La cultura ambiental indica la forma en que los individuos se relacionan con el medio ambiente a través de sus actitudes, comportamientos y conocimientos ambientales. Para garantizar el adecuado uso, manejo y preservación de los recursos naturales, es necesario un adecuado nivel cultural.
La cultura ambiental se transmite de generación en generación o a través de una educación ambiental sólida. Es importante conocer el nivel cultural de los niños y jóvenes, para generar estrategias que fortalezcan este aspecto en la sociedad mexicana.
Con este propósito, investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) realizaron un diagnóstico del nivel de cultura ambiental en estudiantes de nivel medio superior del municipio de La Paz, Baja California Sur, en el periodo 2016-2017.
El director de la evaluación, el doctor Alfredo Ortega Rubio, investigador titular del Cibnor y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) señaló que el resultado del estudio indica que los estudiantes tienen una cultura ambiental relativamente deficiente y es necesario implementar estrategias para fortalecerla.
“En Baja California Sur, si bien es relativamente deficiente la cultura ambiental, es mayor que en otras ciudades mexicanas. Lo que encontramos es que, si bien se tiene buena aptitud ambiental, no se tiene un buen conocimiento y comportamiento ambiental. Asimismo, en el estudio encontramos diferencias significativas entre los diferentes planteles, grados y aspectos evaluados”, detalló Ortega Rubio.
La becaria del Conacyt, para el desarrollo de la presente investigación, en el Programa maestria en uso, manejo y preservación de los recursos naturales del Cibnor, la ahora maestra en ciencias Carmen Angelica Vacio Fraga sostuvo que una de las hipótesis de las causas del bajo nivel de cultura ambiental en los jóvenes que cursan el nivel de educación medio superior, es el impacto de los medios de comunicación en su desarrollo humano, aunado a la falta de más materias escolares enfocadas a temas ambientales.
“Nosotros creemos, que la deficiente cultura ambiental en los estudiantes de bachillerato, se debe a la gran influencia que tienen los medios de comunicación en los jóvenes y porque en el nivel bachillerato disminuyen las horas de educación ambiental, aunque hay un gran avance en la educación, aún se tiene que mejorar en aspectos, como los valores impartidos en los jóvenes”, aseveró Vacio Fraga.
Para el estudio aplicaron una serie de encuestas de cultura ambiental en ochocientos veintiocho estudiantes de nivel medio superior, las cuales estaban conformadas por tres secciones: actitud, comportamiento y conocimiento ambiental; y posteriormente se utilizaron métodos cuantitativos para obtener resultados.
Adicionalmente, aplicaron diagnósticos de conocimiento y percepción de las áreas naturales protegidas de Baja California Sur, como Reserva de la Biosfera Sierra La Laguna, Parque Nacional Archipiélago de Espíritu Santo, Parque Nacional Cabo Pulmo y Reserva de la Biosfera El Vizcaíno.
“Para el diagnóstico, realizamos una serie de encuestas de cultura ambiental; adaptamos las preguntas a cuestiones estatales, como locales, que abarcaban cuestiones sobre actitudes, comportamientos y conocimientos ambientales. Adicionalmente, realizamos encuestas sobre conocimiento general de las áreas naturales protegidas, en particular las que se encuentran en el estado”, detalló Vacio Fraga.
Los estudiantes encuestados contaban con edades promedio de entre catorce a diecinueve años y pertenecían a los tres grados de bachillerato. Asimismo, a través de mesas redondas, se les brindó un espacio para expresar de forma verbal, las ideas que no podían expresar de forma escrita.
El estudio determinó que los estudiantes encuestados mostraron una positiva actitud ambiental, así como conocimientos ambientales adecuados. Sin embargo, el factor socioeconómico si influye en el comportamiento ambiental, que es deficiente.
“Es importante destacar que en las encuestas no se encuentran diferencias significativas, entre el conocimiento ambiental y la actitud ambiental, es decir todos los chicos tienen actitudes y conocimientos similares, independientemente del nivel socioeconómico, tipo de educación y género”, señaló Ortega Rubio.
“No obstante, si resaltan dos aspectos, en cuanto al comportamiento. El primero es que conforme aumenta el ingreso socioeconómico del estudiante, su buen comportamiento ambiental disminuye, es decir, que los jóvenes más deprimidos socioeconómicamente son los que tienen un mejor comportamiento ambiental, que los jóvenes con más recursos económicos. Podemos deducir que los jóvenes con menos recursos económicos, tienen un mejor comportamiento, porque acostumbran cuidar más las cosas, a reciclar, etc.”, continuó.
Los estudiantes mostraron más interés en temas relacionados con el cambio climático, la escasez de agua y la actividad minera, porque estos son factores causantes de problemáticas en la región del noroeste de México.
Los especialistas destacaron que los estudiantes de bachillerato muestran una buena actitud a la educación relacionada con la cultura ambiental, sin embargo está paradójicamente disminuye conforme avanzan grados escolares.
“Encontramos diferencias significativas relacionadas al grado de bachillerato del estudiante, es decir, la cultura ambiental disminuye conforme aumenta el grado, esto quiere decir que los estudiante comienzan a perder el interés en la cultura ambiental, conforme aumentan de grado”, afirmó Vacio Fraga.
El internet es la principal herramienta, que los estudiantes utilizan para obtener conocimiento ambiental.
Primer acercamiento a la cultura ambiental de Baja California Sur
El estudio es un primer acercamiento en materia de cultura ambiental en Baja California Sur. Los especialistas prevén más investigaciones relacionadas con la cultura ambiental, por ser un tema fundamental para el desarrollo sostenible de la región.
“Esta es una primera aproximación al estudio de la cultura ambiental en La Paz, Baja California Sur; la esencia de este estudio, es que estamos firmemente convencidos que no se cuida lo que no se conoce y el futuro de la humanidad está comprometido, con el cambio climático y otros actuales problemas ambientales, entonces deben de ser prioritarias las recomendaciones para mejorar su cultura ambiental”, aseveró Ortega Rubio.
De acuerdo a los resultados obtenidos, los especialistas han emitido una serie de recomendaciones, para fortalecer la cultura ambiental, desde la educación escolar, en los jóvenes, entre las que sobresale impulsar la vinculación, con Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y dependencias gubernamentales, que proporcionen servicios de educación ambiental. Asimismo, la gestión de visitas de expertos en temas ambientales a los centros educativos, para que compartan su conocimiento con los jóvenes.
“Es importante impulsar la educación ambiental, no nada más trabajando con los estudiantes, sino también con el personal general de los planteles educativos. Impulsar comités escolares ambientales, que sean gestionados por los estudiantes, porque es importante destacar que tienen muchas ideas, y fortalecer programas de concientización”, finalizó Vacio Fraga.
Fuente: CONACYT.
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