La conservación del patrimonio histórico de México es un reto para la ciencia. En el país hay importantes laboratorios dedicados a esta área, tal es el caso del Laboratorio de Análisis y Diagnóstico del Patrimonio (Ladipa) de El Colegio de Michoacán (Colmich), instancia que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“México está muy bien ubicado en todo el rubro de conservación de patrimonio, en primer lugar, por la formación y preparación de todos los restauradores mexicanos, ya que su trabajo tiene un alto grado científico”, explicó la responsable académica del Ladipa, Mirta Insaurralde Caballero.
La investigación en estos temas va desde el conocimiento de la historia del arte, sobre todo, alrededor de los materiales que se utilizaron desde tiempos prehispánicos en Mesoamérica, hasta los análisis químicos para estudiar los detalles microscópicos.
Desde esa línea se pueden diseñar mejores soluciones de restauración que sean amables con el medio ambiente y con el usuario. Esto es necesario, reconoció Mirta Insaurralde, porque los productos químicos que se utilizan en la restauración pueden causar problemas de salud y al medio ambiente.
“Todos los materiales que se utilizaban en los tiempos prehispánicos para las diversas formas de arte en México se fueron adaptando y dando diferentes usos con la llegada de los españoles”, agregó la especialista en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Bajo el estudio de estos parámetros, en el Ladipa trabajan para entender ciertos marcadores culturales que servirán para la preservación de los objetos y materiales, además de concebir nuevos biomateriales que puedan sustituir los disolventes, las resinas, los fungicidas y las siliconas que en la actualidad se utilizan.
Los procesos de restauración de obras de arte son especiales porque es necesario que el restaurador se relacione con la época de la obra pero, sobre todo, con los materiales que se utilizaban y cómo están compuestos.
Especies vegetales aplicadas a la conservación de bienes culturales
Para estos fines, dicho recinto de ciencia aplicada se ha vinculado con sus pares internacionales para generar proyectos de alto impacto en la materia.
En particular se han desarrollado investigaciones con Italia. Fue hace más de cuatro años cuando un grupo de investigadores italianos se acercó a El Colegio de Michoacán buscando estudiar ciertos vegetales que tenían el potencial de sustituir algunos productos químicos para la restauración.
“Los productos sintéticos implican un riesgo para la salud del usuario y para el ambiente. Fue ahí que encontramos coincidencias para desarrollar una línea de investigación y crear productos naturales para la conservación de bienes culturales con el equipo de la doctora Franca Persia, de la Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnologías, la Energía y el Desarrollo Económico Sostenible, (ENEA, por sus siglas en italiano) en Roma, Italia”, explicó Mirta Insaurralde.
En 2013, se presentó un proyecto de investigación conjunto, el cual, un año después fue aprobado para conformar uno de los 12 proyectos dentro del Programa Ejecutivo de Cooperación Científica Tecnológica México-Italia 2014-2017 de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La investigación profundizó en el estudio del mucílago de nopal, del cual los científicos de ambos países entendieron su estructura química y sirvió para comprender sus efectos favorecedores en un proceso de restauración, sobre todo aplicado en morteros y murales.
Algunos de los resultados de la investigación fue que se empezó a convertir dicho extracto del nopal en un producto seco que conserva las propiedades del mucílago fresco.
El siguiente paso es una continuación del proyecto, aseguró el investigador del Colmich, Alejandro Meza Orozco. Sin embargo, los nuevos trabajos de cooperación científica serán mucho más específicos y centrados en el desarrollo de productos.
El siguiente proyecto, que lleva como titulo «Realización de biomateriales sustentables para restauración de bienes artísticos y culturales, mediante el aprovechamiento de especies vegetales multifuncionales», forma parte del Programa Ejecutivo de Cooperación Científica Tecnológica México-Italia 2018-2020, cuyo objetivo es tener, por lo menos, prototipos de productos aplicables.
“También en este nuevo proyecto buscamos ampliar el abanico de aplicación hacia otro tipo de bienes culturales, ya que inicialmente estábamos muy enfocados hacia el patrimonio histórico y artístico hecho con morteros o pinturas tipo mural”, agregó el investigador mexicano.
Entre las especies vegetales que serán utilizadas están el nopal de consumo humano y diversas especies de chile. Estos son vegetales ideales para este trabajo porque crecen en ambos países, además de sus propiedades probadas para la restauración.
“La aplicación que buscamos en una planta es específica, pero entre mejor buscamos, se empiezan a ver potencialidades de aplicación para diversos campos ”, explicó Meza Orozco.
Producto de los más de cuatro años de trabajo entre El Colegio de Michoacán y la ENEA, ambas instituciones tienen previsto la firma de un convenio de colaboración científica mucho más amplio que abarcará más áreas y temas.
Fuente: CONACYT.
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