Jóvenes a la Investigación: nanociencias para las nuevas generaciones

Incentivar la vocación por la investigación en el campo de las nanociencias a 35 jóvenes estudiantes de bachillerato y licenciatura de todo el país es el propósito del programa Jóvenes a la Investigación, actividad organizada cada año por el Centro de Nanociencias y Nanotecnología (Cnyn) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Ensenada.

Durante su estancia de tres semanas, los participantes acompañan a los investigadores y colaboran en los proyectos del Cnyn, dándoles una perspectiva práctica de lo que son las nanociencias desde el laboratorio.

Jesús Leonardo Heiras Aguirre, coordinador del comité organizador de Jóvenes a la Investigación, considera que lo más importante de las actividades es “que los chicos se enamoren de la ciencia, si eso logramos, las habilidades que tengan o no es secundario”.

Tres semanas de investigación

Para los estudiantes, quienes preferentemente deben estar cursando los últimos semestres de preparatoria o los primeros de la licenciatura, sus actividades inician con una conferencia impartida por uno de los investigadores del Cnyn.

Posteriormente, acuden con el investigador, profesor visitante, estudiante de doctorado o estudiante posdoctoral que se les haya asignado, quien les establece un horario de trabajo, lo más apegado posible a su actividad cotidiana.

Para Elizabeth Garduño Bonilla, estudiante de la UNAM y participante en Jóvenes a la Investigación 2016, la experiencia le permitió entrar en contacto con proyectos de investigación actuales y en temas de relevancia.

Ella trabajó en la evaluación de la citotoxicidad de las nanopartículas de plata en células de cáncer de mama, las cuales fueron expuestas para observar cómo se alteraba su morfología y de lo cual pudiera derivarse el diseño de terapias alternas.

Mayra Lizeth López Cervantes, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), trabajó en un proyecto para evaluar la toxicidad en nanopartículas de plata en microalgas.

“Me gustó mucho porque es una manera de realmente ver el trabajo de un científico, cómo te tienes que comprometer con tu trabajo y cómo te engranas en él y cómo tu trabajo de alguna manera contribuye a corroborar otros datos”, comentó en el último día de Jóvenes a la Investigación.

Para Carlos Alfonso Hurtado Guerrero, estudiante de ingeniería física de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), la experiencia representó encontrarse con un proyecto que buscará convertir en su tema de tesis: un método de desalinización del agua de menor costo que los ya existentes.

Que se conozca la UNAM

Jesús Heiras, coordinador de Jóvenes a la Investigación, relató que la actividad comenzó a realizarse en Ensenada desde hace 16 años, apenas a un año de su arribo desde la Ciudad de México.

Apuntó que el objetivo inicial fue que la comunidad local conociera sobre la existencia de la UNAM, sus actividades y, mediante una invitación a los estudiantes, lograr que los padres de familia visitaran también el campus.

“Era una manera de decir a la comunidad de Ensenada que aquí estamos, que podemos ser útiles y ayudar a los jóvenes a encontrar su vocación, que esa es la principal función del taller”, precisó.

En sus primeras ediciones, Jóvenes a la Investigación fue dedicado a estudiantes de preparatoria de la ciudad, pero posteriormente obtuvo financiamiento y comenzaron a invitar a alumnos de todo el país para que pasaran su estancia en Ensenada.

El investigador del Cnyn comentó que este 2016 en particular no obtuvieron apoyo económico, lo que los motivó a pensar que la participación disminuiría, ya que los estudiantes tuvieron la responsabilidad de cubrir el pago por su estancia y traslado.

“Lo anunciamos de forma que las personas que desearan venir supieran que tendrían que conseguir sus propios apoyos y conseguimos una asistencia muy grande, de varios estados de la República, eso nos hace pensar que Jóvenes a la Investigación ya tiene un cierto prestigio nacional, una cierta resonancia”, destacó.

Fuente: CONACYT.

Fotos: Karla Navarro.