Actualmente por cada peso que el gobierno federal invierte en ciencia y tecnología a través del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), los empresarios en San Luis Potosí destinan alrededor de 1.25 pesos, destacó Enrique Villegas Valladares, director del Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología (Copocyt).
Esto representa un avance sustantivo para la entidad, ya que el promedio nacional de inversión por parte del sector privado es de 1.18 pesos, indicó el funcionario en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Enfatizó que pese a que aún no tienen un estudio completo de cuánto han crecido todas las empresas estatales que han recibido apoyo del PEI, es notable el crecimiento que han tenido. Incluso, una de las compañías beneficiarias de este programa, impulsada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ya se encuentra en Silicon Valley diseñando y fabricando satélites, acentuó.
«Si se quiere tener empresas más competitivas se les debe encaminar hacia el mundo de la innovación y para ello es necesario cambiar la cultura empresarial y generar un entorno propicio para la innovación, ya que competir solo en costos asegura solo la supervivencia en un corto plazo», manifestó.
Y la manera más eficaz de hacer innovación es reunir a los sectores empresarial, científico y tecnológico, indicó el funcionario quien también es presidente de la Red Nacional de Consejos y Organismos Estatales de Ciencia y Tecnología (Rednacecyt).
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo incentivar a los empresarios para que inviertan en ciencia y tecnología en el país?
Enrique Villegas Valladares (EVV): Primero hay que entender que la mayor parte de nuestro sector empresarial, sobre todo las pequeñas y medianas empresas, hasta ahora no habían necesitado la innovación, porque su producción realizada con métodos tradicionales les funcionaba, por ejemplo, si necesitaban un desarrollo tecnológico lo podían traer del extranjero y los resultados eran a corto plazo.
En cambio, cuando se le apuesta a la ciencia o al desarrollo tecnológico, tenemos que pensar a largo plazo, de tal manera que resulta más fácil traer tecnología del exterior.
Las empresas de sectores importantes como la industria automotriz que existen en México, la mayoría son ensambladoras y casi todos los proveedores de componentes de valor agregado son extranjeros.
Nosotros necesitamos trabajar para que esos empresarios, sobre todo los de sectores estratégicos para el país, hagan innovación, lo cual representa cambiar la cultura empresarial y mostrarles que la innovación es el camino que los puede llevar a ser más competitivos.
Hay que entender por competitividad la capacidad que tiene una empresa para producir bienes y servicios de acuerdo con estándares internacionales, cuidando el bienestar de todo lo que tiene que ver con la empresa como los proveedores, los trabajadores, desde luego la comunidad y el ambiente.
El empresario ha venido trabajando muy fuerte en lo que se llama eficacia operativa, que es tratar de bajar costos, tratar de producir bienes con calidad en diferentes aspectos, pero ese camino es el que hacen todos. La innovación, por el contrario, es una estrategia que les permite diferenciarse, es decir, dar productos o servicios diferentes a los que ofrece la competencia.
AIC: ¿Actualmente qué está haciendo el gobierno para impulsar la innovación?
EVV: En este afán de incentivar la innovación, lo cual está establecido en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (Peciti), en 2009 el Conacyt puso en marcha el Programa de Estímulos a la Innovación, el cual busca que los empresarios se apoyen en los investigadores y los centros públicos de investigación para que hagan innovaciones que impulsen la llamada economía basada en el conocimiento.
Esto significa vinculación entre los dos actores, esto en un principio resultó difícil porque el empresario y el investigador tienen lenguajes, intereses y tiempos diferentes.
AIC: ¿Qué impacto ha tenido el PEI?
EVV: Este programa apenas va por su séptima edición, pero a lo largo de este tiempo creo que los empresarios se han dado cuenta de que los científicos y tecnólogos tenemos la capacidad para hacer desarrollo e innovaciones. Además de que los centros de investigación cuentan con la infraestructura y equipos de punta que difícilmente podrían tener, sobre todo las pequeñas y medianas empresas, para realizar sus investigaciones e innovaciones.
A través de este programa los empresarios han descubierto esas capacidades que tenemos, además de que los investigadores les han resuelto problemas, les han hecho propuestas que han sido exitosas.
En San Luis Potosí tenemos el caso de un chico que empezó su empresa en el año 2000 y que con solo tres apoyos del PEI que ha recibido, ahora ya tiene su empresa —que desarrolla satélites— en Silicon Valley.
De acuerdo con el Peciti se tiene previsto que en 2038 el Estado ya no otorgue apoyos para que empresas hagan desarrollos tecnológicos e innovación, pues lo que pretenden es el despegue de las empresas al mundo de la innovación. Lo que nosotros debemos buscar en las entidades federativas es crear los ecosistemas propicios para la innovación.
AIC: ¿Qué resultados han tenido en San Luis Potosí?
EVV: Para que una empresa sea beneficiaria del PEI, debe cursar un diplomado de 120 horas para que los empresarios se familiaricen con la formulación de proyectos de base científica o tecnológica. A este curso el empresario debe llevar una idea de innovación para su empresa, además debe estar vinculado con un investigador. Ahí es donde logramos que empresarios e investigadores puedan identificarse, por ejemplo que el investigador aprenda de planes de negocios y el empresario aprenda todo lo que un científico le pueda aportar.
Este programa ha funcionado muy bien para la entidad, ya que de 2011 a la fecha la inversión del sector empresarial en el rubro de ciencia y tecnología ha sido más que la pública. El promedio nacional de inversión a través del PEI es que por cada peso que inyecta el Estado, el sector empresarial destina 1.18 pesos, mientras que en San Luis Potosí es de 1.25 pesos, es decir, más que el promedio nacional.
AIC: ¿Cómo lo han logrado?
EVV: Cada entidad federativa tiene derecho a decidir los sectores estratégicos que va a apoyar con ese programa y los criterios para la asignación de recursos.
Actualmente hay cuatro modalidades de criterios, pero una de ellas es la que se está usando más en todo el país, esa es la cualitativa. Los tres criterios cualitativos que seleccionó San Luis fueron: que la proporción de recursos de la empresa sea superior a los recursos públicos, de esta manera lo que estamos estimulando es una mayor inversión por parte del empresario.
Asimismo se estableció que en San Luis Potosí no se apoyaría más de un proyecto por empresa y que no se otorgaría más de 13 millones por proyecto, ya que como también pueden participar grandes empresas, los proyectos de estas son más grandes y costosos.
Con estos criterios se ha logrado maximizar los recursos y actualmente en San Luis Potosí se apoyan anualmente entre 25 y 30 proyectos.
Fuente: CONACYT.
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