Durante la contingencia por coronavirus, investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) han trabajado en la elaboración de cubrebocas y mascarillas con filtros a base de zeolita y extracto de jamaica.
“Quisimos tener una propuesta de cubrebocas realmente que tuvieran un material que retuvieran partículas como las que transportan el coronavirus de la actual pandemia… para el caso del filtro de zeolita con Jamaica, la pura zeolita puede retener el 96% de las partículas, si tenemos incorporada Jamaica a la zeolita hemos encontrado que retiene casi el 98%”, explicó Javier Castro, investigador del Área Académica de Química de la UAEH.
La zeolita natural es un mineral con propiedades absorbentes y cualidades microbianas que es utilizada para la purificación y tratamiento de aguas residuales; en tanto la jamaica tiene una eficacia antibacteriana del 99.9%. En conjunto, los elementos podrían ser útiles para combatir la propagación del virus SARS-COV-2.
“Esta zeolita natural pulverizada como arena pero con ciertas características de tamaño partícula la intercambiamos con derivados de la jamaica con el fin de que sean dos frentes de ataque, uno el frente físico que impide el paso de partículas y el otro el frente químico que al tener un bactericida que no se ha demostrado que sirve del coronavirus pero eso es parte de lo que tenemos que hacer en los próximos meses de investigación”, dijo Edgar Arturo Chávez, ingeniero Mecánico investigador de la UAEH.
Desde su laboratorio, los investigadores retomaron estudios sobre la jamaica como líquido desinfectante para desarrollar diferentes prototipos de mascarillas que tras su aprobación serán destinados para uso del personal de salud, mientras que los cubrebocas estarán al alcance de la comunidad en general.
“Para el caso del cubrebocas hemos encontrado que el material con jamaica puede retener el 93% de las partículas, claro, no es lo mismo este material que la jamaica pero este cubrebocas tendría una protección superior a la que están teniendo cubrebocas de trapo o cubrebocas comunes que están vendiendo”, expuso Javier Castro.
“Aquí tengo la historia de cómo fue la evolución, empezamos planteando dos vertientes principales, una para especialistas y personal de la salud y otra para el público en general.. fue todo un proceso que hemos estado trabajando a marcha forzada desde finales de febrero para llegar a este punto donde hemos llegado”, manifestó Edgar Arturo Chávez.
Los investigadores de la máxima casa de estudios de Hidalgo continuarán con el desarrollo del proyecto hasta cumplir con los criterios de evaluación requeridos para entonces iniciar con la producción a mayor escala, en tanto hicieron un llamado a seguir las recomendaciones de autoridades sanitarias que están basadas en el conocimiento científico.
Fuente: Agencia ID.
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