En esa primera visita surgió un encuentro inesperado. Karla Peregrina nunca había visitado un planetario e imaginaba que se trataba de una pantalla gigante que proyectaba el universo. Fue tal su asombro que, al oscurecer el recinto, se descubrió inmersa en el cielo nocturno.
“Nunca imaginé esa cúpula envolvente, con un proyector optomecánico que para mí tenía la forma de una joya. Una filigrana donde salían luces y operaba de una forma extraña y espectacular”, relató la maestra Karla Peregrina Oropeza, directora de Ka’Yok’,planetario de Cancún, y actual presidenta de la Asociación Mexicana de Planetarios A.C. (AMPAC).
A la pequeña Milagros Varguez le ocurrió lo mismo. Teniendo nueve años, esbozaba el universo en hojas de papel y saltó emocionada cuando visitó con sus padres el planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Quedó maravillada al ver un show en vivo de la bóveda celeste, ilustrando con exactitud los movimientos diurnos, anuales y fenómenos astronómicos estacionales. El asombro que sintió lo conservaría en la memoria por siempre.
Milagros Varguez Ramírez ahora es directora de Cha’an Ka’an, planetario de Cozumel, y directora de importantes producciones audiovisuales para planetarios, en donde recrea imaginarios de la niñez.
La maestra Karla Peregrina está convencida que los planetarios son recintos de ciencia donde pueden gestarse científicos, pues tener de cerca el universo inspira vocaciones, siendo un lugar ideal para soñar con otros mundos.
Curiosidad por el cielo
“Los planetarios optomecánicos son muy hermosos y de gran importancia histórica. Gracias a la digitalización hay un potencial mayor que no solo se limita a las proyecciones de la bóveda celeste, sino que exploramos temas de otras disciplinas”, comentó el ingeniero químico Julien Potier, director del Planetario y Observatorio Dra. Silvia Torres Castilleja del Museo Descubre de Aguascalientes, y vicepresidente de la AMPAC.
En México, el primer planetario fue inaugurado el 2 de marzo de 1959, en el marco del 57 aniversario de la Sociedad Astronómica de México (SAM). Este planetario optomecánico fue nombrado Valente Souza y García de Quevedo en honor de su principal promotor.
Los planetarios optomecánicos eran simuladores de estrellas a base de puntos luminosos de colores. Sus proyectores tenían forma de esferas con un gran número de lentes y lámparas que proyectaban esos pequeños puntos sobre la cúpula.
Los agujeros imitaban la posición de las estrellas en el cielo, relató el ingeniero Eduardo Piña Mendoza, jefe del Planetario José de la Herrán de Universum, Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la actualidad, dicho planetario histórico continúa en restauración con el fin de ser modernizado con un sistema digital. La actualización en los planetarios provoca que pasen por diferentes formas de operar, siendo la penúltima generación de planetarios con proyectores optomecánicos, indicó la maestra Karla Peregrina.
Por su parte, el maestro Antonio Romero Hernández, coordinador del Planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional (IPN), relató que el planetario que coordina fue inaugurado en 1967 y es el primer planetario de México abierto al público.
En su origen tenía una disposición central donde se mostraban los planetas por medio de lámparas en un sistema mecánico en la bóveda celeste del domo.
“Hoy en día, los planetarios tienen esa misma bóveda con una pantalla y por medio de dispositivos de proyección se puede mostrar una imagen del espacio directamente en el domo”, señaló.
Recinto de maravillas
En aquel planetario, la bóveda celeste estaba ilustrada sobre la superficie interior de una cúpula semiesférica. Las imágenes eran producto de un proyector ubicado en el centro de una sala.
El pequeño Julien Potier quedó impresionado mientras estaba sentado en esas butacas del auditorio, apreciando con maravilla la proyección. Sentía que estaba en un viaje espacial.
“Lo maravilloso fue la sensación de inmersión, fue como ir al cine pero diferente, donde estás dentro de la imagen. Me hizo soñar, literalmente”, expresó emocionado Julien Potier, quien visitó por primera vez en su infancia el planetario en Cité des Sciences (Ciudad de las Ciencias) en La Villette, ubicado en París, Francia.
Un planetario es capaz de proyectar un conjunto de coordenadas para localizar objetos, figuras de animales y otras formas asociadas con las constelaciones y fenómenos atmosféricos.
Con los sistemas actuales, llegan a proyectarse en la cúpula más de 16 millones de pixeles en toda la superficie, siendo necesario el uso de simuladores especializados para mostrar efectos animados de la posición de las estrellas, nebulosas, planetas rotantes, sistemas estelares múltiples y galaxias.
