Cambiar el cristal con que se miran las matemáticas para convertirlas en una ciencia lúdica, sin prejuicios y atractiva para los estudiantes, es el objetivo del Programa Oaxaqueño de Fortalecimiento a la Educación (POFE).
La estrategia, diseñada e impulsada por el investigador del Instituto de Matemáticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la entidad, Bruno Cisneros de la Cruz, se centra sobre tres ejes: divulgación, apropiación y educación.
En entrevista, refiere que el proyecto que inició en 2015 con la Casa Matemática Oaxaca, se ha fortalecido con la colaboración del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO) —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, la UNAM, las universidades Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), del Papaloapan (Unpa), Pedagógica Nacional (UPN) y la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM).
El doctor en matemáticas por la Universidad de Borgoña, Francia, indica que se han estrechado vínculos con el Instituto de Estudios de Bachillerato de Oaxaca (IEBO), que brinda atención a zonas rurales al interior del estado.
De tal forma que el primer peldaño de la estrategia (divulgación) se lleva a cabo a través de talleres y ferias de matemáticas, herramientas que no solo acercan habilidades a los maestros de bachillerato y educación inicial, sino que también contribuyen a la convivencia de las comunidades.
Destaca que previo a las ferias en las que participan alumnos, padres de familia y autoridades, se realiza una capacitación intensiva de los profesores, para que sean ellos mismos quienes pongan en práctica los conocimientos adquiridos y, sobre todo, diseñen las estrategias de acuerdo con las necesidades de la zona en que laboran.
Para el investigador, Oaxaca es un estado multidiverso y ello se debe tomar en cuenta, debido a que no hay una fórmula, sino que cada uno de los profesores debe identificar y plantear la problemática que enfrentan los alumnos y proponer sus propias actividades.
Esto con la intención de que las matemáticas salgan de los pizarrones de los salones de clases y se involucren en la vida cotidiana, con instrumentos que pueden ser desde caleidoscopios gigantes que forman teselas en los contextos urbanos o rurales, hasta círculos y objetos en tercera o cuarta dimensión.
Entusiasmado, muestra un video en el que los maestros del IEBO del istmo de Tehuantepec, explican a sus alumnos en zapoteco el juego de “las agüitas”, mediante las cuales es palpable y entretenido entender los primos relativos.
En eso, afirma, consiste la apropiación del conocimiento, es decir, que quienes promueven las actividades sean catalizadores y los profesores puedan aplicar por sí mismos los conocimientos, estrategias y actividades en la comunidad.
Ante ello, plantea que están en proceso de formación las academias de matemáticas, las cuales permitirán atender cada una de las regiones de la entidad, de tal forma que sean los profesores del IEBO, quienes puedan responder a las preguntas de los estudiantes y no esperar a que personal de la UNAM u otras instituciones brinden atención, y al mismo tiempo promover la interacción de los planteles de educación media superior con otras instituciones educativas del estado y el país, tales como la Olimpiada Mexicana de Matemáticas, la UABJO y la UNAM, entre otras.
La formación de divulgadores, asegura, es fundamental para sentar las bases de este proyecto e impulsar la educación, ya que para recibir el conocimiento se debe estar dispuesto y preparado para este fin.
“Las matemáticas son lo que son, una ciencia que requiere pensar y pensar, lo importante es que los estudiantes estén abiertos a recibir el conocimiento y encuentren un sentido a lo que aprenden”, asegura el doctor, Cátedra Conacyt.
En este año, el POFE ha visitado cinco de las ocho regiones de la entidad: Valles Centrales, Mixteca, Sierra Sur, Costa e Istmo, y en lo que resta del año visitará las tres restantes: Tuxtepec, Cañada y Sierra Norte.
De los tequios a los festivales
En Oaxaca, el tequio es una actividad comunitaria sin fines de lucro que resuelve una necesidad común, por ejemplo, limpiar un parque, pavimentar una calle, o bien apoyar a una persona en situación de vulnerabilidad.
Y bajo este nombre, el doctor Bruno Cisneros de la Cruz, en conjunto con la UABJO, el ITO y la Unpa, puso en marcha en la capital los Tequios Matemáticos, que consisten en reuniones periódicas (al menos dos veces al mes por un periodo de medio año), en los cuales se plantean problemas cotidianos y a través de la discusión en equipo (en comunidad) se proponen soluciones que desarrollan algún contenido matemático.
Este programa es una versión oaxaqueña de los Círculos Matemáticos iniciados en Rusia y que en los últimos años ha impulsado el Instituto de Matemáticas de la UNAM en la Ciudad de México.
Este tipo de encuentros que se llevan a cabo en la Biblioteca Pública Central, al igual que las Tertulias Matemáticas y los Coloquios, permiten interactuar e incentivar a los jóvenes para que pregunten y comprendan que la ciencia es un permanente ensayo y error, explica.
Aunado a estas actividades, el instituto también organiza los Festivales Matemáticos, que son grandes eventos que reúnen a expertos que ofrecen conferencias, pláticas, talleres y actividades para investigadores y público en general.
En lo que va de este año, se han efectuado cuatro actividades de este tipo: el 14 de marzo, apunta, se celebra el Día de Pi, fecha en que se realiza un análisis de la importancia de pi, todo relacionado con el círculo y este número.
Además, se celebró el Festival Cuántico en colaboración con Micho Durdevich, director de tal festival que se ha realizado durante tres años consecutivos en el Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México.
Este festival estableció un diálogo entre el arte y las matemáticas a través de talleres en los cuales los asistentes crearon obra plástica original relacionada con las matemáticas, como mosaicos y poliedros de cuatro dimensiones. Además se efectuaron las noches lumínicas y dos sesiones de diálogos entre matemáticas y arte, una de ellas titulada Mitla: del espejo humeante a la espiral dorada.
El instituto efectuó la Segunda Reunión de Divulgadores Oaxaqueños de Matemáticas y la Guelaguetza Matemática.
El año cerrará con el Festival Oaxaqueño del Conocimiento, que tendrá lugar del 5 al 10 de noviembre en la Plaza de la Danza, dando continuidad al realizado el año pasado, apunta Bruno Cisneros, quien ha centrado sus investigaciones en topología, con especialidad en las trenzas virtuales y teorías de grupos.
Fuente: CONACYT.
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