Hace más de una década los investigadores de la Universidad de Stanford, Tony Wyss-Coray y Saul Villeda probaron que las transfusiones de sangre de ratones jóvenes pueden rejuvenecer el cerebro y los músculos de los ratones viejos. A pesar de estos resultados tan prometedores, los científicos no han llegado a comprender los mecanismos que hacen que esto ocurra. Sin embargo, un reciente artículo de un grupo de investigadores chinos ha dado con la clave.
«La mayoría de los estudios anteriores relevantes sólo han demostrado los fenómenos [de rejuvenecimiento] y no han revelado lo suficiente sobre los mecanismos esenciales», explica Ma Shuai, investigador de la Academia China de Ciencias de Pekín y autor principal del estudio publicado en la revista Cell.
Cómo lo han hecho
Los investigadores han desarrollado un sistema que permite a dos ratones, uno joven y uno viejo, compartir el mismo sistema circulatorio. De esta manera, el equipo puede evaluar la respuesta de los órganos y tejidos en todo el cuerpo a la vez. Gracias a esta técnica, llamada parabiosis heterocrónica, los investigadores han podido aislar más de 164.000 células de siete órganos distintos y estudiar su evolución por un periodo de cinco años.
El equipo asegura que la clave se encuentra en las células HSPC. Las HSPC (células madre y progenitoras hematopoyéticas) son una especie muy particular de células multipotenciales que se producen en la médula espinal y que tienen la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula sanguínea. El equipo observó que el tratamiento reactiva los HSPC envejecidos en los ratones mayores, en lugar de repoblar la médula espinal con HSPC jóvenes como pensaban.
«En conjunto, proporcionamos marcos integrales para explorar las vías de envejecimiento y rejuvenecimiento a resolución unicelular y revelamos programas celulares y moleculares que dictan la revitalización sistémica mediante factores sanguíneos», señala el estudio.
Un negocio multimillonario
Hay varias empresas en el mundo que están intentando encapsular la fuente de la eterna juventud en un medicamento. Algunas de estas compañías tienen detrás a magnates como Jeff Bezos o Peter Thiel que han visto en este campo una oportunidad de negocio de miles de millones de dólares.
Los propios Wyss y Villeda están detrás de Alkahest, una compañía propiedad de la española Grifols que ya está en la fase 2 de ensayos clínicos en seis de sus terapias antienvejecimiento.
Bezos y Thiel son inversores de Unity Biotech, una empresa que busca revertir el envejecimiento eliminando las células senescentes. El fundador de Amazon también ha invertido una buena suma de dinero en Altos Labs, una compañía que tiene en nomina científicos de gran prestigio internacional como el premio Nobel japonés Shinya Yamanaka, padre de la reprogramación celular, o el prestigioso investigador español Juan Carlos Izpisúa Belmonte.
Aunque se ha avanzado mucho en este campo y se están desarrollando diversas técnicas muy prometedoras, todavía queda mucho para poder tenerlas en las farmacias. Como ya hemos contado en Novaceno en más de una ocasión, el objetivo final de estas técnicas no es volver a tener el cuerpo de un veinteañero, sino ser capaces de vivir más años con menos enfermedades y una calidad de vida mejor.
Fuente: Agencia ID.
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