La relación abuelo-nieto es un vínculo familiar que va cobrando cada vez más importancia, y el incremento en la expectativa de vida de los adultos mayores genera, a su vez, un aumento en la cantidad de años que abuelos y nietos conviven.
No obstante, la migración es uno de los motivos por los que esta relación se puede distanciar. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), México ocupa el segundo lugar en el ranking internacional de países migratorios y aporta 5.1 por ciento de los migrantes en el mundo, siendo Estados Unidos el principal país de destino.
Frente a este escenario, investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) desarrollan, con técnicas de cómputo ubicuo, prendas de cómputo vestible afectivo que acerque a nietos y abuelos separados geográficamente.
El cómputo ubicuo consiste en conjugar hardware y software para desarrollar tecnología que preste un servicio activo al usuario sin que el sistema sea notorio, puesto que está inmerso en el ambiente.
Los esfuerzos de los especialistas de la UABC por estrechar los lazos entre abuelos y nietos que están separados, han avanzado hasta el prototipo de un chaleco que permite el envío de muestras de afecto y es operado desde el teléfono móvil a través de una aplicación.
Caracterización del afecto
El primer paso para el desarrollo del chaleco fue la identificación de los patrones de afecto entre nietos y abuelos: ¿qué quieren transmitirse?
Para ello, Flor Belén Montañez Castillo, estudiante de la maestría en ciencias computacionales de la Facultad de Ciencias de la UABC, revisó la literatura y aplicó encuestas a adultos mayores, quienes le compartieron cuáles son las muestras de afecto que comúnmente tienen con sus nietos.
Fue de ahí que seleccionaron el abrazo, el beso, una palmada en la espalda y las cosquillas, como las cuatro muestras de afecto que transmite el chaleco.
Flor Montañez explicó que por ahora cuentan con dos prototipos funcionales para realizar pruebas de concepto y constatar que las prendas cumplen con los objetivos para los que fueron creados; después se evaluarán y afinarán hasta transformarlos en una prenda cómoda y agradable a la vista.
“Cada chaleco está basado en una placa Arduino Uno, en la cual se conectan los demás actuadores, que son los que permiten reproducir cada muestra de afecto en el chaleco, como por ejemplo los motores”, expuso.
Un servomotor integrado al chaleco está conectado a una pequeña mano de plástico colocada a la altura del hombro, que se mueve sutilmente para simular una palmada en la espalda.
Para el abrazo, la estudiante de maestría, en conjunto con investigadores, implementó una banda que rodea el torso del usuario y tiene un motor. Cuando se coloca el chaleco, la banda se ajusta y da la sensación del abrazo.
Flor Montañez indicó que para reproducir las cosquillas se integraron motores vibradores a la altura del abdomen del usuario, similares a los que portan los teléfonos celulares, mientras que el beso se evoca con un audio que se reproduce en una bocina.
Muestras de afecto desde una app
Desde una sencilla aplicación (app) desarrollada para el sistema Android y que se instala en el teléfono móvil de los dos usuarios, abuelo y nieto podrán controlar el envío de muestras de afecto, presionando alguno de los cuatro botones: abrazo, cosquillas, beso o palmada en la espalda.
Para someter el dispositivo a pruebas que muestren su usabilidad, utilidad y experiencia de uso, los chalecos se comunican con la aplicación por medio de Bluetooth, pero se harán ajustes para que la conexión sea vía wifi y no haya limitantes respecto a la distancia entre el móvil y la prenda.
“La idea a futuro es que la comunicación sea por Internet inalámbrico para que alcancen distancias más largas; cuando están separados geográficamente, nietos y abuelos pueden estar en diferentes países, y el Internet inalámbrico es una forma de comunicación que abarca distancias mayores”, apuntó Flor Montañez.
Experiencia del usuario
Por ahora, el objetivo planteado para el dispositivo vestible afectivo es enriquecer los medios de comunicación que ya existen, como una videollamada o una conversación telefónica, para que nietos y abuelos puedan ampliar sus formas de expresión.
Sin embargo, el chaleco está diseñado para utilizarse de forma independiente y en su versión final, podrá vestirse de forma cotidiana para que preste sus servicios cuando los usuarios lo deseen, en el transcurso del día.
“Lo pueden usar en el día a día, es la idea, por ejemplo, el abuelo puede decir ‘estoy pensando en mi nieto, le haré sentir que estoy pensando en él, le voy a mandar un beso o un abrazo’. Es una forma de enriquecer los medios de comunicación que ya existen y que hasta el momento no brindan esa sensación de poder evocar una muestra de afecto”, afirmó Flor Montañez.
¿Cómo garantizan los especialistas la efectividad del chaleco? Las pruebas en que participan abuelos y nietos se han convertido en parte esencial del proyecto para evaluar la experiencia del usuario, un aspecto distintivo de esta línea de investigación de la Facultad de Ciencias de la UABC.
En una primera prueba participaron 33 jóvenes, únicamente para analizar si las muestras de afecto integradas en la prenda, evocaban a los usuarios una muestra de afecto real.
Flor Montañez comentó que con los resultados de la primera evaluación, rediseñaron las muestras de afecto que se percibieron menos y se agregaron más motores vibradores donde eran requeridos.
La segunda evaluación fue con los usuarios potenciales. Abuelos y nietos portaron el chaleco estando en lugares separados y comunicados por videollamada, mientras se enviaban las muestras de afecto.
“Ahí queremos ver las respuestas psicofisiológicas de los usuarios cuando reciben una muestra de afecto, qué pasa con su cuerpo, por ejemplo, si hay un cambio antes de recibirla, durante y después, para finalmente conocer si la experiencia fue de su agrado, de desagrado, si se sentía relajado o nervioso”, detalló la estudiante.
Tecnología para grupos vulnerables
El proyecto que Flor Montañez e investigadores de la Facultad de Ciencias de la UABC desarrollan para beneficiar a adultos mayores y sus nietos, forma parte de una línea de investigación del cuerpo académico Tecnologías para Ambientes Inteligentes.
El doctor Alberto Leopoldo Morán y Solares, investigador de la UABC y líder del cuerpo académico, mencionó que desde 2008 han trabajado en proyectos que beneficien a grupos vulnerables, como los adultos mayores o personas con discapacidad, a través de tecnologías de inteligencia ambiental.
“Este cuerpo académico trata de atender el concepto de la inteligencia ambiental, la idea de la inteligencia ambiental es que en los espacios físicos puedas insertar un conjunto de servicios, que de alguna forma estén monitorizando tu actividad, que tomen conciencia del contexto, de lo que está sucediendo ahí y con base en ello puedan inferir cuál es el servicio que necesitas y te lo proporcionen de manera proactiva”, precisó.
En el caso específico del sector de adultos mayores, los investigadores del cuerpo académico han trabajado en el desarrollo de tecnología que apoye en terapias para padecimientos relacionados con procesos cognitivos, pero también han trabajado en nuevas tecnologías para rehabilitación o reactivación física.
Aunque el cuerpo académico inició con apenas tres investigadores, actualmente cuenta con tres miembros en Ensenada y cuatro en Mexicali, dedicados a la creación de innovaciones tecnológicas que enfatizan su componente social.
Fuente: CONACYT.
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