Arquitectos, contadores, psicólogos e ingenieros son parte de los profesionistas no relacionados directamente con servicios para la salud, que actualmente se forman en la maestría en salud pública de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), informó el coordinador de Investigación y Posgrado de la Unidad Académica de Medicina y de la maestría, Rogelio Fernández Argüelles.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor en ciencias farmacéuticas por la Universidad de La Habana, Cuba, señaló que desde 2012 se ofrece este posgrado, y que uno de los principales beneficios para el estado es que se ha logrado formar a profesionistas que están siendo contratados por instituciones de salud, donde son tomadores de decisiones, por ejemplo, mencionó, al director de Servicios de Salud del estado, Aurelio Carrillo Rodríguez, entre otros.
“Se abre la maestría en salud pública, se registra en Conacyt, se evalúa y desde 2012 ya tiene la acreditación en el padrón del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC); en un inicio, la maestría estaba concentrada en médicos, pero ha ido cambiando hacia todo el espectro de profesionales que pueden intervenir de manera más o menos directa en los aspectos de la salud de la población, entendiendo que es un asunto de muchos profesionales y muchas instituciones”, refirió Fernández Argüelles.
Este posgrado, indicó el entrevistado, tiene actualmente cinco salidas o áreas de especialidad: salud comunitaria, gerencia en servicios de salud, odontología preventiva, salud del adulto mayor y salud maternoinfantil.
Por generación, dijo el titular de la maestría, egresan entre 10 y 15 posgraduados, y se han titulado más de 30, lo que permite conseguir un indicador satisfactorio de titulaciones para ratificar su certificación de calidad.
“La misión es tener —y dar al estado— la posibilidad de un programa académico donde se formen los sanitaristas con una visión ética, una visión global de lo que es la salud pública, mundial, nacional y regional; la visión es que somos los mejores en la región porque hay en odontología preventiva, esa creo que, sin ser exhaustivo, no hay más de tres en todo el país”, destacó.
Una maestría con historia
En 1999, originalmente surgió como maestría en ciencias, enfocada en la psicología clínica y docencia, y en el año 2001 se propuso encaminarla a ciencias de la salud, tuvo una sola generación; entonces se abrió como maestría en ciencias de la salud con tres salidas: farmacoepidemiología, salud pública y docencia en salud, tuvo cinco generaciones.
“De 2001 hasta 2007, era la única que había en América Latina con un área de farmacoepidemiología, y en el país no se le dio demasiada importancia, se saturó aquí, de hecho sirvió porque los actuales profesores de farmacología de la UAN pasaron por ahí, por esa maestría, y tuvo un impacto apropiado, por decir”, mencionó.
Esa terminal se cerró y fue en 2012 cuando la universidad decidió integrarse al PNPC con la maestría en salud pública, luego de un análisis de las potencialidades y descartar la oferta como maestría en ciencias de la investigación.
Fue así como se determinó enfocarla en las cinco áreas —salud comunitaria, gerencia en servicios de salud, odontología preventiva, salud del adulto mayor y salud maternoinfantil—, aunque esta última fue suspendida por algún tiempo, debido a que los profesionales de enfermería, para quienes se planteó esta especialidad, se interesaban en las otras áreas, explicó el coordinador.
Arquitectos, contadores, ingenieros, se interesan en la salud pública
El coordinador de la maestría puntualizó que siendo la salud pública un tema que busca mejorar condiciones de la población, el espectro de profesionales que se especializan en ello se ha abierto, incluso para aquellos que se consideran alejados o de carreras no afines.
“Ahora tenemos a un arquitecto estudiando, porque resulta que la arquitectura tiene muchos aspectos entendidos y relacionados con la salubridad, por ejemplo, si tú mejoras la forma de una casa o la ventilas mejor, o con una construcción obligas a hacer más ejercicio o la sitúas de forma tal que los ancianos puedan transitar más fácilmente, tratas ahí la salud pública”, advirtió.
También se encuentran en formación psicólogos e ingenieros en sistemas computacionales, estos últimos, dijo Fernández Argüelles, en un futuro podrían propiciar que los avances tecnológicos puedan contribuir a prevenir y preservar la salud de la población.
“Han venido también administradores y contadores para el área de gerencia de instituciones de salud, y una de las carreras más protagónicas en los últimos años es la de enfermería y odontología que tienen un área preventiva; también acuden profesionales del área de nutrición”, señaló.
Sin embargo, el coordinador advirtió que existe un área que buscarán captar, la de los comunicadores sociales o periodistas, para especializarlos en estrategias que ayuden a mejorar las condiciones sanitarias de la comunidad, desde cuestiones de alimentación, medicamentos, atención de enfermedades y otros aspectos.
Fuente: CONACYT.
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