El sector aeronáutico en México y su constante crecimiento requiere no solo la generación de personal operativo capacitado, sino también del desarrollo de líneas de investigación aplicada en áreas como la gestión aeroportuaria, lo que abre la puerta a que más mujeres puedan incorporarse a esta industria en los próximos años. Esa es la visión de la doctora Catya Zuñiga Alcaraz, investigadora del Departamento de Posgrados de la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq).
Ingeniera mecánica por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), tuvo la oportunidad, a través del programa de Becas y Posgrados del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de estudiar la maestría en técnicas avanzadas de producción y el grado académico de doctorado europeo en informática industrial por la Universidad Autónoma de Barcelona, España, además de una estancia posdoctoral en la Escuela Nacional de la Aviación Civil en Francia, donde se reconoció su rendimiento académico por su producción científica.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Zuñiga Alcaraz señaló las dificultades para que las mujeres se desarrollen en los ámbitos de la ingeniería por el contexto cultural, así como las necesidades que existen en México respecto a la generación de conocimiento y desarrollo de investigación aplicada en sectores clave de la industria aeronáutica.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo surge su interés por la ingeniería?
Catya Zuñiga Alcaraz (CZA): Mis padres son docentes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), cuando estaba buscando la vocación profesional en la preparatoria me di cuenta que tenía bastantes aptitudes para el área físico-matemática. En la ingeniería, descubrí que esta especialidad es tan básica como la medicina general, lo que me permitiría especializarme en otras áreas. No obstante, en México siguen existiendo dificultades para que la mujer se integre a ciertas ingenierías por el contexto cultural, yo era la única mujer de mi generación y lo mismo pasaba en otros grupos.
Por el contacto que tuve con investigadores de alto nivel en la UAM, surgió mi interés en esta parte de la ingeniería. Mi tesis, servicio social y estancias se enfocaron en la investigación porque es una rama paralela a la parte operativa de la industria. Al egresar, encontré una opción de posgrado en la Universidad Autónoma de Barcelona, España, llamado técnicas avanzadas de producción, una ingeniería industrial donde se aplican técnicas cuantitativas para resolver problemas de gestión y control de operaciones en forma genérica.
AIC: ¿Y cómo se involucra en el área aeronáutica?
CZA: Influyó mi asesor de tesis, el doctor Miquel Àngel Piera Eroles, quien estaba interesado en la investigación aplicada al control de tránsito aéreo, que es una de las áreas de investigación más fuertes en Europa, ya que diversos estudios se han dado cuenta que la eficiencia de recursos en el sector proviene del control tránsito aéreo, además de que resuelve otros problemas de ámbito sustentable, político, económico y social.
Comencé a aplicar las mismas metodologías, herramientas y técnicas que aprendí para la planificación y control de operaciones industriales en el área aeronáutica; mi doctorado se centró en analizar mediante técnicas de optimización y simulación el control del tránsito aéreo en el área terminal, que es la que está alrededor de un aeropuerto y donde confluye el mayor número de vuelos, despegues, aterrizajes o vuelos en ruta y donde las aeronaves son de diferentes tipos, desde helicópteros, aviones privados de pasajeros, carga, comerciales y hasta militares.
AIC: Actualmente, ¿hacia dónde se dirige su trabajo de investigación?
CZA: Además de mi trabajo académico en la Universidad Aeronáutica en Querétaro, desarrollo investigación sobre el sistema de tránsito aéreo, particularmente me he centrado en analizar el sistema aeroportuario y de tránsito aéreo en México. Además, estamos trabajando en una maestría en gestión del transporte aéreo, para que en un par de años se empiece a impartir; actualmente hemos lanzado un diplomado en gestión aeroportuaria en la modalidad mixta (en línea y presencial) que comenzó a operar el 15 de octubre de 2017 y termina en este año con la primera generación.
