El proyecto ALICE, del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), en Suiza, cuenta con aportaciones de jóvenes estudiantes de maestría, doctorado y recientemente se sumaron también estudiantes de licenciatura.
El líder del proyecto, el doctor Ildefonso León Monzón, científico de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), comentó que los jóvenes participan en la parte de electrónica, de análisis de datos, física, desarrollo de software, entre otros.
Señaló que el involucramiento de más jóvenes es una estrategia para integrar a la mayor cantidad de gente joven y talentosa a proyectos de gran alcance internacional, como ALICE.
“Estoy convencido de que el talento está en cualquier lugar y de dar la oportunidad a los jóvenes para que se integren y tomen una responsabilidad en el proyecto. Hay jóvenes de licenciatura, a ellos los involucraremos desde ya, con tareas muy puntuales”, dijo.
El proyecto ALICE
El detector ALICE (A Large Ion Collider Experiment) fue diseñado, construido y operado para la colisión de iones pesados. Participaron mexicanos, entre ellos sinaloenses como León Monzón. El objetivo del experimento es estudiar los fenómenos que se producen cuando miles de choques de partículas reproduzcan las condiciones de los primeros momentos del universo.
Entre los principales resultados del proyecto ALICE se encuentra el descubrimiento del universo líquido, que antes se pensaba gaseoso. Según León Monzón, algunos estudiantes ofrecen soluciones a problemas en esta investigación.
“En reuniones sobre los proyectos posibles para el 2022, está un tema que requiere de los detectores que hemos instalado para ver un proceso del bosón de Higgs. Será la primera vez que se ve la creación del bosón de Higgs con partículas similares, más exóticas, en los procesos que llamamos difractivos. Ahí es donde estudiantes, como Solangel, se encuentran involucrados”, comentó.
Los estudiantes
Arturo Fernández
Arturo Fernández Jaramillo tiene 30 años de edad, estudia el doctorado en la Universidad Politécnica de Sinaloa (Upsin). Es originario de Mazatlán y colabora en la parte de electrónica.
“Es la primera vez que vengo al experimento, pero ya tenía contacto con el doctor León desde hace un año. Me encargo de unas tarjetas electrónicas y de revisar diseños para ver si es posible mejorarlos, pues adquieren distintos fenómenos dentro del experimento”, señaló.
Rafael Narcio
Rafael Ángel Narcio Laveaga es de Mazatlán, tiene 21 años y es estudiante de licenciatura en la Upsin. Participa en la adquisición de datos de algunos de los detectores del experimento ALICE.
“Es necesario que los jóvenes se involucren en estas áreas de investigación”, comentó.
Luis Torres
Luis Fernando Torres Avitia nació en Culiacán, tiene 21 años y es estudiante de la UAS.
“Participo en la parte electrónica, en el análisis de algunas tarjetas de adquisición de datos para ver si se pueden mejorar. También apoyamos a personas encargadas de realizar simulaciones en el experimento”, dijo.
Solangel Rojas
Solangel Rojas Torres tiene 28 años, es originario de Mazatlán y es estudiante de doctorado de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la UAS. Colabora desde hace dos años y medio en el CERN.
“Participo desde la maestría. Actualmente trabajo sobre datos que obtuvimos en una prueba de haces en el detector instalado en el experimento. Trabajo sobre el análisis de los datos de las colisiones en el experimento”, comentó.
El nivel de participación alcanzado por Solangel Rojas es elevado. A decir de León Monzón, el joven es considerado “el caballo de batalla” del experimento.
“Él está prácticamente en todas las actividades. Su principal tarea es sobre el desempeño del detector que construyó la UAS en colaboración con el Cinvestav. Para el futuro, planeamos que Solangel haga una estancia de un año para el análisis de los datos del 2016. Ese es el nivel de responsabilidades que van dictando el nivel de participación de las diferentes instituciones”, anunció.
Otro estudiante involucrado en el proyecto es Juan Carlos Cabanillas Noris, de la Facultad de Informática de la UAS, quien desarrolla software para el control de los detectores.
Participación hasta el 2022
Debido a las aportaciones realizadas, el equipo sinaloense logró extender su participación hasta el año 2022, por lo que el investigador considera que es necesario que en la entidad y el país se apueste a la ciencia de frontera.
“Tenemos un plan y lo hemos conversado con la UAS y con colegas de otras instituciones del país: México requiere la tecnología de aceleradores. Si queremos aspirar a ciencia de alto nivel, de última frontera, necesitamos involucrarnos en los proyectos de frontera. No podemos aspirar a estar en la frontera del conocimiento sin crear proyectos en el país con ciencia de frontera”, indicó.
Un acelerador para Sinaloa
León Monzón dijo que la UAS busca la creación de tecnología de aceleradores, por lo que se requiere de más investigaciones de alto nivel. Anunció que próximamente se analizará la posibilidad de crear un acelerador para Sinaloa, para beneficio de la agricultura.
“Inicialmente se trata de tener un acelerador de protones, un acelerador lineal”, comentó.
Fuente: CONACYT.
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