla una variedad de funciones vitales y cotidianas, desde el pensamiento y el aprendizaje hasta el latido del corazón y la digestión. Funciona como una computadora central, coordinando las acciones del cuerpo. El sistema nervioso actúa como una red de comunicación entre el cerebro y otras partes del cuerpo, utilizando la médula espinal para transmitir mensajes. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista ‘Psychophysiology’ señala que investigadores de la Universidad de Monash en Australia están comprendiendo la transformación del cerebro a partir de los 40 años.
La transformación del cerebro a los 40 años
Este estudio realizado por la Universidad de Monash indica que a partir de los 40 años, el cerebro humano experimenta un «recableado», formando y conectando distintas redes neuronales.
Utilizando técnicas de neuroimagen, los investigadores analizaron 144 estudios que involucraban a decenas de miles de sujetos. Esta investigación revela cómo evolucionan y se conectan las redes cerebrales a lo largo de nuestras vidas, ofreciendo una visión más amplia del cambio neuronal en esta etapa de la vida.
A medida que entramos en la cuarta década de nuestras vidas, alrededor de los 40 años, se observa un cambio en la configuración del cerebro. Aunque durante la adolescencia y la juventud el cerebro presenta numerosas redes neuronales altamente especializadas, con la llegada de los 40, estas redes tienden a estar menos fragmentadas y más interconectadas globalmente.
Esta transición se asocia con un potencial decrecimiento en la flexibilidad del pensamiento para formar nuevos conceptos, una disminución en la inhibición de las respuestas y una posible reducción en el razonamiento verbal en adultos.
Pero no todo son malas noticias, ya que el estudio sugiere que los cambios radicales observados en el cerebro con el paso del tiempo pueden contribuir a su resistencia al envejecimiento en ciertos casos. Estos hallazgos ofrecen pistas importantes para investigar cómo se logra esta resistencia, un aspecto crucial para abordar el envejecimiento cerebral.
Las tareas basadas en procesos automáticos parecen verse menos afectadas e incluso pueden mejorar con la edad, como el lenguaje o el conocimiento general. La optimización de los nutrientes, que juega un papel fundamental en estos cambios cerebrales, subraya la importancia de mantener una dieta saludable y realizar ejercicio para preservar la salud cerebral a medida que envejecemos.
La neurocientífica Sharna Jamadar, de la Universidad de Monash, explica lo siguiente a ‘BBC Mundo’: «El cerebro, aunque apenas representa el 2% de nuestro cuerpo, consume el 20% de la glucosa que entra a nuestro organismo. Pero con la edad va perdiendo esa capacidad de absorber ese nutriente. Lo que hace el cerebro es una especie de reingeniería de sus sistemas para poder aprovechar de la mejor manera los nutrientes que ahora puede absorber. Lo importante es conocer estos procesos que ocurren dentro de nuestra mente que pueden ayudarnos a comprender cómo podemos retrasar el envejecimiento del cerebro».
Y añade: «Teniendo esto en cuenta, durante nuestro crecimiento y juventud esa red y esas unidades están en un proceso de alta conectividad, que se ve reflejado, por ejemplo, en el aprendizaje de temas específicos. Estos cambios se ven en las personas durante esta llamada quinta década, que coincide con los hallazgos de que los cambios de la conectividad de estas redes alcanzan su punto máximo cuando pasas de los 40 años a los 50».
Nacimiento de nuevas neuronas
Por otro lado, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha participado en un estudio que revela que una región específica del cerebro humano, conocida como el giro dentado, continúa produciendo nuevas neuronas incluso hasta la novena década de vida. Este fenómeno, llamado neurogénesis hipocampal adulta, se encuentra comprometido en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista ‘Nature Medicine’.
La coordinadora del estudio, María Llorens-Martín, investigadora en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (un centro conjunto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid), explica que, aunque se produce una leve disminución en la cantidad de neuronas generadas a medida que envejecemos, un número significativo de estas neuronas permanece en el giro dentado de individuos que no presentan ninguna enfermedad neurológica al menos hasta los 87 años de edad.
La relevancia de la formación de nuevas neuronas en el cerebro adulto es fundamental para comprender aspectos clave del aprendizaje y la memoria. Sin embargo, la investigación reciente ha generado debate al no detectar consistentemente estas células en el cerebro humano. Un nuevo estudio se ha enfocado en analizar las posibles causas de estos resultados contradictorios.
Los investigadores descubrieron que los tratamientos químicos utilizados en el procesamiento de muestras de tejido cerebral humano afectan significativamente la detección de las neuronas inmaduras. Al aplicar diferentes métodos de tratamiento a muestras obtenidas de los mismos individuos, se observaron variaciones sustanciales en el número de células identificadas. Además, se demostró que tratamientos más agresivos o prolongados eliminaban por completo la señal emitida por las nuevas neuronas.
Fuente: Agencia ID.
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