La sostenibilidad tiene un papel clave como estrategia global para lograr prosperidad económica y balance ecológico. Ante la creciente demanda de vida silvestre con fines científicos, sociales y culturales, la organización Aprovechamiento Sostenible y Biodiversidad (Asbio) tiene la misión de promover el uso legal, regulado y sostenible de las especies silvestres.
“Consideramos que el aprovechamiento sostenible es un instrumento efectivo de conservación de la biodiversidad en México”, comentó José de Jesús Corona Velásquez, director general del proyecto en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
El grupo es conformado por estudiantes de licenciatura y posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa (UAM-I).
Uno de sus objetivos es generar espacios de encuentro entre estudiantes, académicos, representantes de la sociedad civil y entidades gubernamentales encargadas de la regulación del uso y protección de flora y fauna de nuestro país.
Han organizado foros, conferencias, cursos y congresos, con el fin de discutir acerca del aprovechamiento sostenible de la diversidad biológica e incentivarlo, ya sea en investigación científica, conservación, protección, manejo y uso comercial de especies silvestres.
“Damos a conocer las funciones de dependencias de gobierno encargadas de regular el aprovechamiento sostenible de la diversidad biológica, y promovemos la importancia de la labor que realizan los predios o instalaciones que manejan vida silvestre (PIMVS), unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre (UMA) y zoológicos en las prácticas de aprovechamiento de vida silvestre”, indicó.
De igual forma, incentivan proyectos de aprovechamiento sostenible y de investigación científica de especies silvestres en comunidades rurales de la Selva Lacandona, en la Reserva de la Biosfera Montes Azules (Rebima).
La localidad focal en que trabajan es el Ejido de Loma Bonita, ubicado al sur de la Rebima, sobre la ribera del río Lacantún, en la subregión de Marqués de Comillas en el municipio de Ocosingo en el estado de Chiapas.
Asimismo, tienen proyectos en tres ejidos más de la zona que son Chajul, 13 Septiembre e Ixcán.
“Antes de iniciar Asbio yo tenía una UMA en la Selva Lacandona. Por tal razón, Asbio empezó a trabajar ahí, gracias al apoyo, confianza y amistad con las comunidades locales en la porción fronteriza sur de la Rebima”.
Los orígenes de la iniciativa
El proyecto Asbio germinó en el mes de agosto de 2017 y partió con sus primeras actividades en octubre del mismo año.
Los jóvenes participaron con un estand de educación ambiental relacionado a la conservación de reptiles y anfibios en el 1er Encuentro con la Ciencia, en Tecolutla, Veracruz.
“Actualmente estamos en proceso de convertirnos en una asociación civil, con la finalidad de tener más alcance y mejores recursos para la realización de proyectos”, añadió el director general.
Jesús Corona indicó que asumen el compromiso y misión de afrontar las problemáticas relacionadas a la conservación de la biodiversidad, la protección de los recursos naturales y el tráfico ilegal de especies silvestres.
“En nuestras actividades promovemos alternativas productivas mediante el aprovechamiento sostenible, aportando información sobre normatividad ambiental y el uso legal de la vida silvestre”.
Organizados y activos
En la actualidad, Asbio está conformada por doce miembros, siete son estudiantes de nivel licenciatura y posgrado, y cinco son ejidatarios de la Reserva de la Biosfera Montes Azules, Selva Lacandona (Rebima).
El grupo de ejidatarios son de la Rebima, capacitados como técnicos de campo, con experiencia como guías de biólogos, fotógrafos e investigadores, explicó el director general.
En el presente año participaron en dos eventos de divulgación de la ciencia y organizaron la conferencia Aprovechar para Conservar, con el biólogo Jorge Alberto Duque Sánchez, director de Conservación de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“La Selva Lacandona es el punto focal de las actividades de Asbio, tenemos un proyecto de conservación, protección, investigación y aprovechamiento sostenible de especies silvestres”.
Adicionalmente, idean un proyecto de turismo científico, fotográfico y de aventura que permitirá generar empleos en las comunidades locales, promoviendo la conservación y protección de los últimos reductos de selva que existen dentro de los ejidos.
“La Selva Lacandona ofrece una gran riqueza biológica y cultural, con sus majestuosos paisajes e impresionantes ríos. Hay grandes alternativas para el aprovechamiento sostenible de flora y fauna que, en conjunto, pueden generar un desarrollo social sostenible para las comunidades locales, aportando incentivos para la conservación de la selva y su biodiversidad”.
Próximas actividades
“Estamos organizando el 1er Simposio de Aprovechamiento Sostenible de Vida Silvestre, junto con el doctor Miguel Ángel León Galván, de la Jefatura del Departamento de Biología de la UAM Iztapalapa. Le agradecemos su infinita paciencia y apoyo solidario”, indicó.
Dicho simposio es el primero en su clase y un esfuerzo de la colaboración de la UAM-I, la UNAM, la Semarnat, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el Zoológico Yumká de Tabasco, además de distintas UMA y PIMVS.
Es abierto a todo el público interesado en la diversidad biológica y temas actuales sobre el aprovechamiento sostenible de la diversidad biológica, particularmente de vida silvestre.
Con el simposio buscan involucrar a los sectores académicos, gubernamentales y de la sociedad civil, para trabajar en colaboración conjunta a través de la promoción de voluntariados, proyectos de investigación, tesis y servicio social.
“El aprovechamiento sostenible es soportable en el mediano y largo plazo, en teoría debe ser inagotable si se maneja adecuadamente, es decir, no se compromete el recurso utilizado para las generaciones futuras”, concluyó.
Fuente: CONACYT.
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