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Investigación de vanguardia en el Laboratorio de Infantes

El Laboratorio de Infantes de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lleva a cabo métodos de investigación experimental únicos en el país. Se enfoca en investigar el desarrollo verbal de los niños al profundizar en el aprendizaje de su vocabulario a partir de la comprensión de las regularidades de la lengua, la comprensión de palabras, interacción entre padres y bebés y demás aspectos involucrados en la adquisición de la lengua materna.

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En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la directora del Laboratorio de Infantes de la UNAM, Elda Alicia Alva Canto, explicó que el paradigma intermodal de atención preferencial que mide la atención de los infantes hacia estímulos visuales y auditivos, es uno de los sistemas que emplea el laboratorio para mantenerse a la vanguardia en su objetivo de compilar datos e información, a través de herramientas tecnológicas y técnicas empíricas, que pueden dar pie a nuevas teorías en el campo del lenguaje incipiente.

Otra de las pruebas que se realizan es la del paradigma de atención preferencial auditiva, también conocido como giro de cabeza, en esta los bebés tienden a orientar su cabeza hacia una fuente de sonido y su grado de atención se define por el tiempo que mantienen su cabeza dirigida hacia tal fuente.

Asimismo, la técnica de reflejo de succión artificial registra la frecuencia e infrecuencia de la succión de los pequeños ante determinados estímulos y, finalmente, el paradigma de habituación que consiste en precisar la discriminación o preferencia de los infantes en torno a incentivos familiares o novedosos.

«Los procedimientos anteriores en general permiten explorar en menores de cuatro años procesos cognitivos y perceptuales relacionados con la comprensión de la estructura y elementos de la lengua materna: su ritmo, entonación y el significado de los sonidos, su capacidad para establecer categorías visuales o auditivas, así como la de la conexión que hacen entre palabras y objetos nuevos, comprensión de su vocabulario, etcétera», afirmó la directora, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel I.

Hallazgos

De acuerdo con la doctora Alva Canto, la investigación experimental y el registro del habla espontánea en niños de seis meses a cuatro años que se lleva a cabo en el laboratorio, revela la riqueza de la capacidad perceptiva que tienen los seres humanos desde edades muy tempranas, así como el nexo de la facultad del lenguaje y su evolución, con otras habilidades cognitivas como la atención, categorización y memoria, e inclusive con la conducta.

La relevancia de los proyectos de investigación implementados en el laboratorio estriba en dilucidar, de manera sistemática o metodológica, interrogantes sobre la producción y comprensión verbal por medio de técnicas observacionales y de interacción. “Se aplican, por ejemplo, cuestionarios a los padres de los niños que participan en los experimentos para identificar aquellas palabras que les resultan familiares a los pequeños”, manifestó la doctora.

Entre los temas de estudio del laboratorio están “la categorización temprana y perceptual, la formación de significados, las bases cognitivas que intervienen en la adquisición de morfología, el entendimiento del género gramatical y los sustantivos, el uso de claves fonológicas, así como el empleo de información morfosintáctica en el aprendizaje de nuevas palabras, aparte del procesamiento de las características físicas de los objetos”, refirió la especialista.

Al respecto, la investigadora Tania Jasso López, quien trabaja en el laboratorio, refiere que por ejemplo, al momento de categorizar, la forma es lo más relevante para niños de 18 a 24 meses, edad en que dejan del lado el color. “Lo que podría explicar, por ejemplo, que por su parecido en la forma, a cualquier animal cuadrúpedo, trátese de vacas, caballos, gatos o cerdos, le llamen ‘perro’. En cambio, en los pequeños de 36 meses, tanto la forma como el color son determinantes al momento de definir una categoría”.

Proyectos Conacyt

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha financiado varios de los proyectos de investigación del Laboratorio de Infantes de la UNAM, mediante algunas convocatorias de Investigación Científica Básica.

