Bajo la denominación de “medicamentos herbolarios”, los fitomedicamentos son una opción terapéutica en México elaborados con extractos obtenidos de plantas y que cuentan con evidencia de resultados de investigación científica básica y eficacia clínica confirmada.
Desde hace 35 años el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha mostrado un amplio interés en desarrollar la investigación médico científica para el estudio de las plantas medicinales. Un grupo multidisciplinario e interdisciplinario de investigadores del Centro de Investigación Biomédica del Sur (Cibis) del IMSS, ubicado en Xochitepec, Morelos, realiza lo necesario para el desarrollo de medicamentos innovadores a partir de las plantas medicinales mexicanas, basado en el vasto conocimiento médico tradicional.
De acuerdo con Jaime Tortoriello García, director del Cibis, este centro orienta sus esfuerzos a la atención de los principales problemas de salud de los mexicanos, y particularmente de los derechohabientes del IMSS. Una de las líneas de trabajo más sobresaliente es la dedicada a la investigación de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, entre las que destaca el estudio del trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad son perturbaciones psiquiátricas frecuentes a lo largo de la vida del ser humano, que se caracteriza por el miedo excesivo a situaciones que no representan un peligro real. En México, se estima que alrededor de 13 millones de personas presentan ansiedad en algún momento de la vida. De acuerdo con el artículo Trastornos de ansiedad, estos padecimientos consumen enormes cantidades de recursos dedicados a la salud y son un factor de riesgo de los trastornos cardiovasculares y problemas gastrointestinales.
En palabras de Tortoriello García, médico cirujano y doctor en Ciencias, los problemas más importantes de los trastornos de ansiedad tienen que ver con el impacto considerable que generan en la calidad de vida de los pacientes, en su ámbito familiar, laboral, económico y social. Además de lo anterior, se observa una escasa facilidad para definir el diagnóstico correcto y, finalmente, los productos farmacéuticos que se encuentran disponibles para su tratamiento producen graves efectos colaterales como pueden ser la tolerancia, la generación de dependencia y el síndrome de abstinencia.
En este contexto, desde 1992 el Centro de Investigación Biomédica del Sur realiza estudios dirigidos al desarrollo de un fitofármaco para el tratamiento de los trastornos de ansiedad a partir de las propiedades de Galphimia glauca, especie vegetal comúnmente conocida como «calderona amarilla”.
La calderona amarilla es una planta utilizada ampliamente en la medicina tradicional mexicana para el tratamiento de los trastornos de hiperexcitabilidad nerviosa, infecciones y fiebre. A decir del doctor Jaime Tortoriello García, esta especie vegetal ha mostrado en diferentes estudios farmacológicos y clínicos, amplia evidencia de eficacia para el tratamiento de la ansiedad generalizada.
Respecto al producto desarrollado por un grupo multidisciplinario, Jaime Tortoriello, también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III dijo:
“En este producto vegetal descubrimos compuestos novedosos a los que les dimos el nombre de Galphiminas, estas moléculas tienen la capacidad de producir efectos sobre el sistema nervioso central en zonas específicas. No actúan en cualquier sitio del sistema nervioso central, sino que van dirigidos a una región que se encuentra especialmente implicada en la generación de la ansiedad; el área ventral tegmental. Se ha incluso avanzado en su mecanismo de acción, el nuevo medicamento tiene su efecto sobre neuronas específicas de tipo dopaminérgico y selectivamente sobre los receptores NMDA, bloqueando el efecto de glutamato, uno de los estimulantes mas importantes del sistema nervioso central”.
Los avances en el proyecto de investigación son tales que ya se han realizado estudios clínicos en pacientes con trastornos de ansiedad generalizada, en donde los efectos se han comparado con medicamentos líderes en el tratamiento de la ansiedad. El medicamento ha sido administrado en un estudio clínico durante cuatro semanas y en otro estudio durante 13 semanas. Actualmente se encuentran en curso dos proyectos de investigación clínica en pacientes con ansiedad generalizada y en un trastorno específico de ansiedad, la fobia social.
