El doctor Eduardo Román González, originario de Ciudad Victoria, Tamaulipas, fue galardonado con el Premio Nicolás Pérez Serrano 2017 que otorga el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de España, por su tesis titulada Justicia constitucional y democracia en México. La Suprema Corte en la transición y consolidación democrática, defendida ese año en la Universidad Autónoma de Madrid.
El objetivo de la tesis fue averiguar qué papel tuvo la Suprema Corte en el proceso de transición democrática durante el último cuarto del siglo pasado, así como también identificar su rol en la consolidación democrática desde el año 2010 a la fecha. Román González actualmente es investigador del Centro de Estudios sobre la Enseñanza y el Aprendizaje del Derecho (CEEAD) y profesor de derecho constitucional de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey y del Tecnológico de Monterrey.
El doctor Eduardo Román González realizó sus estudios de doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) de 2004 a 2007, gracias a una beca Conacyt-Fundación Carolina (España).
El acontecimiento que dio partida al proceso de transición democrática en México —explicó el investigador— fue la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Como consecuencia del suceso, el régimen autoritario y la sociedad no volvieron a ser iguales, pues esta última comenzó a exigir un cambio en la forma de gobierno.
De acuerdo con la investigación, la Suprema Corte se ha desempeñado como un actor relevante en la resolución de problemas entre actores políticos, logrando pacificar conflictos que pudieron haber puesto en peligro la transición democrática, además de que se posicionó como una institución clave para la interpretación y definición de los alcances de los derechos humanos en México.
“Durante la etapa de transición, la Suprema Corte se enfocaba más en resolver los conflictos entre los actores políticos y, una vez que el proceso de consolidación democrática avanza, hace un giro en sus prioridades para enfocarse en los derechos humanos”, dijo.
Asimismo, dijo que a partir de ese periodo la Suprema Corte ha tenido varios retos. El principal de ellos ha sido la acumulación de poder, pues al convertirse en un órgano de gran importancia que imparte justicia al más alto nivel, es decir, a nivel constitucional, tiene muy pocos contrapesos institucionales.
“Yo veo como un reto y como un riesgo a la consolidación democrática el que la Corte no se autolimite en algunos temas e invada el campo de acción de otros actores políticos, como el Congreso o el Ejecutivo. Ha ido acumulando mucho poder y no tiene contrapesos institucionales, y hay un riesgo latente (…) Hay muchos elementos en la Constitución que limitan lo que la corte puede hacer, pero creo que son medidas constitucionales que no son suficientes para garantizar que eso no pueda pasar”.
Otro de los temas que aborda la tesis del investigador está relacionado con la problemática de armonizar las acciones del Poder Judicial Federal y a los poderes Judiciales Estatales, pues a partir del año 2011, los jueces estatales asumieron un rol importante en la defensa de los derechos humanos, lo cual ha generando que en ocasiones surjan conflictos con el poder Federal.
Fuente: CONACYT.
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