¿Hay algo que sea noticia en lo que no esté metido Elon Musk? Conocido por estar detrás del coche eléctrico Tesla, de los satélites starlink, de la reciente compra de Twitter e incluso por postularse como mediador en la guerra de Ucrania, sus ansias por hacer múltiples y diversos negocios no se quedan ahí. El hombre más rico del mundo se ha metido en una nueva aventura empresarial: colocar implantes cerebrales en humanos que puedan traducir las señales del cerebro en acciones.
Estos chips, puestos en marcha por su empresa Neuralink, fundada en 2016, estarían dirigidos en un primer momento a restaurar la visión y a devolver la movilidad a personas con lesiones en la médula espinal, según ha anunciado él mismo en la presentación que hizo este miércoles.
A largo plazo, la idea es que la compañía diseñe un sistema que pueda traducir los impulsos de todo el cerebro en acciones. “Por milagroso que parezca, estamos seguros de que es posible restaurar la funcionalidad de todo el cuerpo de alguien que tiene una lesión en la médula espinal”, ha apuntado Musk.
Misma tecnología que un relojo inteligente
“Cuando analizas las habilidades que se necesitan para que Neuralink funcione, en realidad, muchas son las mismas –software, baterías y tecnologías de radios- que se requieren para hacer que funcione un reloj inteligente o un teléfono moderno”, ha explicado el magnate. “Los prototipos son fáciles, la producción es difícil”, ha añadido.
El procedimiento de Neuralink para implantar estos chips implicaría utilizar un robot quirúrgico desarrollado por la propia compañía. El objetivo es comenzar dentro de seis meses los primeros ensayos en humanos –hasta ahora solo se han llevado a cabo en animales- una vez que la agencia del medicamento de Estados Unidos (FDA) le dé el visto bueno.
En abril de 2021, la compañía mostró a un macaco, que tenía implantado dos chips de Neuralink, jugando al juego de al juego de ordenador Pong usando dos implantes de Neuralink que le permitían controlar la barra de Pong solo con pensar en moverla.
Camino largo por recorrer
Pero todo apunta, sin embargo, a que el camino que tenga por recorrer sea largo e incierto antes de que la empresa logre sus primeros objetivos, según un artículo de la página web sobre medicina y ciencia STAT.
Otras compañías del sector llevan tiempo desarrollando chips parecidos para implantar en el cerebro. Una de ellas es Blackrock Neurotech, que está a la espera de la aprobación por parte de la FDA de su dispositivo comercial para conectar cerebro-computadora. Otra empresa, Synchron, ha comenzado a implantar electrodos en pacientes para su estudio de viabilidad inicial. Y dos compañías más apuntan a sus primeras pruebas en humanos en 2023: Paradromics y Precision Neuroscience, que fue cofundada por uno de los miembros fundadores de Neuralink, Benjamin Rapoport.
El lento progreso de Neuralink hacia los ensayos en humanos no ha impedido que la compañía sea cada vez más grande. En julio de 2021, la compañía recaudó otros 205 millones de euros en fondos, superando con creces el dinero que fluye hacia otras firmas del sector. Actualmente, ofrece más de 60 puestos vacantes en su página web, desde ingeniería neuronal hasta software y servicios de investigación hasta cirugía y robótica.
Espaldarazo al mundo de la investigación
Lo cierto es que una empresa con tanto renombre como Neuralink podría suponer un espaldarazo del mundo de la investigación a estos chips cerebrales, según algunos expertos. Tanto, que podría ser la primera compañía en conseguir realizar el proceso de forma inalámbrica utilizando un dispositivo para implantar en el cerebro.
Musk ha anunciado que está dispuesto a poner algunas de sus herramientas, incluidos robots quirúrgicos y dispositivos implantables, a disposición de los investigadores de neurociencia de universidades y hospitales. Tampoco le importa que el público en general conozca los datos que ha recopilado su compañía. “No tendría ningún problema con simplemente publicarlos en nuestra web; puede usarlos si lo desean”.
Fuente: Agencia ID.
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