En reconocimiento a su trayectoria como investigador y como promotor de la movilidad estudiantil hacia el extranjero, el doctor en informática Ulises Cortés fue nombrado por la Secretaría de Relaciones Exteriores como Mexicano Distinguido, radicado fuera del país.
Una de sus grandes aportaciones, a la par de su investigación científica, tiene que ver con el desarrollo de la comunidad científica mexicana en Barcelona, gracias a que coordina la relación entre la Universidad Politécnica de Catalunya y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La Agencia Informativa Conacyt entrevistó en exclusiva al investigador, que es miembro del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Politécnica de Catalunya, quien se dijo sorprendido y, a la vez, muy honrado por el reconocimiento.
“Este reconocimiento me puso a reflexionar sobre todas las oportunidades que da México a gente como yo —cuando me dieron la beca para el doctorado tenía 22 años—, a gente joven a la que el país le da fondos para estudiar en el extranjero y convertirse en investigador. Creo que después de muchos años esa oportunidad se cristaliza a través de resultados científicos”.
Y es por esa razón que el investigador se involucró en tareas de apoyo para facilitar la movilidad de estudiantes mexicanos al extranjero y, como resultado de esos esfuerzos, ha logrado matricular hasta 700 jóvenes de México en la Universidad Politécnica de Catalunya.
Legado científico
A lo largo de su carrera, el doctor Ulises Cortés desarrolló toda una línea de investigación en torno a la aplicación de inteligencia artificial. Con base en ello trabajó, en colaboración con el doctor Pablo Rudomin, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), diversas tecnologías asistenciales para adultos mayores con enfermedades crónicas como Alzheimer, Parkinson y discapacidades al caminar.
Asimismo, desarrolló un sistema para la asignación de órganos y tejidos destinados al trasplante de humanos. Mediante el uso de inteligencia artificial, esa tecnología permite identificar al mejor receptor de órganos y tejidos destinados al trasplante con base en la compatibilidad médica, pero siempre respetando el marco legal.
Otro de sus grandes proyectos consistió en la aplicación de inteligencia artificial en la depuración de aguas residuales. En particular, desarrolló la tecnología necesaria para controlar las depuradoras y optimizar así su eficiencia y rendimiento.
Fuente: CONACYT.
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