Durante sus estudios de preparatoria, docentes, amigos y compañeros de clase pensaron que Humberto Salinas Lizárraga y Luis José Castillo Gaxiola se convertirían en grandes tecnólogos, cuando desarrollaron una máquina recicladora de combustible capaz de producir biodiesel.
Los jóvenes sorprendieron a compañeros y maestros al armonizar su interés por las energías renovables con la medicina. Actualmente cursan el cuarto semestre de esa carrera y continúan en el desarrollo del prototipo que los ha hecho acreedores de los primeros lugares en ciencias en concursos dentro y fuera de México.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Humberto Salinas comenta cómo él y su compañero, apoyados por su profesor Arturo Regalado, desarrollaron la máquina para la producción de biodiesel que les ha generado diversos triunfos, paralelo a sus estudios en el cuarto semestre de la licenciatura en medicina, en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo funciona esta máquina?
Humberto Salinas Lizárraga (HSL): Es una máquina que acelera la producción de mayor calidad de biodiesel en poco tiempo, mediante la utilización de aceite vegetal reciclable.
Se trata de una mezcla de metóxido de sodio (CH3ONa) que funciona como catalizador. Una vez que tenemos la sustancia en el “recipiente 1” abrimos las llaves para que se dirija al “recipiente 2”, donde hacemos el mezclado, y el proceso de mezclado dura una hora.
Trabajamos con temperaturas de entre 40 y 50 grados (Celsius) para la correcta mezcla. Durante el proceso obtenemos biodiesel y glicerol (C3H8O3). La mezcla permanece en el recipiente 12 horas.
AIC: ¿Por qué decidieron desarrollar una máquina de este tipo?
HSL: Para reciclar y cuidar el medio ambiente. Al reciclar el aceite, no contaminamos el agua y disminuimos la contaminación atmosférica en un cincuenta por ciento, el dióxido de carbono (CO2). Decidimos hacer una máquina que funcionara, que generara biodiesel.
Desde que estábamos en preparatoria, en tercer año, nos interesaron los problemas relacionados con los combustibles, además de la contaminación atmosférica que todavía es un gran problema. Se me ocurrió investigar acerca de energías renovables. Encontré que el biodiesel es un combustible del que se sabe desde hace muchos años, pero que pocos conocen. Decidí elaborar este proyecto, primero en laboratorio, a ver si salía; a prueba y error hicimos muchas prácticas y fue donde hicimos las medidas necesarias para el biocombustible adecuado. Después hicimos la comparación entre el biodiesel y el diesel.
Acudimos a los laboratorios de Pemex, que está en la ciudad de Guamúchil, Sinaloa, y nos dieron el resultado, vimos que se parecían mucho, y encontramos que hacer el biocombustible era una buena idea, pero que era muy complicado y además era muy tardada la elaboración. Después decidimos desarrollar una máquina que acelerara la producción en el menor tiempo posible. Primero hicimos varios dibujos de cómo queríamos que fuera la máquina, después elegimos el mejor diseño y así lo hicimos.
AIC: ¿Cuáles son los premios y reconocimientos que han obtenido con este proyecto?
HSL: Primero, logramos asesoría por parte del Centro de Ciencias de Sinaloa (CCS). Nos apoyaron Nydia Berrelleza Garibaldi y Nidia López Parra. Después obtuvimos la acreditación a la ExpoCiencias estatal, celebrada en Mazatlán, y ahí conseguimos el pase a la competencia nacional, en Tampico, y posteriormente a la edición 58 del Foro de Ciencias Juvenil Internacional de Londres (LIYSF, por sus siglas en inglés).
AIC: Recientemente obtuvieron el primer lugar del Premio Energías Renovables, convocado por el municipio de Culiacán. ¿Qué representó para ustedes este nuevo triunfo?
HSL: Ahí participaron tres jueces, uno del Centro de Ciencias de Sinaloa, otro del Parque de Innovación Tecnológica (PIT) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y del municipio de Culiacán. Estamos muy contentos porque este proyecto lo hemos elaborado desde que estudiábamos preparatoria. Hemos ganado varios eventos y concursos. No esperábamos ganar este primer lugar, pero así fue. Ahora queremos mejorar el proyecto.
AIC: ¿Cómo han pensado mejorar el proyecto?
HSL: Estamos mejorándolo. Ya es un proyecto que tiene tiempo y se va deteriorando, lo estamos mejorando. Queremos automatizarlo. Queremos que el proyecto sea automatizado y que sea de energías renovables, que no requiera electricidad, y funcione con una instalación de paneles solares, es decir, que sea autosustentable por sí solo.
El próximo mes de septiembre tendremos nuevos avances del proyecto en un evento que se realizará en el Centro de Ciencias de Sinaloa. Nos gustaría apoyo para impulsar este proyecto para mejorarlo y darlo a conocer a más gente.
AIC: Además del mejoramiento de la máquina y sus estudios de medicina, ¿cómo participan en la capacitación a otros jóvenes interesados por la ciencia?
HSL: Es difícil combinar todas las actividades, pero sí es posible. Junto al profesor que nos asesoró en todo el proyecto, decidimos apoyar a más estudiantes.
Mi compañero y yo asesoramos a alumnos de nivel medio superior en la Preparatoria Guamúchil de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Hay diferentes proyectos, les damos las bases para que puedan elaborar un proyecto y nosotros los acompañamos en el proceso.
Fuente: CONACYT.
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