Entre 2007 y 2009, se realizó el análisis Cómo aprenden a hablar los bebés: estudios en situaciones controladas sobre el efecto de las regularidades del ambiente. La investigación comprendió recursos metodológicos modernos y se centró en la atención visual con el propósito de identificar la destreza del habla de los bebés, considerando la repercusión de factores ambientales, sociales e individuales, aunque especialmente lingüísticos, y la manera en que estos determinan el desarrollo cognitivo.

Otro proyecto que contribuyó a estudiar los orígenes, procesos y capacidades perceptuales involucradas en la obtención del lenguaje fue el Análisis de habilidades cognitivas en la adquisición del habla.

“Aquí nos enfocamos en la consecuencia que tiene la estructura de sonidos y palabras de nuestra lengua nativa, el español, buscando dar una explicación acerca del papel fundamental que desempeñan ciertas aptitudes, incluso en la comunicación escolar y familiar. Los resultados favorecerán instituir a largo plazo criterios normativos respecto a las competencias de los aprendices de habla hispana”, detalló la doctora Alva Canto.

Por ejemplo, expone la estudiante de doctorado Tania Jasso López, “el morfema más común para pluralizar es la terminación ‘s’. Con la intención de saber si infantes de 18, 24, 30 y 36 meses conocen que la letra ‘s’ al final indica pluralidad, se les presentaron dos imágenes, una con un objeto desconocido y la otra con varios; si a pequeños de 18 meses se les dice una palabra que nunca han escuchado, haciendo uso del verbo, artículo y sustantivo: ‘son unas ponas’, la mayoría voltea a la imagen de muchos objetos. Desde los 24 meses, al enunciarles: ‘mira pona’, aun cuando no conocen el objeto ni comprenden la palabra, entienden la diferencia del plural y dirigen su vista hacia donde hay un solo objeto”.

Un tercer proyecto financiado por el Conacyt hasta 2017 es el de Análisis longitudinal de habilidades lingüísticas en edades tempranas: indicadores de desarrollo cognitivo, cuyo objetivo es dar continuidad a varios de los estudios realizados y proporcionar un seguimiento longitudinal a los bebés, a fin de identificar las relaciones que existen entre las diferentes habilidades que los pequeños presentan en determinada edad y las que dejan ver en edades posteriores, lo cual permitiría explicar mejor el desarrollo lingüístico y detectar habilidades que puedan funcionar como predictores en el lenguaje, explicó la titular del laboratorio.

“Dentro de las habilidades que se están evaluando en este tercer proyecto está el tiempo de reacción visual a estímulos lingüísticos; medir la rapidez con la que un bebé puede procesar un estímulo posibilita definir el avance de su conocimiento en cuanto a nuevas palabras, verbos, nominalización, etcétera, lo que contribuye a que se establezca un panorama científico sobre la comprensión de la lengua. La psicóloga especializada en análisis experimental de la conducta, Paloma Suárez Brito, colaboradora del laboratorio, obtuvo con ello su titulación doctoral”, señaló la doctora Elda Alva Canto.

Otros proyectos y materiales derivados

Además de los estudios en paradigmas experimentales, actualmente se trabaja con la lectura conjunta entre cuidadores e infantes, actividad que ha permitido obtener una muestra del tamaño y riqueza del vocabulario que emplean los padres y saber si este se relaciona con la riqueza y el tamaño del vocabulario de sus hijos. “Es un proyecto que se está realizando con infantes de 30, 36, 42 y 48 meses de edad”, mencionó la directora.

Ahora bien, por cada experimento o investigación que se concluye, se elaboran tesis, carteles y ponencias en congresos —actividades permanentes del laboratorio—, además de libros, capítulos y artículos en revistas o ejemplares especializados, expresó Bárbara Guerrero Ortiz, pasante del doctorado en psicología social y ambiental en el Laboratorio de Infantes.

“A largo plazo, esperamos que los resultados obtenidos por cada una de nuestras investigaciones sirvan para generar pruebas específicas que permitan predecir el desarrollo lingüístico, e incluso anticipar déficits relacionados con el lenguaje a edades muy tempranas”, concluyó Elda Alicia Alva Canto.

Fuente: CONACYT.

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