“En la parte de ciencia básica las necesidades están cubiertas, estudios clínicos completos. Tenemos hecho prácticamente todo: la farmacología está demostrada, los mecanismos de acción también, se han identificado los compuestos activos. Se han hecho estudios toxicológicos, de farmacocinética, del diseño de los medicamentos, los medicamentos con extractos estandarizados han sido escalados a nivel semi-industrial y las evaluaciones clínicas”, expresó el investigador del IMSS.
Este proyecto de investigación ya cuenta con cinco patentes otorgadas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). “Lo importante de este producto es que ha sido desarrollado totalmente en México. El estudio de las plantas medicinales en el país es particularmente interesante, es un ventaja realmente competitiva que tenemos en el país. Contar con una diversidad vegetal tan amplia y muy especialmente un conocimiento médico tradicional que se tiene en el país, que es vasto y muy importante, tenemos estas ventajas que deberíamos aprovechar para la identificación y desarrollo de nuevos medicamentos”, dijo.
Trastornos de ansiedad, un problema cada vez más frecuente
Preocupación, incertidumbre, desasosiego ante acontecimientos futuros son algunas de las características de la ansiedad, un sentimiento común y frecuente en la población general ya que se presenta en algún momento de la vida. Sin embargo, la ansiedad puede ser patológica cuando se presentan crisis de angustia desproporcionada.
A decir de Jaime Tortoriello, los trastornos de ansiedad generan en el individuo muchos problemas sociales y laborales, dificultad en el sujeto para dar solución a conflictos o situaciones normales de la vida. “generalmente presentan dificultades para desenvolverse adecuadamente en sus actividades laborales y por consecuencia es más grave estudiarse los suicidios; es una de las causas de suicidio”, expresó el especialista.
En este mismo contexto el investigador del IMSS lamentó que se trate de un trastorno que por lo general no se identifica como un padecimiento, “algunas personas pudieran pensar que la ansiedad es una situación normal, pero es muy importante que se atienda y que los médicos estén al pendiente aún cuando el paciente no vaya a la clínica en la búsqueda de un diagnóstico de ansiedad”.
Los trastornos de ansiedad, expresó, Jaime Tortoriello, son padecimientos que puede confundirse con otras patologías y por tanto genera importantes gastos innecesarios. El paciente puede presentar sintomatología gastrointestinal o cardiovascular, sin saber que en realidad presenta un trastorno de ansiedad.
Prevención e investigación
Información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los trastornos mentales comunes están en aumento en todo el mundo , entre 1990 y 2013 el número de personas con ansiedad y depresión ha aumentado cerca de un 50 por ciento.
Respecto a ello, el doctor Jaime Tortoriello García resaltó la importancia de dirigir la investigación hacia la prevención de los trastornos del sistema nervioso central, y es que diversos reportes científicos pronostican un fenómeno epidemiológico importante en todo el mundo en lo que refiere a la ansiedad, depresión y trastornos de la memoria.
“Tenemos que entender que la investigación lleva su tiempo; uno de los errores que hemos cometido en la investigación es atender el problema de salud que nos afecta en el presente, cómo hacemos ahora para atender obesidad y la diabetes mellitus, pero debió estudiarse años antes de que esto ocurriera. Estamos volcados en el estudio de la obesidad y la diabetes porque tenemos los problemas encima, pero dentro de unos 10 y 15 años los trastornos del sistema nervioso central representarán un problema muy grande, por lo cual las instituciones y los grupos de investigación deberían poner entusiasmo en la prevención, diagnóstico, fisiopatología y tratamiento de estos trastornos. Además de generar una infraestructura clínica y hospitalaria para atender los problemas de salud mental que se avecinan. Solo falta voltear a ver, cuantos médicos y clínicas psiquiátricas hay en el país», concluyó Jaime Tortoriello Garcia.
Fuente: CONACYT.
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