Científicos del Departamento de Procesos de Transformación de Plásticos del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) desarrollan compuestos de plástico con mayor resistencia a la flamabilidad para usos industriales.
En cuestiones de seguridad, muchos plásticos en automóviles, equipos de oficina y domésticos son susceptibles a sobrecalentarse y generar incendios.
“El objetivo de este proyecto es desarrollar compuestos de plástico que sean muy resistentes a inflamarse, que no se inflamen o aguanten mucho antes de hacerlo, aunque estén muy calientes”, comentó el doctor Luis Francisco Ramos de Valle, investigador del Departamento de Procesos de Transformación de Plásticos del CIQA.
A pesar de que algunos polímeros son resistentes a la flama, como el teflón o el PVC, existen otros que no lo son, como el nylon, poliéster, polietileno, entre otros. Estos polímeros no resistentes deben ser formulados con algún aditivo retardante a la flama, para que alcancen el nivel requerido de resistencia. Existe una gran variedad de aditivos retardantes, su uso dependerá de requerimientos específicos y de la aplicación final del polímero.
Magnesio y aluminio
“En todos estos casos lo que se hace es agregar al plástico compuestos que sean altamente resistentes a la flama, algunos de ellos son compuestos de cloro o bromo, otros de ellos son algunos hidróxidos metálicos como hidróxido de magnesio [Mg(OH)2], de aluminio [Al(OH)3], entre otros”, explicó el doctor Ramos de Valle.
Los hidróxidos metálicos, con elementos como el magnesio y el aluminio, se descomponen vía reacción endotérmica —absorbiendo calor— durante el proceso de combustión, produciendo los óxidos correspondientes y agua. Esto enfría y diluye el proceso y forma una capa intumescente.
La capa intumescente es una capa de materia mineral que se forma al quemarse el aditivo antiflama y protege el material plástico del fuego.
“Hay muchos compuestos que se le agregan, en algunos de estos casos, algunas sustancias solamente en 10 por ciento, en otros casos hasta 30 o 40 por ciento, pero siempre hay que agregarle algo, algún aditivo. El aditivo hace que la mezcla de plástico y este compuesto sea más resistente al fuego”, aclaró el científico.
Este proyecto es resultado de seis años de investigación y surgió debido al requerimiento de una empresa automotriz al CIQA.
“Todos los cables para conexión y conducción eléctrica de los autos van recubiertos de plástico, en esos casos se requiere que el plástico que recubre el cobre sea altamente resistente al fuego y así inició todo este proyecto, al desarrollar compuestos de plástico que fueran altamente resistentes al fuego con los cuales se recubriera el alambre”, señaló el doctor Ramos de Valle.
El especialista añadió que el proyecto ha crecido durante estos años, inició con su uso en el sector automotriz hasta contar con aplicaciones potenciales para la industria electrónica, del vestido y el hogar, entre otras.
El investigador Ramos de Valle indicó que el proyecto ha generado gran cantidad de satisfacciones y continuará en el CIQA, mientras exista interés en el sector empresarial o por cuestiones académicas en tesis de maestría y doctorado de la institución.
“Muchos de los proyectos que iniciamos surgen primeramente porque encontramos que alguna empresa se interesa en ese tema y de ahí empezamos una serie de proyectos alrededor de esa idea. Si vemos que cambia el interés de la empresa, el proyecto puede ir transformándose de acuerdo con sus necesidades y así surgirán otras investigaciones”.
Fuente: CONACYT.
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