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Banco de células madre a partir de piezas dentales

Investigadores de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), unidad León, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrollan un proyecto para establecer un banco de células madre o troncales extraídas de la pulpa de piezas dentales, con el fin de que puedan ser utilizadas en la regeneración celular de diferentes tejidos.

Con el soporte del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT– IA205518) y el Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME-PE208518) de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM, así como el Nodo Binacional de Innovación (NoBI) del Bajío, este proyecto comenzó con líneas de investigación y servicios de citotoxicidad, nanomateriales o nanopartículas con células de la cavidad oral, como fibras gingivales, ligamento periodontal y células madre de la pulpa dental humana.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el responsable del banco de células madre e investigador del área de Nanoestructuras y Biomateriales del Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria de la ENES, unidad León, René García Contreras, puntualizó que uno de los objetivos principales es desarrollar modelos de negocios identificando áreas de oportunidad que pueden tener este escenario en la región y el resto del país.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Por qué se trabaja con piezas dentales?

René García Contreras (RGC): Está bien documentado que las células pulpares humanas son ricas en células madre, a partir de ese fundamento iniciamos con el aislamiento para ver el efecto citotóxico de diversas nanopartículas y biomateriales. Vimos un área de oportunidad para hacer esta propuesta de un banco.

Trabajamos mucho con células de humanos aisladas directamente de pacientes y hacemos pruebas y servicios externos de citotoxicidad en el Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria, que está dividido en nanoestructuras de biomateriales, ciencias agrogenómicas y de patología oral y maxilofacial. Está certificado ante la norma ISO 9001-2015. Lo que hacemos es ofrecer servicios externos, así como enseñanza e investigación a los alumnos de pregrado y posgrado.

AIC: ¿Cómo se obtienen esas células madre?

RGC: Al paciente a quien se le extraerá la pieza dental se le da el consentimiento informado para cubrir la parte bioética, donde se indica que el protocolo está aprobado por la institución. Usualmente extraemos piezas como las muelas del juicio, que ya le causan problemas al paciente y cuyo tratamiento es la extracción. De manera no invasiva se obtiene la muela y sacamos las células de la pulpa o el nervio de ese diente.

Otra opción son los llamados «dientes de leche». En ese caso, la opción es que el niño acuda con nosotros antes de que se le caiga. Si los papás están interesados, les podemos proporcionar un medio enriquecido para que, en cuanto se caiga la pieza dental, la coloquen ahí y la traigan al laboratorio. Entre más rápida sea la extracción de ese tejido vivo, el éxito es mayor. A las células madre extraídas se les hace una caracterización para después integrarlas a nuestro banco.

AIC: ¿Qué tratamiento reciben estas células en el banco?

RGC: Para preservar estas células, se dejan proliferando en medios enriquecidos específicos hasta por 21 días, en este tiempo nosotros consideramos si fue exitoso o no su establecimiento. Para proliferarlas, las pasamos a platos de cultivo para después guardarlas en tubos de criopreservación con nitrógeno (N) líquido y un cultivo para hacer la caracterización.

Existen requisitos internacionales en los que nos basamos para caracterizar células madre. La primera es la forma que tiene la célula, que debe ser una forma de fibroblasto. El segundo es que tenga adherencia sobre el plato de cultivo celular y después viene la parte de la potencialidad o la plasticidad, para que se diferencie a diversas células de hueso, cartílago y de grasa.

Una vez que cumple con estos requisitos, el último paso es hacer la caracterización inmunológica, utilizamos unos marcadores específicos, de citometría de flujo. Ahí identificamos los marcadores positivos, que deben ser presentes en su mayoría. Con este tipo de citómetros de flujo podemos decir la cantidad de marcadores específicos a células madre y cuántos tengo de mi población de células madre.

AIC: ¿Qué hace que estas células se puedan diversificar tanto?

RGC: Estas células madre, llamadas mesenquimales, son muy potentes; tienen la capacidad de diferenciarse de múltiples tejidos. Existen reportes de que han sido utilizadas para ingeniería de tejidos, acelerar procesos de cicatrización, e incluso para el tratamiento de algunos tipos de cáncer, en córneas para recuperar parte de la vista, entre otras.

AIC: ¿Cuáles son los alcances de este laboratorio de células madre de la ENES León?

RGC: Es un proyecto que estamos iniciando. Trabajamos en todos los aspectos normativos, científicos y la estandarización. Esperamos que a finales de este año ya se considere como un servicio más de la institución. Actualmente contamos con servicios de base tecnológica a pacientes que asistan a las clínicas dentales de la ENES. Hemos incursionado en modelos de negocio. Realizamos algunas metodologías para identificar clientes y su aceptación en la población.

Asimismo, establecimos una propuesta de valor novedosa porque generalmente las células madre se obtienen de otras fuentes como el cordón umbilical o la sangre en el momento del nacimiento, ofreciendo así una segunda oportunidad para que los pacientes puedan conservar sus células. La idea también es reducir los costos porque las empresas de este ramo tienen precios considerablemente elevados y no al alcance de toda la población.

AIC: Actualmente han proliferado en todo el país empresas que ofrecen tratamientos con células madre para diferentes tipos de padecimientos, ¿cómo identificar las que son serias?

RGC: Existen muchas empresas que se dedican incluso a hacer hasta terapias de restitución celular. El rigor científico tiene que ser muy marcado y seguir paso a paso, porque si no cumplen con ciertas características no son consideradas células madre, lo que puede atentar contra la integridad del paciente.

Nosotros trabajamos en ofrecer una propuesta aquí en la comunidad y para un futuro, para que cuando ya contemos con los avances tecnológicos podamos usar las células del banco para terapias o tratamientos para pacientes enfermos o con algún tipo de lesión o enfermedad que lo demande. Existe la tendencia hacia la ingeniería y la regeneración de tejidos, pero aún estamos lejos en México, hace falta más apoyo a la investigación.

Fuente: CONACYT.

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