¿Alguna vez has sufrido angustia súbita ante un objeto, animal o ambiente? Probablemente sea porque sufres de una fobia, que se define como un miedo irracional hacia objetos o situaciones específicas.
Una fobia puede limitar de manera importante la vida de una persona al impedirle la realización de actividades cotidianas, como trabajar. Por ejemplo, existen pacientes que —ante el temor que sienten hacia el número 13— permanecen en casa y se niegan a ir al trabajo, escuela o viajar.
Adriana Martínez Estrada, egresada de la Escuela Superior de Cómputo (Escom) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrolló un sistema para ayudar en el tratamiento de fobias específicas utilizando un dispositivo de realidad virtual y una diadema sensorial para medir la respuesta cerebral ante los estímulos fóbicos.
El Sistema Auxiliar para la Superación de Fobias, o Sasufo, tiene como objetivo brindar apoyo a terapeutas que tratan a pacientes que sufren algún tipo de fobia y puedan superar sus miedos. Para ello se recurre a la terapia de exposición, en la que un paciente se ve expuesto a elementos de su fobia con el fin de hacerles frente.
“La idea de realizar este proyecto surgió por mi interés en las cuestiones psiquiátricas, pues siempre me han llamado la atención, además de que personalmente he tenido fobias, por lo que he pasado por ese proceso de ir superando una fobia”, dijo Martínez Estrada en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Según información del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec), una fobia es un miedo excesivo e irracional hacia algún objeto, situación o actividad específica que desencadena deseos incontenibles de escapar. El miedo llega a ser tan intenso, que se pueden manifestar temblores, desmayos, dificultades para respirar y ataques de pánico que afectan la vida diaria de las personas.
El catálogo del miedo
Existe una gran variedad de fobias específicas que, como su nombre lo indica, se restringen a condiciones muy determinadas, como es el caso de la aracnofobia (miedo a las arañas), patofobia (miedo a enfermar), acrofobia (miedo a las alturas) y nictofobia (miedo a la oscuridad), por ejemplo.
El sistema de realidad virtual está programado para tratar la nictofobia y la acrofobia. Una vez que el paciente se coloca el visor, se adentra en uno de los dos niveles que hay para cada fobia, pudiendo realizar movimientos y observar lo que le rodea.
“Sasufo permite que de manera gradual el paciente se vaya exponiendo a su fobia de una forma segura. Existen distintos niveles de distancia e intensidad a los que se puede exponer el paciente, el extra del proyecto es que mediante una diadema vamos captando las ondas cerebrales para observar cómo está reaccionando el paciente a lo que está viendo”, explicó la ingeniera en sistemas computacionales.
Decodificación del cerebro
Por medio de una diadema sensorial que capta las ondas beta del cerebro, el especialista que lleva el tratamiento visualiza en gráficas las fluctuaciones de las ondas cerebrales del usuario, además de observar lo que se está viendo a través de las gafas, permitiendo tener control sobre el nivel de la simulación a la que se enfrentan los pacientes.
La ingeniera politécnica resaltó que pese a que la diadema sensorial tiene la capacidad de captar todas las ondas cerebrales, actualmente solo se analizan las ondas beta, ya que son las que están más relacionadas con los agentes externos del mundo.
“Las ondas beta nos indican el estado alerta, cuando se va incrementando la alerta, es que llegamos a tener reacciones con nuestro entorno. Estamos hablando de 19 hertz hacia arriba que nos indican que se está teniendo una reacción en el cuerpo, se libera serotonina y se tienen reacciones físicas, como un aumento del ritmo cardiaco, respiración acelerada, náuseas y dolores de cabeza”.
Una ventana a otro mundo
El sistema utiliza un visor Oculus Rift diseñado para la visualización de experiencias de realidad virtual, ocasiona que la inmersión alcance niveles profundos, dando como resultado que los pacientes interpreten como real lo que ven a través del dispositivo, sin importar que estén conscientes de que es una simulación.
Martínez Estrada comentó que los escenarios de las fobias fueron construidos utilizando el motor gráfico Unreal Engine, herramienta ampliamente usada en la industria de los videojuegos. Este motor gráfico permite crear entornos con un buen nivel de detalle gráfico, aspecto importante para lograr que las personas se sientan inmersas a la hora de estar en terapia.
Aunque por el momento el sistema está diseñado para tratar únicamente la nictofobia y la acrofobia, la ingeniera asegura que es posible implementar nuevos escenarios para dar tratamiento a distintas fobias, así como niveles, dependiendo de las necesidades de cada paciente.
A pesar de que el sistema funciona con un motor gráfico y un visor de realidad virtual utilizados principalmente en la industria del entretenimiento, Sasufo requiere de especialistas en trastornos psicológicos para su adecuada operación, pues se pueden llegar a presentar complicaciones a la hora de que los pacientes se encuentran en una sesión cara a cara con sus miedos.
Las pruebas realizadas por Martínez Estrada se llevaron a cabo en 10 personas que no padecían de ninguna fobia, con el objetivo de probar el funcionamiento y seguridad del sistema, mientras que las evaluaciones con personas afectadas con fobias fueron tres: dos con acrofobia y una con nictofobia.
Según datos del estudio Prevalencia de trastornos mentales y uso de servicios: resultados de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México, llevado a cabo en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente (INPRF), la última encuesta de salud mental en México, realizada en 2003, arrojó que las fobias específicas tenían una prevalencia de 7.1 por ciento en los mexicanos; es decir, de los 97 millones 483 mil 412 personas del censo nacional del año 2000, unos seis millones 921 mil 323 individuos sufrían alguna fobia.
Estos datos, aunque han quedado rezagados, nos muestran dos cosas: que las fobias afectan a un número importante de personas y que es necesario realizar una actualización de los datos referentes a la salud mental de los mexicanos.
Fuente: CONACYT.
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