Este año el tema del Festival Internacional de Cortometrajes Ambientales Ecofilm 2016, Conservación y Sustentabilidad, refrenda parte de los objetivos que tiene la conmemoración del Día Internacional de la Diversidad Biológica, promovido por la Asamblea General de las Naciones Unidas cada 22 de mayo desde 2001.
Mediante el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la Asamblea General de las Naciones Unidas manifiesta su interés y preocupación por la pérdida de biodiversidad a nivel mundial debida, entre otros factores, a la destrucción de los hábitats, exceso de cultivos, contaminación, etcétera.
Con la finalidad de generar conciencia respecto al valor que tiene el uso o aprovechamiento sostenible y la conservación de la biodiversidad, así como ahondar más en el conocimiento de este propósito, Ecofilm lanza su sexta convocatoria para incrementar la cultura ecológica mediante producciones audiovisuales sucintas.
Al dar a conocer a la prensa el inicio de la recepción de cortometrajes a favor del cuidado del medio ambiente, que concluye el 14 de julio en curso, el presidente de la asociación civil Hombre Naturaleza —organizadora de Ecofilm—, Jesús Emmanuel Arturo Acha Martínez, comentó la relevancia de poner al alcance de las personas divulgación científica que invite a reflexionar acerca de la realidad a través de la imagen, para que, conforme a sus posibilidades, la humanidad desarrolle una actitud de mejora y unión con la naturaleza dado que “a ella debemos nuestra existencia y la relación hombre-naturaleza o naturaleza-hombre no debe perderse puesto que no es más importante una u otra, somos una unidad”.
Producciones con investigación
Además de cumplir con un estilo directo, simple y práctico, cada participante deberá avalar su trabajo conforme a un análisis y fuentes serias “porque puede haber cortometrajes muy bien realizados en cuanto a la técnica y tecnología pero mal documentados o viceversa. La premiación es sobre la producción audiovisual pero también sobre la calidad de su información. De ahí que el jurado lo conforman no solo especialistas en cine, sino también en biodiversidad y medio ambiente”, manifestó Emmanuel Acha.
El objetivo que deben perseguir los realizadores interesados en participar, sea de manera individual o por equipo, es generar conocimiento ecológico del papel que tiene la biodiversidad en el funcionamiento de los ecosistemas y sus servicios. Denotar su capacidad de recuperación ante perturbaciones naturales o humanas, así como exhortar a la conservación, manejo y restauración de la diversidad biológica en México.
Cada grupo o concursante podrá enviar hasta tres producciones de cualquiera de las categorías establecidas: ficción, documental, animación o campaña audiovisual. Las creaciones deberán ser en su totalidad contemporáneas, dinámicas, reflexivas, originales, sorpresivas, racionales o emotivas y cotidianas.
La vocera de Ecofilm, Liliana Flores Gallardo, hizo hincapié en que los cortometrajes incluyan datos duros y la fuente de donde provienen para que su contenido sea asertivo y apropiado; adicionalmente, recomendó prácticas sostenibles durante el rodaje. “Por ejemplo, la iluminación puede ser con celdas solares; el maquillaje, de marcas no relacionadas con daño al medio ambiente, y el vestuario que no contamine ríos. De esa forma, tanto los espectadores como los involucrados en la filmación notarán la diferencia entre elegir productos limpios (sic) y los que no lo son”.
En 2015 la participación en Ecofilm comprendió mil 500 trabajos, 300 extranjeros y mil 200 mexicanos, informó Emmanuel Acha Martínez.
Corea y México unidos a través del cine y la ecología
Este año, la nación invitada de Ecofilm es la República de Corea y el Festival de Cine Verde en Seúl (GFFIS, iniciales deGreen Film Festival in Seoul). Al respecto, el director del Centro Cultural Coreano en México, Chi Young Chang, afirmó que México y Corea son socios fundadores del grupo MIKTA, siglas de México, Indonesia, Korea, Turquía y Australia, países dedicados a promover, entre otros retos de interés común, temas de ecología como el uso de fuentes de energía renovables y prácticas de desarrollo que sustituyan la utilización de combustibles fósiles.
“La cinematografía de Corea es el principal exponente del cine asiático, y la administración de la presidenta Park Geun-hye establece el enriquecimiento cultural como una prioridad de la agenda coreana. Gracias por crear en México un espacio donde se dé a conocer nuestro arte fílmico”, expresó el directivo Chi Young Chang.
En tanto, el coordinador general de Comunicación Social de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Wilhem Friedrich Hagelsieb Garza, dijo que el cine es un poderoso vehículo para transmitir conocimiento y generar conciencia, y la iniciativa de Ecofilm ofrece al público la oportunidad de acercarse y reflexionar en torno a temas ambientales.
“México alberga cerca de 10 por ciento de las especies registradas en el mundo, gran parte de ellas endémicas, somos uno de los países con mayor diversidad biológica en el planeta y tenemos la responsabilidad de conservarla”, indicó Hagelsieb Garza.
Imcine, Femsa y Conabio
La directora de Promoción Cultural Cinematográfica del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Cristina Prado Arias, señaló que qué mejor vehículo que el cine para concienciar porque, no solo hay un gran premio —un millón de pesos para el primer lugar, entre otros—, la reflexión de los jóvenes respecto al cuidado de la naturaleza es lo más loable y los trabajos galardonados son de gran nivel.
En este concurso destaca, asimismo, la participación de la empresa Fomento Económico Mexicano, Sociedad Anónima Bursátil de Capital Variable (S.A.B. de C.V), más conocida como Femsa, cuyo director de Asuntos Corporativos, Genaro Borrego Estrada, licenciado en relaciones industriales por la Universidad Iberoamericana y exgobernador de Zacatecas, refirió que para Femsa representa un orgullo y honor ser parte del Festival Ecofilm al compartir la emoción, compromiso y responsabilidad del amor por México y la naturaleza.
Como parte del jurado y en el enriquecimiento de la información y desarrollo del tema, destaca el aporte fundamental de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
“En México tenemos la responsabilidad de cuidar la naturaleza, desafortunadamente no la conocemos como deberíamos, nuestra cultura al respecto es pobre y si no conocemos, no valoramos y no respetamos. Además de ser de los cinco primeros países con mayor diversidad biológica, somos de los pocos que tienen civilizaciones originarias con conocimientos tradicionales de pueblos indígenas, pero no lo apreciamos”, aseveró el director general de Comunicación de la Ciencia de la Conabio, Carlos Enrique Galindo Leal.
El especialista agregó que en el mundo solo existen cuatro especies de algodón con valor comercial y la especie mexicana solventa más de 90 por ciento de la demanda internacional. Es gracias a la población autóctona que, al igual que ocurre con el maíz, el chile u otros productos, podemos beneficiarnos de esta biodiversidad milenaria. De ahí la necesidad de conjuntar la problemática de la diversidad biológica con la pérdida de conocimiento referente a las civilizaciones nativas que todavía existen y atesoran mucho esta erudición.
“Impulsar la creatividad a través de un medio que conjunta la información científica con la parte emotiva de manera clara, concisa y actual puede lograr una transformación en los seres humanos porque los cambios de conciencia entran por el corazón. Valdría la pena que este tipo de producciones también se vieran en televisión. El tema de la conservación y la sustentabilidad es muy amplio, los participantes podrán encontrar inspiración en muchos lugares. Por ejemplo, la encíclica Laudato si’ del papa Francisco sería una muy buena fuente porque detalla muy bien la problemática ambiental”, concluyó el biólogo y ecólogo Carlos Enrique Galindo Leal.
Fuente: CONACYT.
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