Asimismo, Antonio Romero Hernández, coordinador del planetario Luis Enrique Erro del IPN, y el astrónomo Wilber Chicana Nuncebay indicaron que los planetarios son esenciales para fomentar una cultura científica y tecnológica.
“Parte del reto de los planetarios es demostrar a los investigadores que el domo es un instrumento perfecto para exponer los resultados de sus investigaciones. No se debe ver únicamente como un lugar para distraerse o aprender”, indicó Wilber Chicana Nuncebay, astrónomo del IPN.
Tipos de planetarios y tecnologías
En la actualidad, es sustancial representar un firmamento impecable e imperturbable debido a las luces y las sombras, por tal razón el sistema de proyección es de vital importancia para los planetarios actuales.
“Los planetarios tienen acceso a una tecnología poderosa como son los proyectores láser. Nuestro Domo Digital en Papalote tiene servidores de cómputo con una capacidad alta de procesamiento para que no solo se puedan proyectar las estrellas sino en tiempo real hacer animaciones, poner ventanas explicativas, interactuando con el público”, exclamó el ingeniero Jorge Hernández, coordinador del Domo Digital de Papalote Museo del Niño.
Algunos de estos servidores funcionan por sistemas de cómputo para domo, y los más populares en la industria son Sky-Skan, Zeiss, Goto, Konica-Minolta, Digitalis Education y Digistar, comentó Antonio Romero, coordinador del planetario Luis Ernesto Erro del IPN.
“También deben tenerse en cuenta aspectos intrínsecos como el de los asientos, la acústica, la perspectiva visual, para que haya una correcta visualización y sean muy cómodos”, indicó.
En México, de los 42 planetarios registrados, 17 utilizan el sistema Digistar, de la empresa de origen estadounidense Evans & Sutherland. Las innovaciones en cada una de las versiones del sistema Digistar van desde la visualización hasta la factibilidad en la operación.
Sistemas enlazados de planetarios
La Asociación Mexicana de Planetarios fue creada en 1980, y agrupa a todos los planetarios de la república mexicana, con la finalidad de establecer relaciones interinstitucionales de colaboración para fortalecer el trabajo científico, académico y de divulgación de la ciencia.
Asimismo, gestiona recursos para apoyar a otros planetarios en la capacitación y creación de materiales, indicó la presidenta Karla Peregrina.
El futuro presidente de la asociación y actual vicepresidente, Julien Potier, señaló que una de las principales líneas de acción es compartir material educativo como talleres, museografía y audiovisuales, logrando su difusión en planetarios de todo el país.
De igual forma, la vinculación con asociaciones y planetarios del mundo como la Sociedad Internacional de Planetarios y con el Planetario de la Universidad de Santiago de Chile, es de vital importancia para futuras actividades en conjunto.
Cada final de año, como conclusión del Festival de Planetarios, los miembros de la AMPAC se reúnen en una sesión ordinaria, en la cual discuten puntos en común y la manera de trabajar en coordinación.
“Desde nuestra administración estamos trabajando en la comunicación que antes no existía. Hemos hecho mecanismos de comunicación y creado un archivo de correspondencia. Para mí, es muy importante la historia de una organización”, indicó Karla Peregrina.
Viaje a las estrellas
Las estrellas en un planetario no son una simple reproducción de las originales, sino que inspiran, apasionan y animan a conocer más de cerca la ciencia. Sus principales objetivos son la divulgación de la astronomía y otras ciencias afines.
La doctora Milagros Varguez señaló que los planetarios son excepcionales instrumentos de transmisión del conocimiento como primer contacto con el mundo de la ciencia. En ellos pueden contemplarse infinidad de temas científicos.
“Hay que relacionar directamente los programas educativos para abordar temas específicos en los planetarios. Por ejemplo, revisar todo lo que se hace a nivel primaria y en función de eso diseñar un programa para domo donde se vean todos los conceptos, de manera que los niños y sus padres puedan acceder a ese conocimiento de una manera entretenida”, indicó Wilber Chicana, astrónomo del IPN.
En la ciudad, tener la oportunidad de contemplar un cielo nocturno sin contaminación atmosférica o lumínica es casi imposible en una ciudad como en la que vivimos. Los planetarios nos ofrecen la posibilidad de contemplar los fenómenos estelares y maravillarnos con ellos.
Fuente: CONACYT.
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