Esta industria es muy compacta y existe gente de muy alto nivel que tiene muchos años dentro del sector y que ha sido formada en el “ruedo”. Esto debido a que la oferta educativa tanto en México como en América Latina en gestión de operaciones del sistema de transporte es muy escasa. Eso me impulsó para formar en la Unaq un grupo de investigadores y una línea de desarrollo que no se han abordado en México —incluso en Latinoamérica— que es la gestión de operaciones en el sistema de transporte aéreo. Existen universidades que imparten posgrados en investigación en áreas como operaciones, pero no muchas lo contextualizan, caso contrario a Estados Unidos y Europa, donde lo primero que se relaciona es la investigación operativa aplicada.
AIC: ¿Por qué es importante la investigación y desarrollo en esta parte del sector aeronáutico?
CZA: Poder entender este tipo de problemáticas me parece muy interesante, pero además, es una de las industrias que más contribuyen al producto interno bruto (PIB) de las naciones. Como investigadores, el reto es ser capaces de proponer diferentes técnicas de análisis para resolver problemas complejos que se pueden generar en toda la industria, por ejemplo, el secuenciado de aeronaves para aterrizar, que se puede generalizar como el mismo problema de secuenciar piezas o ensamble en una línea de producción.
En los próximos años vamos a tener una necesidad muy importante de este tipo de capacitación, principalmente por el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que va a contar con tecnología de punta y que presume que duplicará los movimientos de flujo de pasajeros. Por eso necesitamos hombres y mujeres capacitados para tomar decisiones de manera eficiente con beneficio para todos los usuarios, desde los aeropuertos, las aerolíneas, control de tránsito aéreo, empresas proveedoras de servicios, entre otras.
AIC: Entonces, ¿queda mucho por investigar en el sector aeronáutico?
CZA: Efectivamente, porque a pesar que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) es el principal, no es el único que está creciendo y que presenta una situación idónea para el crecimiento regional. Alguno de los artículos que hemos escrito en conjunto con grupos de investigación, tanto nacionales como extranjeros, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ámsterdam, de los Países Bajos, y la Escuela Nacional de Aviación Civil de Francia, se han enfocado en analizar diferentes contextos del sistema aeroportuario comenzando con el actual AICM, la necesidad de otro, el desarrollo de las líneas de bajo costo, por mencionar algunos.
Derivado de esto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) nos contactó para invitarnos a participar, en conjunto con representantes destacados del sector, en una mesa redonda en 2017, en la cual se abordó este tipo de temas. Se destaca que en la parte operativa tenemos gente muy capacitada en estas áreas, pero que aún falta enfatizar en hacer una unión con el sector académico y de investigación. La idea es estructurar la forma de resolver problemas mediante técnicas cuantitativas, que permitan la toma de decisiones eficientes en los diferentes niveles del sector, desde el personal técnico hasta los administrativos, porque todos tienen un papel muy importante en la operación de los sistemas aeroportuarios y transporte aéreo.
AIC: ¿Cómo se compagina el trabajo académico y de investigación con la vida personal, hablando de la familia?
CZA: Para lograr el éxito profesional, creo que lo principal es que te apasione el tema; cuando redacto artículos o hago mis modelos de simulación, se me pasa el tiempo sin darme cuenta. Además, en mi caso, me benefició la formación que tuve en la maestría, el doctorado y posdoctorado que realicé en el extranjero, la interacción en un ambiente cosmopolita con estudiantes franceses, alemanes, españoles, chinos y tailandeses me permitió ver cómo se desenvuelven y se aprenden nuevas técnicas.
Finalmente, creo que es complicado compaginar el trabajo con la vida personal, y me parece que más cuando se tiene una familia por la que velar. Por ejemplo, yo comencé el doctorado cuando mi hijo tenía dos años de edad y me costó varios desvelos poderlo culminar en tiempo y forma, pero realmente valió la pena el esfuerzo y el ejemplo que di a mi hijo.
Por su trabajo académico y de investigación, la doctora Catya Zuñiga Alcaraz es colaboradora de la Red Temática Nacional de Aeronáutica (RTNA) y del Laboratorio Nacional en Sistemas de Transporte y Logística (SiT-LOG) del Conacyt.
Fuente: CONACYT.
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